La narrativa del fraude, nueva estrategia que pretende unificar al cuerpo fujimorista

Dos días antes de las elecciones, cuando las encuestas por fin parecían mostrarle animosamente los dientes en medialuna, la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, ratificó su intención de, en aras de esa superstición que parece ser la democracia, “respetar los resultados como debe ser”. Con la esperanza que sirve de antesala para el júbilo o la desdicha, se aventuró, además, a sugerir que “a partir del día 6 de junio lo que tenemos que trabajar es en la unidad de todos los peruanos”. Sin embargo, 10 días después del primer conteo rápido de Ipsos Perú/América TV, en el que se vaticinaba la victoria de Pedro Castillo, el fujimorismo apela una vez más a la democracia para incitar a sus tropas amparado en el susurro de una lisura que deviene en fraude.

La felicidad duró lo que dura un flash para el fujimorismo, porque a boca de urna eran ganadores en una virtualidad que no se llegó a materializar. Y ya más entrada la noche, al 42.030% de actas contabilizadas, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) dio los primeros resultados oficiales donde ponían como ganadora a Keiko Fujimori con un 52.905%, casi seis puntos porcentuales por encima de Castillo. A partir de entonces se activó el reloj de arena y la cifra obtenida por Fuerza Popular sucumbió ante la inequívoca gravedad.

Tres días después, cuando se voltearon las cifras oficiales y Castillo sacó ventaja, la candidata de Fuerza Popular advirtió durante una conferencia de prensa que se trataría de “un fraude en la mesa que consideramos inaceptable” y, por tanto, anunció que pediría la nulidad de 802 mesas de sufragio ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), lo que equivale a 882.200 soles. En simultáneo, los simpatizantes del partido salieron a las calles con banderolas, bombo y desparpajo para confundir entre los gritos el apellido de su lideresa con un llamado a la libertad.

Alargar el proceso sin sustento normativo

Ante esto, el director de la Escuela de Ciencia Política y Gobierno de la Universidad Católica de Santa Maria de Arequipa, Anthony Medina Rivas Plata, consideró que “lo que pretende Keiko con avivar los reclamos de fraude del JNE es alargar el proceso, a pesar de que ya se puede dar como ganador a Castillo, para darle valor a su narrativa y unificar a sus seguidores, ya que su figura se ha desprestigiado”.

Y sin embargo el 11 de junio el susurro del fraude se trastocó en grito de guerra y la turba fujimorista se congestionó desde las 9.00 p. m. en las afueras del domicilio del presidente del JNE, Jorge Luis Salas Arenas, quien, perturbado, pidió a la ciudadanía “que se hagan a un lado las actitudes violentas y se imponga la paz”.

Pero Fujimori, lejos de descifrar el mensaje, criticó al primer mandatario Francisco Sagasti una vez enterada de su comunicación con el escritor Mario Vargas Llosa para realizar un llamado a aliviar las tensiones. La respuesta de la lideresa del partido naranja fue inflamar más la vena del caos y aseguró que asistiría a la marcha prevista para el día siguiente en el Campo de Marte.

A pesar de los pedidos del ministro del Interior, José Elice, y de la titular de la PCM, Violeta Bermúdez, Miguel Torres, integrante del equipo técnico de Fuerza Popular, pidió que “no dejen de asistir”. El resultado fue que la autodenominada manifestación Respeta mi voto entorpeció y anuló, una vez más, el proceso de vacunación de los adultos mayores, pues se tuvo que cerrar antes debido a la falta de garantías.

Al 100% de las actas procesadas y contabilizadas, Castillo ya puede nombrarse como virtual presidente electo. No obstante, merodea la voz del fraude con monotonía cansina. El congresista electo de Renovación Popular, Jorge Montoya, planteó “anular y convocar a nuevas elecciones”, y, a pesar de haber sido denunciado junto a otros personajes como Beto Ortiz, Rafael López, Phillip Butters, entre otros, por “conspiración para sedición” ante la Cuarta Fiscalía, esta consigna se repite invariablemente.

Julio César Silva Meneses, presidente de la Asociación Peruana de Derecho Electoral y exasesor del pleno del JNE, argumenta que “esa posibilidad hay que descartarla de plano. No tiene ningún sustento normativo ni asidero legal. Solo procede frente a determinados supuestos en la Constitución y la Ley Orgánica de Elecciones. Y son supuestos que no están referidos a imputaciones de supuesto fraude o desconfianza. Es un imposible jurídico”.

Causales para anulación total de elecciones

Así son las cosas. Con el JNE y los Jurados Electorales Especiales trabajando a toda máquina en los pedidos de nulidad de mesas y apelaciones, y a pesar de los gritos en pos de una democracia constituida en la negación virulenta de la derrota, el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Manifestantes fujimoristas a domicilio

Un grupo de manifestantes fujimoristas llegó para protestar en los exteriores de la vivienda del director de La República, Gustavo Mohme Seminario, así como también se instaló en las afueras de la residencia del fiscal José Domingo Pérez con el fin de realizar un pedido para revocar la comparecencia con restricciones en contra de Fujimori y regrese a su prisión preventiva, luego de que apareciera públicamente con Miguel Torres, uno de los testigos en el proceso en que se le acusa por lavado de activos y con el cual estaba impedida de mantener comunicación.

Asimismo, la Fiscalía inició una investigación en contra de los fujimoristas detrás de la campaña Chapa tu caviar, la cual promueve en redes la agresión a figuras públicas que no simpatizan con la cruzada naranja.

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