Los 94 años de la reina Isabel II: la monarca británica celebra su cumpleaños en confinamiento

Un 6 de febrero de 1952, la reina Isabel II asumió el trono del Reino Unido y se ha convertido en el símbolo de la corona británica. Con motivo de su cumpleaños número 94, este 21 de abril, repasamos los pasajes históricos que marcaron su vida tanto en el aspecto personal como político.

Isabel Alejandra María (en inglés Elizabeth Alexandra Mary) nació en el año 1926 en la calle número 17 de Bruton Street de la ciudad de Londres. Hija del príncipe Alberto, duque de York (más tarde rey Jorge VI) y su esposa Isabel, duquesa de York (más tarde reina Isabel), quienes no pensaron en que aquella pequeña se convertiría más tarde en la soberana de Inglaterra.

Su única hermana fue la princesa Margarita de Reino Unido, quien nació en 1930. Ambas fueron educadas en su casa bajo la supervisión de su madre y Marion Crawford, la institutriz “Crawfie”, quien años más tarde publicó su libro titulado The Little Princesses. Su enseñanza abarcó principalmente historia, lenguaje, literatura y música.

Isabel se casó con el príncipe Felipe, teniente Philip Mountbatten, con quien tuvo 4 hijos. En los años 50 nacieron el príncipe Carlos y la princesa Ana y luego por los años 60; príncipe Andrés, Duque de York, y el príncipe Eduardo, conde de Wessex.

Luego de la muerte del rey Jorge VI, con 25 años de edad fue coronada como Isabel II en el monasterio de Westminster, a través de una ceremonia retransmitida por radio y televisión al mundo entero, generando su popularización en la prensa británica. Fue la primera vez que más de 20.000.000 ingleses eran espectadores desde sus casas del ascenso al trono de la monarca más joven de la historia de la corona.

Desde que asumió el trono, la nueva soberana comenzó a demostrar su gran capacidad para el cargo de reina. Cada mañana, leía minuciosamente todos los asuntos importantes para el mundo y muy especialmente para Inglaterra, su país. Luego, discutía y debatía sobre los mismos en busca de una postura propia a favor de la dignidad del entonces imperio británico.

Una vez a la semana, se reúne con el Primer Ministro y sigue rigorosamente cada una de las incidencias que han de ser tratadas. Incluso en periodos vacacionales, Isabel II se mostraba infatigable y es que consideraba un deber y compromiso se reina del Reino Unido.

En 1992, en su habitual discurso televisado por Navidad, no dudó en calificar aquel año de annus horribilis a causa de la separación de sus hijos, Carlos y Andrés, y al dantesco incendio que arrasó a buena parte del castillo de Windsor, su Casa Real.

Una década más tarde, ese annus horribilis regresó y envolvió en una profunda tristeza a la reina Isabel II y es que su única hermana y su madre fallecieron. Con el amor de sus hijos y nietos, la monarca de Inglaterra volvió a reconstruirse como esa mujer entera e impasible que continúa a pesar de los estragos de la vida.

La soberana de Reino Unido fue una reina que llamaba la atención de la prensa británica. Empezó con aquella mediática ceremonia en su coronación, pero sin duda resaltaba principalmente por tres aspectos: mantenía un glamur especial e intrínsico de la realeza; fue la reina más joven de la monarquía y marcaba un hito en la historia británica, la nueva era isabelina.

Por otro lado, su reinado fue protagonista de la innovación constitucional del imperio del Reino Unido. Elizabeth Alexandra Mary fue la monarca de la Commonwealth (Mancomunidad) de siete países independientes (Reino Unido, Canadá, Australia, Nue­va Zelanda, Sudáfrica, Pakistán y Ceilán) por lo que se la tituló la reina de la Commonwealth.

En la época postcolonial, vio diluirse el poder político y territorial de la coro­na británica ante el avance de la descolonización por lo que tuvo que renunciar a su antiguas colonias. Mostró carácter ante la crisis y la rebeldía de algunos países de la mancomunidad, tomando decisiones sólidas por el bien de su reino.

Desde 1956 hasta 1992, Isabel II fue proclamada reina de 25 países de la Commonwealth, además de los siete ori­ginales (total 32); sin embargo, la mitad (16) se convirtieron en repúblicas como Pakistán, Sudá­frica y Ceilán (ahora Sri Lanka). Aunque todos, salvo Pakistán, continúan en la Commonwealth, que cuenta ahora con 54 esta­dos miembros.

Su vida en la corona no estuvo exento de los escándalos que tuvo que afrontar ante la exposición de su vida privada como la de los miembros de la Casa Real. Uno de los mayores alborotos que enfrentó la soberana y que incluso, debilitó su poder en el trono, fue el mediático matrimonio de Carlos de Inglaterra y Diana Spencer, que fue el blanco de los medios sensacionalista.

Sin embargo, la reina Isabel II, con más de seis décadas en el trono, se mantuvo firme ante cualquier circunstancia, catalogándola como la monarca más longeva de la historia de la corona británica y en una institución en sí misma.