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La inversión “plana” en educación: la comparación más dura del Perú con países de Latinoamérica

Economista del Banco Mundial reveló a La República que el promedio regional en semejanza con lo que gasta Perú en educación "esconde diferencias muy amplias".

El Banco Mundial brindó detalles sobre los recursos aportados para la educación en Perú. Foto: Bryan Rubio Soto (La República)
El Banco Mundial brindó detalles sobre los recursos aportados para la educación en Perú. Foto: Bryan Rubio Soto (La República)

En las últimas semanas expertos e incluso funcionarios han esbozado que a pesar de los años de crecimiento económico sostenido, Perú no hizo suficiente inversión social. Ahora, durante la pandemia del coronavirus, que lo deja como uno de los países más golpeados, la evidencia es mayor.

Ciro Avitabile, economista sénior de la Práctica de Educación del Banco Mundial, en comunicación con La República, precisó las estadísticas. Datos de la Unesco arrojan que en Perú el gasto público en el 2018 representó el 3,7 % del Producto Bruto Interno (PBI), “con una tendencia plana a partir de 2014”.

En comparación, las naciones de América Latina invierten en promedio un 4,53% del PBI. “En general, en nuestra región no se gasta lo suficiente en la educación”, acotó el analista de política internacional, Francisco Belaunde.

El Perú está efectivamente entre los que menos gastan respecto del PBI. Para poder juzgar plenamente los casos, hay que examinar la situación de cada país y ver qué partidas presupuestarias tienen más recursos y por qué”, afirmó Belaunde.

Variantes por territorio

Al enfocarse sobre el porcentaje de gasto público en educación con respecto al total, una medida del peso relativo que el Estado da en la materia con respecto a otros asuntos, se observa para el Perú un valor del 17,1 %, un poco por debajo del promedio regional (17,9 %), señaló el Banco Mundial.

Sin embargo, “este promedio esconde diferencias regionales muy amplias”, ya que en países como Costa Rica la inversión en educación representa el 26,1 %, mientras en Colombia alcanzó el 16 % en 2018, comunicó Avitabile.

En el caso de Colombia es razonable pensar, con cargo a ser confirmado, que los gastos en seguridad son comparativamente más altos, por el tema de guerrilla y de los otros grupos armados ilegales, expresó Belaunde.

El especialista consideró que en ese escenario hay “menos espacio para otros gastos e inversiones como la educación”. Contrario a lo que se ve en la nación centroamericana.

Costa Rica no tiene fuerzas armadas, lo que deja un mayor espacio presupuestario para aspectos como la educación”, agregó.

Perú, que este domingo llegó a 279.419 contagiados, es el sétimo país con más casos confirmados del mundo, según Worldometers, sitio web de referencia en cuanto a estadísticas en tiempo real. Además, suma 9.317 víctimas mortales.

Entrevistado por La República el ministro de Salud, Víctor Zamora, sostuvo que cada Estado tiene una “realidad” diferente e hizo un parangón con España.

“En otros países tienen otras realidades. Nosotros nos comparamos con lo que hubiese podido ocurrir en nuestro sistema. España, que es 1.5 veces más grande que el Perú en población, tenía 9,000 camas UCI cuando empezaron con su epidemia. ¿Nosotros? 100”, sentenció.

Por su parte, el internacionalista indicó que es necesario revisar el "tamaño de las burocracias que, según sea más o menos grande, ocupan una parte mayor o menor de los presupuestos".

“Lo mismo tendría que decirse del peso de los subsidios y prestaciones sociales, así como del pago de las deudas externas”, añadió Belaunde a este diario.

¿Nueva normalidad?

En el mundo se ha acuñado el término nueva normalidad para referirse al período poscoronavirus, una vez se haya eliminado el SARS-CoV-2 e incluso desde antes, con las medidas impuestas para evitar más brotes, pero con el retorno de labores habituales y una cuarentena más flexible.

Varios mandatarios latinoamericanos, incluido Martín Vizcarra, han destacado que la enfermedad COVID-19 obliga a reenfocar el PBI para darle más importancia a los recursos destinados a la educación y a la salud.

“Tras la cuarentena, el gasto público tendrá que restringirse en general. Muy probablemente, el peso de los gastos en salud aumentará. Tal vez habrá que esperar para ver lo mismo en educación”, aseguró Belaunde.