Retiro CTS: ¿qué falta para la liberación de fondos?
Senamhi: alerta roja por fuertes vientos y lloviznas

Jerimot Caballero Nieto: “Hay muchas montañas, solo con empeño las podemos conquistar”

Jerimot logró su hazaña gracias al programa “Vientos de cambio”, impulsado por Columbia Sportswear Perú. Ahora se alista para conquistar el Everest, la montaña más alta del planeta.

1
1

A 4.200 msnm, allí donde casi se acarician las nubes, Jerimot Caballero Nieto creció admirando la cordillera. En Cashapampa (Áncash), los niños como él se persignan cuando llueve y miran a la tierra con reverencia porque fecunda. Hace cuatro años conoció a Víctor Rímac, un guía de alta montaña que, asombrado por esas virtudes, lo invitó al proyecto “Vientos de cambio”. Tras una preparación rigurosa y diez horas de camino, Jerimot a sus 15 logró llegar a la cima del Aconcagua. Fue a mediados de enero. En plena expedición le cantaron cumpleaños.

Eres el único niño peruano en llegar al pico más alto de América.

Así dicen. En realidad, eso ha hecho que mi vida cambie mucho. Ahora estoy en cuarto de secundaria y ya sé a lo que me voy a dedicar. Me siento feliz.

Te cuento que a la capital le dicen “Lima la horrible”. ¿Cómo es Cashapampa?

Todo es tranquilidad, paz, cariño, convivencia, amistad, compartir. Allá mis padres venden bebidas para turistas en el campo base del Alpamayo. Yo tenía tres meses de nacido cuando me llevaron por primera vez. Así crecí. Viendo a turistas mientras pensaba: alguna vez iré como ellos. En 2016 conocí al señor Víctor y me invitó a ser parte de “Vientos de cambio”. Muchos niños tenían esa ilusión como yo. Recibíamos talleres, entrenamiento.

Pero solo tú fuiste seleccionado para Argentina.

Como dicen, los sueños son de quienes persisten. El año pasado un equipo de Columbia Perú, que lo lleva a cabo, viajó a Áncash y nos entregó kits especiales. Fue entonces cuando Víctor Rímac y Nims Dai –récord mundial por ascender las 14 montañas más altas del mundo en 7 meses– me invitaron a hacer la cumbre del Aconcagua (Argentina, 6.262 msnm) y dije sí, vamos.

¿Cómo fue esa aventura?

El 6 de enero viajamos al campo base para aclimatarnos. El 14 estuvimos listos para empezar el ascenso al campo I. Allí cumplí 15 años (risas). Al día siguiente avanzamos hacia el campo II, conocido como “Nido de cóndores”. Recién el 16 comenzamos el ascenso hacia la cumbre. Fueron once horas de camino. Mientras se me congelaban los talones decía: ya falta poco, lo voy a lograr. Llegar fue la felicidad.

Me dijiste que tu vida ha cambiado mucho desde entonces.

Sí, he conocido a personas que piensan de otra forma, que aman a la naturaleza. Los montañistas son mis amigos.

¿Qué cima buscas conquistar ahora?

El Everest (Himalaya, 8.848 msnm), la más alta del planeta.

Últimamente estamos desacostumbrados a historias sorprendentes como la tuya. ¿Qué mensaje nos dejas?

Quisiera decirles que en nuestro camino hay muchas montañas y solo con perseverancia y empeño las podemos escalar. Imposible es una palabra que debemos sacar de la cabeza.