Jeanine Áñez desmonta el legado de Evo Morales en Bolivia, afirma internacionalista

La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, se ha enfocado en “desmontar el legado” del exmandatario Evo Morales en vez de abocarse a su objetivo primordial: convocar comicios lo más pronto posible, aseguró el internacionalista Ramiro Escobar.

En un contacto telefónico con La República, Escobar opinó que Áñez “prácticamente lo que ha hecho es desmontar el Gobierno de Evo Morales (2006-2019), cuando su principal misión es convocar elecciones” en un plazo de 90 días.

Preguntado sobre la resolución del Ejecutivo interino de romper las relaciones con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, el experto afirmó que “no son decisiones que debería tomar”.

“A mí me parece que le correspondería al presidente electo, en cambio su principal objetivo es dar un cronograma electoral”, reiteró Escobar, quien consideró que la exsenadora “tiene ánimos de restauración”.

Áñez, quien asumió el martes el cargo, anunció la salida de Bolivia de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de los Pueblos (ALBA-TCP) y analiza el retiro de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).

“Está en consonancia con la primera decisión porque el ALBA es un organismo político creado por Hugo Chávez, donde están los países más cercanos a Venezuela”, declaró Escobar, quien a su vez, mostró su sorpresa por el caso de la Unasur.

“Nuevamente está en la lógica de desmontar el legado de Morales sin llamar a elecciones”, subrayó.

Conflicto con Cuba

En su primera semana en el cargo Jeanine Áñez también decidió repatriar 725 ciudadanos cubanos que cumplían funciones de cooperación en diferentes áreas, mayormente en la salud.

Para Ramiro Escobar es un “error” dado que Cuba envía misiones de médicos cubanos a varios países, especialmente de África, para cumplir con labores estrictamente profesionales.

“No debería ponerse en esa clave ultraconservadora para pensar que está restituyendo la democracia”, dijo.

¿Elecciones sin MAS?

La presidenta interina de Bolivia ha dejado entrever que el Movimiento al Socialismo (MAS), partido de Evo Morales, podría ser apartado del proceso electoral en ciernes.

Ante esto el especialista fue tajante: “Una cosa es Evo y otra cosa es el MAS, no se debe excluir a una fuerza que representa por lo menos la mitad de los votos” de los comicios del pasado 12 de octubre.

En esa oportunidad Morales ganó con el 47,08% de los votos, mientras que Comunidad Ciudadana del opositor Carlos Mesa obtuvo 36,51%. “Si bien Evo cometió tropelías e irregularidades”, Escobar recordó que el MAS aun tiene un gran peso en la democracia boliviana.

¿Qué esperar entonces de Jeanine Áñez?

Escobar indicó que lo lógico es la convocatoria inmediata de los sufragios para dilucidar la tensa situación que se vive en el país entre los sectores que aun apoyan a Morales y quienes celebran que haya renunciado tras casi 14 años en el poder.

Sin embargo, mencionó que para él lo mejor sería una negociación entre los partidarios de Morales y la oposición, “que tiene dos facciones: la más dura con (el dirigente sindical) Luis Fernando Camacho y la más moderada, con Mesa”.

“Lo más saludable es que se sienten las partes, con la colaboración de la Iglesia católica y de Naciones Unidas”, sostuvo Escobar.

Los conflictos en Bolivia han dejado 23 fallecidos y más de 700 heridos según el último reporte de la Defensoría del Pueblo, en distintos hechos que comenzaron después de los polémicos comicios de octubre.

Constitución de Bolivia exige elecciones

El artículo 169 de la Constitución de Bolivia indica que, ante la renuncia del presidente, este será reemplazado por el vicepresidente, y en caso de no haber uno a disposición, el presidente del Senado asumirá las riendas del país altiplánico.

Y de no contar con uno, quien toma el cargo es el presidente de la Cámara de Diputados, obligado a convocar a nuevas elecciones en un plazo máximo de 90 días.