La iglesia española prohíbe estrechar las manos en la paz durante misa para prevenir contagio de Coronavirus
Luis Argüello, secretario general de la Conferencia Episcopal Española, manifestó en rueda de prensa las medidas que se deberán tomar en las iglesias para evitar propagación del COVID-19.
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Ante la rápida propagación que ha tenido el coronavirus en España, la iglesia española ha decidido tomar medidas para prevenir el contagio de COVID-19 entre los asistentes a la misa, una de ellas es la prohibición a estrechar manos en la paz en misa.
Las indicaciones generales que brindó en conferencia de prensa luego de la Asamblea Plenaria son cinco, y van más allá de las recomendaciones de higiene que ha brindado Sanidad para todo el país, ya que se ha centrado específicamente en las reuniones que se llevan a cabo en las iglesias, modificando las acciones protocolares.
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El obispo auxiliar de Valladolid manifestó que se retirará el agua bendecida de la entrada de las iglesias, ya que en estos casos es lo más conveniente. Del mismo modo, pidió suspender los besos o estrechar las manos en la paz en las misas. “En el momento de ofrecer el signo de paz, puede utilizarse otro gesto más reverencial de inclinación de unos a otros”, aconsejó Argüello.
Asimismo, los besapiés y besamanos han entrado a cuarentena. El secretario general de la Conferencia Episcopal Española indicó que “los gestos de devoción a las imágenes pueden realizarse de distintas maneras. Por ejemplo, que tome protagonismo la mirada a la talla o la inclinación del cuerpo”.
Protocolo también aplicado a sacerdotes
La prevención no solo se aplicará entre los asistentes a misa y devotos en la iglesia, sino que también entre sacerdotes. Respecto a esto, Luis Argüello recordó el protocolo de higiene básico: “los ministros que distribuimos la comunión, hemos de lavarnos las manos antes y después de distribuir la comunión”.
En otro momento también se mostró defensor de continuar con las iglesias abiertas: “nos parece importante mantener los templos abiertos. Quizá este virus mundial nos sorprende y genera situaciones de preocupación y angustia”, apuntó, resaltando además que la devoción “no nos va a curar la enfermedad, pero sí nos van a hacer que el virus del miedo se detenga”.
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