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Corea del Sur: ¿sociedad modelo en la lucha contra la pandemia?

Prototipo. Rastreo mediante teléfonos móviles y sistema de pruebas ayudan a detectar a infectados y su entorno.

Por: Ernesto Carrasco

Tras registrar una oleada de contaminaciones, Corea del Sur logró reducir de manera significativa el número de nuevos casos de COVID-19, al mismo tiempo que conservó, al parecer, una tasa de mortalidad relativamente baja.

El último miércoles, Corea del Sur registraba 7.000 casos confirmados, lo que hace de ella el cuarto país más afectado. Pero luego el número de nuevos casos se redujo considerablemente, y solo 60 personas han muerto hasta ahora.

Triada de estrategias

Contrariamente a China, que escogió confinar a millones de personas, Corea del Sur adoptó una estrategia que combina información al público, participación de la población y una campaña masiva de pruebas.

“Las pruebas son una medida inicial crucial para controlar un virus”, considera Masahiro Kami, del Instituto para la Investigación de las Políticas Médicas, con sede en Tokio. Es “un buen modelo para todos los países”. Corea del Sur “actuó rápido y bien”, dice Marylouise McLaws, de la Universidad de Nueva Gales del Sur.

Tecnología de rastreo

Los teléfonos móviles y las apps son la clave. Una de ellas es Corona 100m. Mediante el empleo de datos públicos del Gobierno, los usuarios pueden ver lo cerca que se encuentran de un lugar donde ha estado alguien que ha sido confirmado como positivo de COVID-19.

La app también muestra la fecha en que se confirmó la enfermedad de un paciente, los datos demográficos del paciente y parte de su historial de localización. La aplicación además alerta si se acerca a menos de 100 m de un lugar visitado por alguien que haya dado positivo en el test del COVID-19.

Además se han creado aplicaciones en las que los usuarios pueden realizar consultas a los médicos acerca de sus síntomas. 120 médicos dan consejos e información en 30 minutos. Así se evita saturación de centros médicos y hospitales.

También hay un sistema de monitoreo que permite detectar a los allegados de todas las personas contaminadas de manera sistemática antes de proponerles hacerse una prueba. Los desplazamientos de los enfermos antes de ser diagnosticados positivos son rastreados a través de imágenes de videovigilancia, utilización de su carta bancaria o de la situación de su teléfono celular. Son enviados sms a las personas cuando un nuevo caso es detectado cerca de sus casas o de su trabajo. Miles se hicieron pruebas.

El Gobierno de Corea del Sur ha impuesto severas cuarentenas domiciliarias para no congestionar los hospitales.

Test rápidos y tempranos

Mediante un GPS se rastrea que se cumpla el confinamiento, y se les ordena a los infectados a reportar a los trabajadores sociales del Gobierno acerca de su mejoría.

Corea del Sur realizó más pruebas que cualquier otro país, a un ritmo de unos 10.000 por día y confirma los casos positivos en solo 10 minutos, lo que posibilitó enfrentar muy temprano los focos de infección.

El miércoles, el número total de pruebas efectuadas era de 220.000. El país tiene 500 clínicas habilitadas para realizarlas, entre ellas unas cuarenta clínicas ambulantes para reducir los contactos entre enfermos potenciales y trabajadores de la salud.

Ahora, la sangre de los pacientes recuperados también se está monitoreando y analizando. Los científicos han desarrollado una proteína "única" que puede detectar anticuerpos; se espera que ayude a crear una vacuna en el futuro.

Con el sistema de pruebas y el análisis de gran volumen de datos se localizó más enfermos y se redujo matemáticamente la proporción de muertes.

Corea del Sur aprendió de sus errores y de la carencia de pruebas disponibles en la crisis en 2015 del síndrome respiratorio del Medio Oriente (Mers).

(Con inf. AFP, BBC, TD).

Población respetuosa de las consignas

Las autoridades de Corea del Sur lanzaron una campaña de “distanciamiento social” exhortando a la gente a quedarse en sus casas, a evitar las congregaciones y a reducir los contactos. Esto tuvo como consecuencia que barrios por lo regular muy frecuentados se vaciaran, mientras almacenes y restaurantes tenían dificultades para atraer a los clientes.

Muchos acontecimientos deportivos o culturales fueron anulados y el porte de la mascarilla protectora se generalizó, como lo pedía el Gobierno, que pudo contar con una población muy respetuosa de las consignas.

El jueves se registraron 110 nuevos casos, lo que eleva el total de personas infectadas a 7.979. El mismo día, el número de pacientes completamente curados y dados de alta del hospital ascendió a 177, informó la misma fuente. El primer ministro, Chung Sye-kyun, declaró que el Gobierno “no debería dormirse en los laureles”

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