Un cambio total o solo algunas reformas a la Constitución

La Constitución, máxima normativa del país, es otro asunto que separa a Perú Libre y Fuerza Popular, según sus planes de gobierno. Mientras el primero quiere cambiarla por una nueva que establezca otro modelo económico, el fujimorismo solo plantea algunas modificaciones al sistema político. Especialistas consultados advierten complicaciones en lo que plantean.

El plan de gobierno de Perú Libre dice que buscarán una Asamblea Constituyente para tener una nueva Constitución “solidaria, humanista, rescatista y nacionalizadora” que concluya “el desmontaje del neoliberalismo y (plasme) el nuevo régimen económico del Estado”.

El documento, que muestra como autor a Vladimir Cerrón, líder del partido, propone una llamada “economía popular con mercados”. Consistiría en un Estado regulador del mercado, descentralizado en lo fiscal y tributario o república federal que beneficie al sector público y privado, fuerte y con facultades para ser interventor, planificador, innovador, empresario y protector. Este sería redistribuidor de riqueza, industrializador, nacionalizador, revisor de contratos, con menor endeudamiento externo, priorizador de demanda interna, que prefiere la estabilidad microeconómica del hogar y que sea soberano.

En cambio, el fujimorismo solo plantea cambios para limitar la vacancia presidencial, la cuestión de confianza y las consecuencias de la aprobación de una moción de censura a un ministro o al gabinete. Además, la renovación por mitades del Congreso y que haya congresistas desde los 20 años de edad.

La Constitución no permite su modificación con una Asamblea Constituyente, como plantea Perú Libre. Para hacerlo, primero tendría que incluir este mecanismo en la normativa máxima a través de una reforma que apruebe el Parlamento.

Reflexiones

“Las reformas constitucionales pasan por el Congreso. Es necesario ver cuántas bancadas suman para implementar reformas planteadas por Castillo o Fujimori”, dice la abogada constitucionalista y politóloga Milagros Campos, profesora de la Universidad Católica (PUCP).

“Además, el cambio constitucional no puede sobreestimarse. El marco normativo tiene limitaciones y hay muchos temas que dependen de políticas públicas o el rol de actores políticos”, añade la experta.

“Fuerza Popular plantea reformas que les permitirían tener tranquilidad si llegan al Gobierno porque no se les aplicaría tan fácilmente la vacancia presidencial o la censura a ministros. Buscan asegurarse. No son reformas pensadas en un sentido de país, sino en que ellos se puedan asegurar cierta estabilidad si ganan”, anota el constitucionalista Jorge León, docente de la PUCP y de San Marcos.

“La de Castillo es una ruptura con el status quo económico. Es consecuencia de la ausencia del Estado en muchos ámbitos económicos, que no necesariamente se soluciona pretendiendo que el Estado asuma todo, sino fortaleciendo instituciones del Estado”, alega.

“Perú Libre plantea revisión de contratos, pero están protegidos por legislación supranacional. No basta la decisión del Estado. Si lo hacemos unilateralmente, acabamos ante una jurisdicción internacional y perdemos porque hemos pactado no alterar reglas”, advierte Víctor García Toma, expresidente del Tribunal Constitucional y profesor de la Universidad de Lima.

El conocido constitucionalista cuestionó también las propuestas de Fuerza Popular.

“Se debe revisar todo el capítulo sobre relaciones Ejecutivo-Congreso, no solo la cuestión de confianza. Bajar la edad mínima a los congresistas quita la experiencia del Parlamento. La renovación por mitades sería desestabilizador porque un Ejecutivo a mitad de periodo en el Perú ya está muy menguado”, explica.

“Perú Libre plantea la activación del ‘Poder Constituyente Originario’, que reside en el pueblo. El camino es la consulta a la ciudadanía. Lo de Fuerza Popular es el ejercicio del ‘Poder Constituido’, el Parlamento”, dice la experta Alexandra Molina, profesora de las universidades San Martín y Científica del Sur.

“En el plan de Perú Libre no hay planteamientos de predistribución que permitirían una más auténtica igualdad de oportunidades. El de Fuerza Popular es demasiado breve para lo que requiere la necesaria reforma de la parte orgánica, aunque consigna aciertos”, agrega.

“Se trata de planes que buscan cosas diferentes”

El constitucionalista Juan Carlos Ruiz, del Instituto de Defensa Legal (IDL), destaca las grandes diferencias entre ambas propuestas.

“PL apunta a fortalecer el rol del Estado en la economía, darle mayor intervención e iniciativa. Quieren un Estado promotor, planificador y distribuidor, en definitiva, un Estado impulsor. El proyecto de Keiko busca limitar el uso de la vacancia por incapacidad moral y la censura, además de proponer la aprobación del Congreso y la edad para ser congresista”, dice.

“El proyecto de FP es de menos envergadura. Busca solo introducir algunos cambios en la relación entre Congreso y Poder Ejecutivo. Son cambios muy puntuales y buscan limitar el poder del Congreso, El plan de PL necesita una Asamblea Constituyente diferente al Congreso, para lo cual necesita modificar la Constitución. Las modificaciones de FP las puede hacer el Congreso”, anota.

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