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Género

Argentina: víctima de violencia obstétrica va a la ONU en busca de reparación

Por primera vez, una argentina acude a instancias internacionales tras conocer que otras embarazadas como ella han sido violentadas por los profesionales de salud.

violencia obstétrica
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En febrero de 2018, María —nombre ficticio de una víctima de violencia obstétrica— llegó a un centro de salud privado de Buenos Aires (Argentina) para dar a luz; sin embargo, fue agredida antes y durante el parto, lo que ocasionó que su bebé naciera con una fractura en la clavícula.

La mujer de 39 años se ha convertido en la primera argentina en presentarse ante el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (Cedaw) de Naciones Unidas para reclamar una reparación.

Después de casi tres años de agotar todas las instancias existentes en el país y no recibir reparación alguna por la vulneración de derechos que sufrió, María decidió denunciar su caso ante la ONU.

“Esto constituye una denegación de justicia y una inobservancia de las obligaciones del Estado Nacional”, indicó la organización Justicia y Reparación que está llevando la defensa de María.

La historia de María

Un día antes de dar a luz a su hijo, la obstetra y ginecóloga le comunicaron a María que le harían “una inducción para que nazca el bebé”.

“La partera, a quien yo había visto de paso alguna vez, me puso una línea, se me inflamó la mano, me quedó un hematoma. Después vino con un palito, intentando romper la bolsa. Me hizo tacto varias veces y me llevó a la sala de parto, donde no dejaron entrar a mi compañero”, contó la joven de 39 años a Telám.

La mujer recuerda que al despertarse vio a mucha gente en la sala de parto y al único que reconoció fue a su pareja. “La partera hizo fuerza con sus antebrazos sobre mi panza, como intentando bajar al bebé. Grité. Mi compañero estaba paralizado, y ella le decía: ‘La tengo que ayudar porque no sabe hacer fuerza’”, rememora.

La maniobra de Kristeller, usada por esta partera, consiste en ejercer presión sobre el abdomen de la mujer con el supuesto fin de facilitar la salida del feto por el canal de parto. No obstante, la OMS ya ha advertido que esta técnica no debe ser usada porque puede generar daños físicos y psicológicos en la madre y el hijo.

“En cuanto a la presión fúndica del útero (Maniobra de Kristeller) no hay evidencia que avale que deba ser realizada; es más, puede ser perjudicial tanto para el útero como para el periné y el feto”, dice la Guía para la Atención del Parto Normal en Maternidades, del Ministerio de Salud.