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Gemelas se reencuentran 50 años después gracias a la denuncia en un canal de televisión

Dolores Sosa Fernández sospechaba que tenía una hermana; sin embargo, su familia adoptiva nunca le había dicho nada. Una noche viendo las noticias quedó impactada al ver una mujer idéntica a ella.

Dolores y Mirta se vieron por primera vez cuando estaban por cumplir 50 años. Foto: Infobae.
Dolores y Mirta se vieron por primera vez cuando estaban por cumplir 50 años. Foto: Infobae.

Después de medio siglo, Mirta Santos y Dolores Sosa Fernández se pudieron conocer. Eran gemelas y ambas familias lo habían ocultado por miedo. Sin embargo, estas hermanas siempre lo habían sospechado.

La primera que comenzó con la búsqueda fue Sosa Fernández, luego de que una sobrina le contara el secreto más oscuro de su vida: era adoptada y tenía una hermana gemela, reseñó Infobae.

“Dijo que me habían ido a buscar a una casa en el campo, en Córdoba. Que de la casa había salido una chica que no tenía más de 13 o 14 años conmigo envuelta en trapitos, como harapos. Que les habían dicho que eran dos bebés, gemelas, pero cuando le preguntaron a la chica por la otra criatura, contestó: ‘A la otra bebé ya se la llevaron’” (sic.), señaló Sosa.

La mujer comenzó a contarle su historia a todos sus vecinos y conocidos. Una adolescente, hija de una amiga, le dijo que la había visto en la televisión, pero no era ella, sino su hermana Mirta. La menor no era la única que había observado la noticia, también otras personas lo habían hecho. La gemela de Dolores vivía en Buenos Aires, mientras que ella vivía en Neuquén, una provincia de Argentina.

Dolores volvió a casa, se sentó frente al televisor y esperó. “Pasaron horas, mi marido y mis hijos se fueron a acostar y yo me quedé sola en la sala. Y a eso de la una de la mañana arrancó una nota: era un reclamo de vecinos en Moreno. Hablaba la directora de una escuela, una portera creo, una vecina y de repente... aparecí yo. O sea, era yo, pero no era yo”. (sic.)

Dolores quiso decir algo, pero se le enredaron las palabras. Del alboroto se despertaron su marido, sus hijos.

La familia de la mujer dio con el paradero de una parroquia en la que Mirta Santos había colaborado durante toda la vida y fue gracias al Padre de una iglesia, que al principio no creyó la historia, que pudieron hablar a través de una llamada.

“En un momento me dijo ‘sabés Mirtita que tu nota en Crónica la vio mucha gente, mucha. Llegó a muchos lugares, de todo el país y bueno, la vio una persona muy especial'”, contó la otra gemela. Para sorpresa de todos, Mirta sí sabía retazos de su historia:

—¿Mi hermana?, ¿la vio mi hermana?—, interrumpió.

Fue a través de un video donde Mirta vio y escuchó la voz de su otra hermana: “Casi me desmayo cuando la vi”, recuerda Mirta.

El 28 de mayo del 2010, Mirta llamó a Neuquén y atendió el marido de Dolores, quien quedó en shock cuando escuchó el tono de voz. De inmediato corrió al Consejo Escolar, donde trabajaba su esposa, para decirle que la estaba llamado su gemela.

El 17 de junio del 2010 Dolores viajó a Buenos Aires para conocer a su hermana.

“Cuando la vi ahí parada no lo podía creer. Empecé a llorar tanto que no veía. Me hizo acordar a cuando nació mi hijo, tuve una sensación de nacimiento: olerla por primera vez, tocarla por primera vez...”, dijo Dolores.

Este año se cumplen 10 años del reencuentro de estas dos hermanas. Ahora hablan casi todos los días y viajan para verse junto a su familia cada vez que pueden.

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