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Jaime Labarca: “Para ganar tiempo, la vacuna se produce en paralelo”

Entrevista al jefe del Departamento de Enfermedades Infecciosas de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Colabora. Catedrático habla del aporte de Chile al estudio.
Colabora. Catedrático habla del aporte de Chile al estudio.

Los países, cuyo desarrollo de la vacuna contra la Covid-19 se encuentra en etapas muy avanzadas, vieron en América Latina el espacio idóneo para iniciar la fase III de sus estudios clínicos. Jaime Labarca, especialista de la Universidad Católica de Chile, institución que tendría acceso al estudio de la potencial vacuna, nos habla del gran desafío que le espera a la región en este sentido.

¿En qué consta la fase III del estudio de la vacuna?

Se trata de tener una evaluación mayor de seguridad a nivel poblacional, replicar el estudio de inmunogenicidad en una escala mayor o en grupos que no fueron cubiertos en la fase II del estudio para tener mayor información, pero lo más importante es evaluar si las personas que se vacunaron se enfermaron menos que las personas que no recibieron la vacuna.

El siguiente paso ya sería la producción en masa...

Claro. Por ejemplo: en los datos de seguridad de la vacuna de Oxford, la capacidad para producir anticuerpos es muy buena; por lo tanto, para ganar tiempo la vacuna se está empezando a producir en paralelo, cosa que cuando la fórmula esté aprobada ya tendría millones de dosis para poder distribuirlas. Eso probablemente lo estén haciendo quienes ya pasaron a la fase III.

¿Es positivo hacer estas proyecciones?

Los investigadores tienen proyecciones positivas, sino no se embarcarían en una industria tan grande. Se puede caer. Habitualmente, no empiezan a producir hasta que no tengan datos de los estudios clínicos, pero en este caso la carrera es contra el tiempo. Si la vacuna fracasa, se van a tener que quedar con las dosis guardadas, pero si es un éxito, venderán todas las dosis y tendrán que producirlas en mayor escala.

¿Qué deben hacer los países de América Latina para también acceder a estas vacunas ya avanzadas?

Los chinos y los ingleses tienen una epidemia bastante controlada en estos momentos, ellos no pueden sacar conclusiones muy rápidas en sus propios países y América Latina es el continente atractivo porque tiene más casos. China, mediante la empresa Sinovac, está tratando un convenio con la Universidad de Católica de Chile. Además, apuntamos a otros dos convenios más.

¿El Perú y otros países deberían hacer un bloque para apostar a conseguir una vacuna de prueba en la fase III?

No, pues se trata de una alianza entre una industria que produce y un país o un grupo de investigadores nacionales. Puede haber un interés inverso también. Es un buen momento para conseguir convenios a nivel de universidades y grupos de investigación científica. Es una oportunidad para colaborar y estar presente en el desarrollo de estas vacunas.

Otra cosa es cómo se va a distribuir las vacunas. Una cosa es participar de la investigación y otra dónde será la venta, pues evidentemente va a ser una necesidad de todos los países.

¿Lo recomendable sería que el fármaco sea considerado patrimonio mundial?

Claro, pero eso lo van a decidir los productores de vacunas y los organismos internacionales.