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Economía

En vilo el 40% del crudo del sector tras cierre de Relapasa

Petróleo. No contar con un estudio de impacto económico ni un contrapeso estatal desencadenaría una escalada progresiva de los combustibles, según especialistas.

Corto plazo. Aunque el desabastecimiento se descarta, los sobrecostos logísticos en el resto de los puntos de suministros elevarían precios en el mercado. Foto: difusión
Corto plazo. Aunque el desabastecimiento se descarta, los sobrecostos logísticos en el resto de los puntos de suministros elevarían precios en el mercado. Foto: difusión

En 2021, el consumo promedio de combustibles líquidos del Perú fue de poco más de 214.000 barriles por día (BPD), veinte veces el volumen derramado en La Pampilla en tan solo 24 horas. Al frente, la producción nacional el año pasado superó escasamente los 38.000 BPD, es decir, la demanda local tuvo que ser satisfecha con más de 176.000 barriles importados diariamente, pagando precio internacional.

A partir de ello, en opinión de los expertos consultados, resulta inexplicable cómo el Ministerio del Ambiente (Minam) resolvió el cierre del terminal sin una evaluación de impacto económico previa, con su par del Ministerio de Energía y Minas (Minem).

En sus operaciones, La Pampilla recibe crudo y despacha una pequeña parte de lo que produce, pues todo se queda en Lima. Desde ahí es repartido al norte y sur chico por cisternas. Pero el 100% del crudo que carga procede de la importación, por lo que solo les quedará refinar hasta que se agoten las existencias (reservas).

Gustavo Navarro, exdirector de la Dirección General de Hidrocarburos, manifiesta que el sistema de abastecimiento de combustibles en el Perú está diseñado para tener cuatro puntos importantes de suministro: La Pampilla (con el mayor volumen), Talara, Planta Callao y Conchán. La refinería de Talara está parada hace dos años, pero mantiene tanques importantes que Petroperú sigue usando para recibir importaciones, que de ahí son llevados por buques de cabotaje que van caleteando por los puertos del litoral.

Planta Callao también recibe importaciones y puede embarcar para caleteo, mientras que Conchán, con una refinería pequeña, posee un patio importante de tanques. Este dato es clave porque los únicos puertos que reciben importación directa de combustible son Mollendo, en el sur, y Puerto Eten, donde se recibe únicamente diesel. El resto depende del cabotaje.

“Si La Pampilla sale, se tendrán que emplear al máximo los tanques de Conchán y Callao, con apoyo minoritario de Talara. Pero en el primero el tráfico es alto, por lo que la situación podría empeorar con buques llenos de gasolina y diésel haciendo cola en altamar para poder descargar”, sostiene.

Alza de combustibles

Ante este escenario, el experto sostiene que es difícil que ocurra un desabastecimiento real en el corto plazo, pero que sí podría darse un incremento en el precio de los derivados del crudo debido a esta nueva logística, que demandaría reorganizar el sistema de importación, almacenaje y despacho. Cabe recordar que no existe un tubo que cruce toda la costa llevando este recurso.

La Refinería la Pampilla fue instalada en 1967 en Ventanilla. Casi 30 años después, Repsol la compró por 180,5 millones de dólares. Foto: Andina

La Refinería la Pampilla fue instalada en 1967 en Ventanilla. Casi 30 años después, Repsol la compró por 180,5 millones de dólares. Foto: Andina

“Entiendo la decisión de cerrar La Pampilla, que hace no mucho pasó el examen de las compañías de seguros, pues la magnitud del desastre podría justificarlo. Sin embargo, espero que haya la misma celeridad y rigor para una revisión eficiente de las operaciones de Repsol, a fin de que no perjudique a la población”, dijo Navarro.

Subsidiariedad latente

Otros especialistas del sector advierten que, ante un potencial desabastecimiento de combustibles, el manoseo político del problema podría desembocar en que el Estado asuma sobrecostos a través de subsidios, con lo cual estaría operando a pérdida con tal de no generar malestar por su falta de coordinación entre ministerios.

Posibles tensiones en provincias

En respuesta a este medio, Repsol indicó que la refinería La Pampilla (Relapasa) cuenta con un inventario que cumple con lo requerido por las leyes peruanas en lo que se refiere a los inventarios de productos.

“Al no contar con la posibilidad de suministro de crudo y el despacho de productos terminados para los terminales en provincia, se podrían generar tensiones en el mercado del interior del país, en el suministro de combustible para aviación y para el trasporte naval”, reconoció Repsol.

Hoy Lima concentra un tercio del consumo total de derivados del petróleo en el Perú.

Datos

Mercado. La Pampilla abastece al 40% del mercado local. Petroperú tiene el otro 40%, mientras que otros importadores tienen el 20% restante.

Sin opinión. Al cierre de esta nota, la opinión técnica del Minem no se conocía pese a ser un tema de su estricta competencia.

Periodista de prensa escrita y digital, graduado en la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV). Actualmente, en La República, donde escribe sobre economía, con énfasis en hidrocarburos, minería y conflictividad social.