Condenan a pareja por violación y difusión de imágenes de menores

La justicia de Reino Unido condenó a más de 10 años de cárcel a Paige Poole, de 29 años, y Ross Kingsland, de 44 años, después de descubrirse que abusaron sexualmente de una menor de 18 meses. “Corazón negro” era la descripción que ambos compartían en un sitio web de fetiches extremos.

Kingsland es un hombre casado, pero sostenía una relación sentimental con Poole, a quien convencía de abusar a los niños que cuidaba en su trabajo como niñera. El violador fue capturado en julio de 2020 por la Policía tras llevarse a cabo una investigación encubierta.

Una agente se hizo pasar por una madre de dos niñas y le propuso abusar sexualmente de ellas, algo que el hombre se mostró dispuesto a hacer. Días después fue arrestada Poole, quien había visitado a la esposa de Kingsland para confesarle que era su amante.

Las autoridades hallaron en los celulares examinados de Poole y Kingsland una serie de delitos contra varios niños. La pareja enfrentó un total de 32 cargos, que incluyeron conspiración para abusar de un niño, agresión sexual y distribución de imágenes sexuales de menores.

Kingsland admitió 12 delitos sexuales contra niños y fue encarcelado durante 11 años por el Tribunal de la Corona de Exeter en Londres. Por su parte, Poole admitió 20 delitos sexuales y fue condenada a 13 años de prisión, informa Daily Mail.

“Ambos eran adultos que sabían lo que estaban haciendo en cada paso del camino. Cada uno eligió planificar y poner en práctica sus deseos desviados. Este fue un verdadero encuentro de mentes malvadas”, sostuvo el juez David Evans.

Asimismo, el magistrado los calificó de ser “pedófilos moralmente corruptos” y compadeció a las víctimas que tuvieron “la desgracia” de encontrárselos en el camino.

“Causaron de manera deliberada y conjunta la más terrible angustia a un buen número de personas. Destruyeron las vidas de personas y familias afectadas”, agregó.

Los abusadores fueron inscritos de por vida en el registro de delincuentes sexuales y se les impuso una orden de prevención de daños sexuales de 20 años de duración. Los condenados tendrán que cumplir dos tercios de sus penas antes de ser considerados para una posible liberación.