Mató a dos mujeres, se comió a una y ahora es chef en la prisión donde se encuentra
Antes de convertirse en cocinero en Broadmoor (Reino Unido), Graham Fisher fue sometido a una intervención de banda gástrica porque había superado los 130 kilos debido a su apetito voraz.
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Un asesino que se comió la carne de una de sus víctimas ha sido encomendado a la elaboración de la comida en la prisión psiquiátrica donde está internado. Graham Fisher, de 46 años, pasó de ser el ‘sádico sexual’, como se le conoce, a chef.
La pena que recibió el asesino por sus crímenes fue de 21 años en uno de los hospitales más seguros de Gran Bretaña, Broadmoor. Sin embargo, ahora prepara pollo al curry, pizzas y bizcochos a sus compañeros de prisión, afirma Mirror.
En una carta que Fisher le escribió a su amigo, este le confiesa que le “encanta cocinar”. Su nueva labor dentro de Broadmoor lo tiene contento.
“Hice un bizcocho con sabor a banoffee, un bizcocho de jengibre y un bizcocho de limón”, le cuenta.
“También me gusta hacer pollo al curry. mi favorito es el queso, el tomate y la cebolla en tostadas cocinadas al horno”, agrega.
Graham Fisher
Los crímenes
Graham Fisher asesinó en 1998 a Clare Letchford, de 48 años. Era su vecina y aprovechó la cercanía para elegirla como víctima. La estranguló y luego le cortó un pedazo de carne del brazo y se lo comió.
Ocho días después, se supo de otro asesinato. Beryl O’Connor, de 75 años, también fue estrangulada y el autor del crimen era Fisher. Sin embargo, ambos casos habían quedado sin resolver por muchos años.
En el 2008, cuando el ‘sádico sexual’ ya estaba internado en Broadmoor por haber agredido sexualmente a dos estudiantes españolas con un cuchillo, Fisher confesó haber cometido las muertes mencionadas.
La víctimas de Fisher.
La razón por la que Fisher fue a parar a una prisión psiquiátrica y no a una carcelaria fue debido a que su peritaje psicológico arrojó demencia criminal para su caso. No obstante, los fiscales habían determinado que se trataba de un asesino sádico.
Afición a la cocina
Antes de ocupar el cargo de cocinero en Broadmoor, Fisher fue sometido a una intervención con banda gástrica, debido a su exceso de peso. Poseía un apetito excesivo que lo hizo subir a más de 130 kilos.
Ahora, según explicó el criminal a su amigo, pretende cocinar y ayudar a las personas “con traumas”. No obstante, dice ser consciente de que es poco probable que esto suceda a causa de su historial criminal.
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