Relatos. Mariana Zuvic fue testigo de muchos episodios de la pareja Néstor y Cristina. Es autora del nuevo libro El origen en el que narra hechos de violencia entre ellos, y el nexo de la fortuna de la pareja con militares. Aquí extractos del libro.,Nunca voy a olvidar la última vez que visité la casa de Néstor y Cristina Kirchner en Río Gallegos. Mi familia los conocía de toda la vida. Mi papá, Miguel Ángel Zuvic, nació en Puerto San Julián, pero se fue a vivir a la capital de Santa Cruz para cursar la secundaria en el Colegio Nacional República de Guatemala, donde iban todos. Allí conoció a Néstor y se hicieron amigos [...]. "Ambos se gritaban" Yo estaba sentada en el living, mirando la televisión, hasta que de golpe empecé a escuchar gritos que provenían de la habitación y ruidos de objetos que caían, como si los estuviesen tirando al piso o estrellándolos contra las paredes. Eran ellos dos, que se tiraban cosas —adornos, platos, muebles— y se insultaban sin percatarse de mi presencia en la habitación de al lado. En un momento, Cristina salió del cuarto y pasó por el living donde yo permanecía estupefacta frente al televisor. Recuerdo algo que recién ahora puedo describir con conciencia […]. PUEDES VER Cristina Fernández irá a juicio por presunto encubrimiento de terroristas Cristina se dirigía al quincho. Él la siguió. Ambos gritaban, se insultaban y seguían tirándose cosas a su paso. En ese momento, sentí por primera vez cómo late el corazón cuando una persona siente miedo. Máximo lloraba. Cuando nos vieron ahí, ella se dio cuenta de que yo estaba incómoda. Interrumpió la discusión, volvió a la habitación, se cambió de ropa y vino con mi tapadito azul. Iba maquillada "como una puerta", como cada vez que salía a la calle según ella admitió luego, y se había puesto sus muchos anillos en los dedos. La fortuna [...] A principios de los años ochenta comenzaron a amasar una fortuna en calidad de "abogados exitosos" que embargaban, remataban y se aprovechaban de los habitantes endeudados de Río Gallegos. Cuando Kirchner fue elegido intendente de la ciudad en 1987, los encuentros entre Néstor y mi papá se espaciaron, pero durante varios años mis padres siguieron encontrándose con él y Cristina en celebraciones familiares y reuniones sociales. [...] Ahí los Kirchner solían compartir mesa con mis padres hasta que se produjo un episodio que para mi mamá marcó el fin de la relación entre ambos matrimonios: fue en una fiesta del Boxing, cuando Cristina salió a bailar con un militar muy buen mozo, del más alto rango del regimiento de Río Gallegos, y Néstor se volvió loco. Sin reparar en los cientos de miradas que se posaban sobre ellos, la tomó del brazo, la sacó por la fuerza del salón del primer piso y la arrastró por la escalera hacia la planta baja a los gritos. Fue un escándalo, con insultos a la vista de media ciudad... Los primeros signos de la prosperidad inesperada de los Kirchner se vieron en la multiplicación de casas que fueron adquiriendo a un ritmo sostenido: entre 1977 y 1982 compraron veintiuna propiedades. Todos en Río Gallegos, que en aquellos años apenas superaba los cuarenta mil habitantes, lo sabían. [...] Mediante la asociación con Finsud, que había otorgado cientos de créditos para la compra de electrodomésticos, autos, casas y campos en la provincia, Néstor y Cristina se convirtieron en los únicos abogados habilitados para el cobro de deuda en Río Gallegos. Con el impulso de la 1050, los juicios se multiplicaron en la ciudad, y Finsud, gracias a la mano firme de los Kirchner, pasó a destacarse por la velocidad con que conseguía aprobar sus ejecuciones. Pero la verdad completa es que, a través de Finsud, Néstor Kirchner lavó plata de la dictadura. Su primera fortuna la amasó de esa forma, como un testaferro de los militares. Cuando Néstor murió Yo estaba en Río Gallegos cuando Néstor murió... Encontraron el cuerpo varias horas después de que murió. En la casa de El Calafate solo había un médico presidencial. Le hicieron tácticas de reanimación, pero estas no sirvieron de nada porque ya era demasiado tarde. Cristina estaba histérica. Le gritaba al cadáver: "¡Hijo de puta, me dejás sola con este quilombo! ¡Despierten a este hijo de puta!". No permitía que lo subieran a la ambulancia ni quería que le hicieran una autopsia... Al final lograron subirlo y lo llevaron al hospital. El informe médico de presidencia dijo que Néstor Kirchner murió a las 9.15 de la mañana, pero la verdad es que había muerto varias horas antes.