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Constitución “progresista” de Ecuador: ¿una referencia para Perú Libre?

“Con normas especiales Correa obtuvo holgada mayoría que le permitió redactar la Constitución a su antojo”, dijo un experto ecuatoriano. Castillo “intentará construir mayoría en la Constituyente”, opinó Martín Tanaka.

En Ecuador hubo una consulta para decidir si cambiar o no la Carta Magna. Foto: AFP/referencial
En Ecuador hubo una consulta para decidir si cambiar o no la Carta Magna. Foto: AFP/referencial

Casi 15 años han pasado desde que se instaló la Asamblea Constituyente de Ecuador impulsada por la coalición Patria Altiva i Soberana (PAIS), que lideraba el expresidente Rafael Correa. Fue un proceso alabado por muchas personas, empero deplorado por tantas otras.

La doctora Solanda Goyes es una abogada feminista que participó en la elaboración de la Constitución —que rige actualmente— para el fomento de los derechos de las mujeres. Desde Ecuador atendió a La República sobre el procedimiento y el resultado final.

“Al haber sido parte del proceso de impulso y consecución de las cuotas de mujeres para garantizar la paridad política, aporté con los elementos para constitucionalizar la paridad; igualmente se promovieron textos sobre justicia de género, temas económicos y género, temas que encuentran un importante avance en nuestra Constitución”, dijo.

Goyes calificó como positivo el cambio en la Carta Magna para la nación meridional, “porque es una Constitución progresista, que se preocupa de la igualdad, de la inclusión, de los derechos, las garantías, del ambiente, de la naturaleza, de los pueblos y nacionalidades”.

Ficha país de Ecuador. Infografía: AFP

Ficha país de Ecuador. Infografía: AFP

No obstante, apuntó que “el primer ‘violentador’ de la Constitución fue Rafael Correa Delgado y en la medida que su gobierno profundizaba su despotismo, mayores fueron las violaciones constitucionales”.

Vicios de la ruta constituyente en Ecuador

Mauricio Alarcón, director ejecutivo de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, coincidió con el parámetro: “La mejor prueba de que la Constitución tiene falencias y errores es que él mismo (Correa) activó cambios a los tres años, a los siete años, se han echado atrás en algunos aspectos hace muy poco, entre 2018 y 2019”.

De hecho, en 2017 el ex jefe de Estado en plena pugna con Lenín Moreno —quien dejó de ser mandatario desde el lunes, cuando Guillermo Lasso asumió el cargo— se mostró dispuesto a volver a su país para promover una fase similar.

“Si siguen destruyendo lo logrado, vamos a impulsar una Asamblea Nacional Constituyente y si se impulsa esa Asamblea Nacional Constituyente, tendré que volver (a Ecuador) como candidato”, recalcó Correa antes de que la Justicia ecuatoriana ratificara una sentencia en su contra por corrupción.

Por lo tanto, “queda en evidencia que de ninguna forma esto era un texto constitucional para 300 años como se nos decía, sino una norma ‘ad hoc’ para concentrar todo el poder en una sola persona”, estimó Alarcón.

Ejemplo en Perú

Pedro Castillo, el candidato de Perú Libre, es líder indiscutido de los sondeos de cara a la segunda vuelta del próximo 6 de junio. Y una de sus principales propuestas es la convocatoria de una Asamblea Constituyente.

En el ideario y programa de Perú Libre escribieron que es necesario “promover y lograr un cambio constitucional que incorpore un enfoque diametralmente opuesto, es decir, la brega por una Constitución solidaria, humanista, rescatista y nacionalizadora”.

Un mecanismo para “concluir en el desmontaje del neoliberalismo y plasmar el nuevo régimen económico del Estado”, cuyas bases “han sido tomados de la experiencia gubernamental de la República Plurinacional de Bolivia y de la República del Ecuador, del Gobierno de (Evo) Morales y Correa, respectivamente”.

Aunque Castillo se ha desvinculado de este texto, el cual fue elaborado por el fundador del partido Vladimir Cerrón, en el plan de gobierno ‘Perú al bicentenario sin corrupción’, presentado recientemente, lo mantuvo como una de sus medidas urgentes para sus hipotéticos primeros 100 días.

