Creyó que tenía un vello encarnado en su vagina, pero le diagnosticaron cáncer
“Pongo mi rostro porque quiero ayudar a prevenir”: Marisa Strupp contó cómo fue su recuperación tras padecer el poco frecuente melanoma vulvar en etapa 2.
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La vida de Marisa Strupp dio un vuelco tremendo cuando los doctores le detectaron un cáncer en la parte más inesperada de su cuerpo.
La joven de 29 años recuerda que era un bulto rosado e indoloro, ubicado dentro de su vagina. Lo notó por primera vez en marzo del año pasado, según contó al programa Today, de Estados Unidos.
Entonces, Marisa Strupp empezó a visitar varios consultorios: primero acudió donde su médico, luego a un dermatólogo y finalmente a un ginecólogo que le confirmó el mal: un melanoma vulvar en etapa 2.
“El ginecólogo dijo que parece un cabello encarnado que nunca llegó a un punto crítico”, recordó.
Marisa Strupp lleva un mensaje poderoso sobre el cuidado de la salud. Foto: Instagram.
El especialista escaneó sus ganglios linfáticos para ver si el cáncer se había diseminado y programó la extracción de cuatro ganglios, como medida de precaución.
Lo que vino después fue un tratamiento con inyecciones de inmunoterapia mensuales a lo largo un año: un proceso que le ha costado esfuerzo, lágrimas y cuidado extremo.
Marisa Strupp lleva un mensaje poderoso sobre el cuidado de la salud. Foto: Instagram.
“Es muy frustrante y no saber por qué. Definitivamente fue difícil para mí ”, dijo.
Un mal aislado
Los médicos no están con exactitud cómo se desarrolló el melanoma vulvar en etapa 2.
Si bien el “virus del papiloma humano” puede causar cáncer de vulva, Marisa Strupp había recibido las dos dosis recomendadas de la vacuna contra esta infección sexualmente transmitida.
De acuerdo al hospital Johns Hopkins Medicine, solo el 0.6% de los cánceres en mujeres son vulvares. La mayoría de los melanomas vulvares son de color marrón oscuro o negro, pero también pueden ser blancos, rosados, rojos u otros colores.
Los síntomas del cáncer vulvar incluyen un bulto, picazón o dolor, y sangrado o secreción. Además, el melanoma puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, incluso en áreas que nunca ven la luz del día.
Marisa Strupp intentó encontrar grupos de apoyo para el melanoma vulvar y no tuvo mucho éxito. La mayoría de los pacientes que conoció eran mucho mayores.
“Estaba tratando de obtener más información desde la perspectiva del paciente, pero cuando hablé con todos, me frustré porque nadie tenía mi edad”, indicó.
Marisa Strupp lleva un mensaje poderoso sobre el cuidado de la salud. Foto: Instagram.
“Patearle el trasero al cáncer”
Es por ese motivo que comenzó a compartir su historia en Instagram. Ella quería conectarse con otros con experiencias similares, pero también ayudar a otros compartiendo su historia.
"Cuanto más y más podía hablar sobre eso, podía sanar emocionalmente”.
Marisa Strupp dijo que anhela que las personas se den cuenta de lo importante que es cuidar la salud. “Confía en tu instinto hasta que te sientas bien. Realmente quiero que las personas sean realmente conscientes de sí mismas si algo no se siente bien”.
Sus amigos, familiares y novio, Sojan Arezina, la apoyaron durante todo el tratamiento y eso la ayuda a mantener una actitud positiva.
“El cáncer no es un identificador para mí. Es algo que vino a mi vida y estoy trabajando para patearle el trasero. Voy a seguir adelante", concluyó.
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