OEA: Más de lo mismo

¿Por qué fracasó la candidatura de Hugo de Zela a la secretaría general de la OEA? Para algunos estaba condenada desde la partida. Para otros de Zela partió con buenas posibilidades, pero la cosa se fue destejiendo por el camino. El gobierno peruano lo apoyó hasta el punto en que el triunfo de Luis Almagro se hizo evidente.

De Zela se lanzó a partir de la suposición de que un Caribe desencantado con Almagro y poco interesado en la ecuatoriana de izquierda María Fernanda Espinoza le allanaría la victoria a un peruano ubicado más o menos al medio. Por un momento la candidatura pintaba bien, hasta que empezaron a suceder algunas cosas.

Lo más importante fue la cerrada opción de Washington a favor de Almagro, con un grado de decisión que no había mostrado en el pasado. Con esto se confirmó la polarización del voto en torno al tema de Venezuela, y la idea de una candidatura de diálogo pasó a ser simplemente una candidatura de contemporización con Nicolás Maduro.

Con Washington en campaña por Almagro, de Zela ya no tuvo hacia dónde crecer. Tampoco lo ayudó que el propio Perú, como líder del grupo de Lima, no fuera la mejor plataforma para una candidatura ideológicamente intermedia. Cuando estos factores se hicieron evidentes, ya la candidatura de De Zela estaba lanzada.

En cuanto al Caribe, la distancia frente a Caracas ha ido creciendo, puesto que el petróleo venezolano ya no es tan atractivo. Pero para estos pequeños países dejar a Maduro para pasar a una posición intermedia, representada por un país mediano como Perú, no era una opción razonable. Mejor pasar de plano al voto por los EEUU.

Para Washington no asegurarse la victoria de Almagro hubiera equivalido a reconocer la debilidad de su política exterior frente a Maduro en todos estos años. Además la candidatura de De Zela anunciaba a todas luces una posición crítica frente a la polarización promovida por el departamento de Estado.

No era el momento del Perú. Como sí lo fue con Ollanta Humala, quien se resistió a darles paso a nuestros dos candidatos posibles (José Antonio García Belaunde y Diego García Sayán) porque no eran seguidores de su política interna. Desde entonces Almagro se lo viene agradeciendo.