Encuesta IEP

Encuesta IEP

“Iniciaremos el proceso para la convocatoria a un referéndum constituyente para que la ciudadanía pueda definir si aprueba o no la convocatoria una Asamblea Constituyente que elabore una nueva constitución; en el marco de las actuales reglas constitucionales y legales”, se lee.

No obstante, a diferencia del ideario y programa, en este plan de gobierno no mencionan los procesos constituyentes ni de Ecuador ni de Bolivia. Para Martín Tanaka, investigador principal del Instituto de Estudios Peruanos, Castillo tiene un antecedente en la fase encabezada por Correa, quien no tenía representación parlamentaria.

El último 27 de abril Tanaka escribió en su cuenta oficial de Twitter que lo sucedido en Ecuador muestra que, “si ganas la calle y la opinión pública, y eres hábil manipulando las herramientas que te da el uso del poder, puedes crear condiciones para hacer cosas que antes supuestamente no tenías”.

Historia en Ecuador

Entrevistado por este diario, el politólogo peruano indicó que la “grave crisis de representación, un gran desprestigio de la élite política” llevó al desenlace en Ecuador. “Rafael Correa hizo campaña en las elecciones de 2006 prometiendo la Constituyente y la refundación del sistema, al punto que no presentó lista parlamentaria”.

“Parte de la estrategia fue no presentarse con candidatos al Congreso para capitalizar el descontento ciudadano y la crisis de representatividad en Ecuador. Así efectivamente Correa llega sin un solo diputado que lo represente en el Legislativo”, señaló Alarcón.

Como la Constitución de 1998 no contemplaba una Asamblea Constituyente, convocaron una consulta popular a través de un decreto presidencial. Alrededor del 80% de votantes aprobaron la iniciativa y para septiembre de 2007 ya estaban elegidos los delegados, con 80 de 130 escaños para PAIS.

Correa (c) también tuvo como una de sus principales propuestas la consulta para cambiar la Carta Magna. Foto: AFP

Correa (c) también tuvo como una de sus principales propuestas la consulta para cambiar la Carta Magna. Foto: AFP

Antes, en marzo de 2007, el Tribunal Supremo Electoral destituyó a 57 diputados que votaron en contra de la consulta por considerar que primero debía tramitarse a través del Parlamento. Estos curules fueron tomados por suplentes, quienes respaldaron el plan de Correa.

“La elaboración de la Constitución de Ecuador fue caótica”, declaró Alarcón. “Lo resumiría como el proceso de elaboración de un traje a la medida del presidente (...), luego con normas especiales activó el proceso, en el cual obtuvo una holgada mayoría que le permitió redactar la Constitución a su antojo”.

Soyes, en cambio, matizó que “la Constituyente fue producto de un acumulado de descontento y rechazo a la clase política y a las élites económicas que gobernaron y detentaron poder desde el retorno a la democracia en 1979”.

“La gente se colmó de que primaran los intereses de grupo, de partido e incluso individuales por sobre los nacionales (...) Correa surge como figura política y toma para su discurso todos los temas del descontento, sintoniza con la gente y se perfila como presidenciable en 2006”, añadió.

El caso para Perú

Tanaka, profesor principal de la Pontificia Universidad Católica del Perú, evitó responder si se trata de un buen ejemplo para el país. En la red social ya había abogado por tomar “distancia crítica” de las dos opciones, en referencia también a la postulación de Keiko Fujimori (Fuerza Popular).

“Dada su debilidad en el Congreso recién electo”, afirmó en referencia a los 37 asientos que tendrá Perú Libre en el Congreso, “tiene fuertes incentivos para intentar construir mayoría en la Asamblea Constituyente, entidad que no solo redacta un texto, también puede expresar una nueva correlación de fuerzas”.

En campaña electoral Castillo ha centrado su discurso al ámbito nacional, sin referirse a un modelo foráneo. Contrario a lo que se redactó en el ideario y programa, plagado de menciones a la Revolución Ciudadana propugnada por Correa (2007-2017).

En Ecuador inclusive hubo asesoría extranjera y se guiaron por varios precedentes, como los de Colombia (1990-1991) y Venezuela (1999).

“Vinieron varios actores de esa Constituyente (la colombiana) a compartir sus experiencias. El debate constituyente en Ecuador fue abierto, participativo, de tal manera que se escucharon voces nacionales e internacionales: expertos y pensadores de varios países, exconstituyentes de varios países, y otra variedad de personajes”, confirmó Goyes.