Caravana migrante a EE. UU.: ¿Qué motiva a los hondureños a dejar su país?

Desde hace una semana, Honduras, un país con 9,5 millones de habitantes, ha estado en el ojo del mundo, nuevamente, por tratar de llegar a Estados Unidos con una modalidad ya conocida: la caravana migrante, la cual llegó a congregar a 9.000 participantes, quienes buscaban un mejor futuro para sus familias.

El viernes 15 de enero, miles de migrantes hondureños partieron hacia el punto de Agua Caliente, fronterizo con Guatemala, como parte de una caravana que se dirige hacia EE. UU. luego de una convocatoria realizada tres semanas atrás en las redes sociales.

En la masiva movilización, iban cientos de mujeres, niños y personas con discapacidad, sin la preocupación de las rigurosas medidas que ha adoptado el Gobierno estadounidense para detener la migración de centroamericanos y mexicanos que anhelan arribar al país norteamericano.

Cuando llegaron a Guatemala, el domingo pasado, las fuerzas de seguridad de ese país detuvieron y reprendieron violentamente a la caravana migrante compuesta por, al menos, 9,000 hondureños, que pretendían ingresar a México y, posteriormente, a Estados Unidos en busca del sueño americano.

Tras los incidentes, el mandatario de Honduras, Juan Orlando Hernández, instó a su homólogo de Guatemala, Alejandro Giammattei, a investigar la represión de los agentes del orden contra miles de hondureños.

Ante lo sucedido, el Instituto Nacional de Migración de México restringió el paso de cientos de guatemaltecos que querían entrar a la nación por el río Suchiate de forma irregular para realizar compras, actividades turísticas y comerciales.

Después de cinco días de recorrido, los ánimos de continuar no eran los mismos. Miles de hondureños regresaron abatidos a su tierra tras un fallido intento por arribar en caravana a Estados Unidos, imposibilitados por las políticas migratorias y sanitarias de Guatemala.

El miércoles 20 de enero, más de 1.800 migrantes retornaron a Honduras, informó el Instituto Nacional de Migración de ese país. Los reportes indican que poco a poco las personas que integraron la caravana están volviendo a su nación mediante gestiones de las autoridades consulares, reveló el portal Voz de América.

¿Por qué escapar de Honduras?

Hasta el año 2017, Honduras era la nación más violenta del mundo. En la actualidad, ha mejorado levemente, pero continúa estando en el tercer lugar de los países más violentos de América y es el más violento de Centroamérica, contó el politólogo Alonso Cárdenas en conversación con La República.

Según datos de InSight Crime, un sitio especializado en temas de violencia y narcotráfico en Latinoamérica y el Caribe, el país centroamericano es un estado prácticamente fallido, es decir, su deterioro es acelerado y su debilidad es grande, y eso hace que prácticamente la población —sobre todo gente joven— busque mejores oportunidades fuera de la frontera.

“El tema de la violencia es una de las explicaciones más importantes y fundamentales del origen de la migración hondureña, básicamente hacia Estados Unidos. Otro es la extrema desigualdad y la pobreza”, explicó Cárdenas.

En tanto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que a “los motores fundamentales de la migración” en América Central, como la pobreza, la falta de empleo y la violencia, se suman los acontecimientos recientes, en específico la pandemia del nuevo coronavirus y los huracanes Eta y Iota.

Fenómeno transnacional que necesita una estrategia regional

La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) Honduras alertó que las caravanas migrantes evidencian que la migración es un fenómeno trasnacional que debe ser atendido con un enfoque de derechos humanos, y requiere estrategias regionales para atacar sus orígenes estructurales.

El sociólogo Rolando Sierra, titular de FLACSO Honduras, dijo a la agencia EFE que las caravanas de migrantes —un acto que empezó en octubre de 2018 en la nación de Centroamérica— refleja que la migración es “un fenómeno trasnacional”.

Sierra subrayó que migrar es un “derecho de todas las personas”, por lo que Centroamérica, México y Estados Unidos deben garantizar una perspectiva de DD. HH. sobre la migración y “no un enfoque de represión y de control”, como ocurrió los últimos días en Guatemala contra miles de hondureños que tratan de llegar a Norteamérica en una caravana.

“Verdadero infierno”

“Lo que atraviesan los migrantes que salen de Centroamérica hacia Estados Unidos es terrible. Están expuestos a la trata de personas y a caer en manos de bandas internacionales como las delincuenciales”, acotó el politólogo.

Para Cárdenas el cruce entre la frontera de Guatemala y México es mucho peor que el de México con Estados Unidos. Si los migrantes arriban a la nación norteamericana, están en manos de los coyotes. Además, se registran asesinatos e inclusive esclavitud sexual.

“Realmente es un tema muy desagradable. Lo que viven los migrantes que van desde América Central hacia Estados Unidos puede calificarse como un verdadero infierno”, sostuvo el especialista.

Niños hondureños regresan con traumas

Más de un centenar de menores de edad que formaban parte de la caravana que partió la semana pasada hacia Guatemala desde Honduras fueron asistidos por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

El 80% de los pequeños viajaban solos, y mientras van volviendo a su país, la entidad ha advertido que muchos de ellos los hacen lastimados, intensamente exhaustos o con traumas psicológicos.

Por su parte, Save the Children alertó de la situación de alto riesgo de explotación y trata al que se enfrentan cerca de 1.400 infantes centroamericanos que forman parte de la caravana de migrantes, quienes el 15 de enero, salieron desde Honduras camino a Estados Unidos.