El impacto que deja la crisis en los obreros de la construcción

El sector construcción es uno de los que más dinamiza la economía y los que más mano de obra emplea. Sin embargo, el impacto que está dejando la crisis por la pandemia del nuevo coronavirus en este rubro es muy duro.

Solo en Lima Metropolitana, en los meses mayo-junio-julio, se perdieron 232.600 puestos de trabajo en todo el sector construcción, lo que representa una caída del -76,3% con respecto al mismo periodo del año previo, según datos del INEI.

Es decir, durante ese lapso los trabajadores recibieron cero ingresos y tuvieron que resistir con los pocos ahorros que tenían guardados.

Luis Villanueva, secretario de la Federación de Trabajadores de Construcción Civil del Perú (FTCCP), manifestó que la mano de obra empleada en la etapa de reactivación ha sido mínima, lo que ha traído como resultado que muchos obreros se encuentren desocupados.

Y en efecto, los últimos datos del INEI revelan que entre abril y junio este rubro ha sido el más golpeado en todo el territorio nacional, ya que la población ocupada se redujo en -67,9%, ello significa que 636.400 personas que se dedicaban a la actividad de la construcción perdieron su empleo.

El dirigente sindical narró que ante la poca demanda de empleo que hay en el sector, los obreros han tenido que pasar a la informalidad o dedicarse a otras actividades, como la pesca o agricultura.

“Muchos están haciendo de ambulantes, sobre todo en las provincias la gente acude a la agricultura o la pesca. Hacen de todo porque, no nos olvidemos, el Gobierno no nos apoyó con ningún bono; por eso estamos exigiendo uno de S/ 1.000”, aseveró.

Reinicio de proyectos

Si bien es cierto, el sector construcción ya está autorizado para operar al 100%, pero no todas las obras han podido reactivarse a la fecha.

De acuerdo al Informe Económico de la Construcción (IEC) de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), al 11 de julio, más de la tercera parte (39%) de empresas que ya tenían autorización aún no iniciaron sus proyectos. Ello sucedió por la falta de autorización municipal para la reactivación de obras privadas, ya que no se aprobó o se denegó la ampliación de plazo de ejecución y del presupuesto de obra pública.

Y en el caso de los proyectos que se reanudaron, la mano de obra se redujo. Esto debido a las reducciones de aforo que se establecieron para evitar los contagios en las obras de construcción.

Un estudio de Capeco reveló que la variación del número promedio de trabajadores en obras se redujo hasta en un 27%. “Se va a reducir el número de trabajadores en obra por razones obvias en 27% respecto a lo que había antes de la cuarentena, y esto marca también una baja en el ritmo productivo que no sabemos cuándo va a terminar. Esto también es un condicionante muy fuerte”, explicó Guido Valdivia, director ejecutivo del gremio constructor.

Y en efecto, antes de la cuarentena una obra empleaba en promedio 115 trabajadores, pero ahora solo demanda 81 obreros.

Según explicó Humberto Martínez, presidente de Capeco, varios trabajadores de la construcción estuvieron desocupados entre marzo y mayo, siendo junio el mes donde empezaron a reincorporarse a la actividad.

“En junio se habían incorporado 13.000 trabajadores formalmente. No tenemos la data de julio, pero debe ser un número similar o ligeramente mayor, normalmente se incorporaban en promedio 30.000 trabajadores por mes”, menciona Martínez.

En ese sentido, las proyecciones de Capeco es que se podría perder hasta 64.000 empleos directos solamente en el segmento de edificaciones residenciales, lo que hace suponer que en todo el sector de la construcción la cifra sería mucho mayor.

Por ello, los trabajadores del sector piden que se traslade rápidamente a la realidad todo lo anunciado por el presidente Martín Vizcarra, pues acelerar la ejecución de los proyectos de Arranca Perú, la reanudación de Chavimochic III y las obras de la Reconstrucción con Cambios haría que más obreros retornen a sus labores.

“Las obras que se van a hacer con convenios entre Estados ojalá que ya empiecen. Hablan de hospitales, colegios, de las obras de la reconstrucción en el norte; estamos a la espera del reinicio de esos proyectos”, agregó Villanueva.

Impacto en las empresas

La Covid-19 también está impactando en las empresas, lo que está generando que algunos desarrolladores inmobiliarios decidan postergar sus proyectos.

Según explicó el presidente de Capeco, esto se debe a que la estructura de financiamiento de los proyectos inmobiliarios se ha visto afectada por el bajo ritmo del nivel de colocaciones, lo que trae como consecuencia que se posterguen obras y por lo tanto impide que más obreros se reincorporen a sus labores.

“Como las preventas este año van a ser más difíciles, la reactivación de los proyectos pueden tomar mucho más tiempo. En lugar de activarse en octubre y generar los empleos en ese mes, probablemente se active en febrero o en marzo, con lo cual la incorporación de todos esos trabajadores demorarían seis meses”, explicar Martínez.

Como solución propone un financiamiento estatal para que puedan cubrir la cuota que faltaría por concepto de preventa y así se pueda iniciar el proyecto y sume a más trabajadores del sector.

Capeco estima que si se dan las medidas de estímulo para construir y se ejecutan los proyectos de Arranca Perú que implican obras grandes y absorben mayor mano de obra, se recuperaría hasta un 90% de los puestos de trabajo que habían antes de la pandemia.

Las cifras

618 proyectos inmobiliarios hay en Lima Metropolitana, según el último reporte de la ASEI.

-32,6% cayó el consumo interno de cemento en junio, de acuerdo al adelanto coyuntural del INEI.

-67,9% se redujo el empleo en la actividad de la construcción entre abril y junio, según el INEI.

Inversiones se retrasan debido a la pandemia

La pandemia de la Covid-19 también generó que varias empresas posterguen sus planes de trabajo.

El vicepresidente de Desarrollo Urbano del Grupo Centenario, Carlos Montero, indicó que debido a la incertidumbre sanitaria que hay en el país tuvieron que posponer varias compras de terrenos.

"Teníamos pensado conseguir 20 hectáreas adicionales. Estábamos en búsqueda en Lima y provincias que implicaba alrededor de US$ 5 millones", dijo el ejecutivo.

Explicó también que la mayoría de empresas van a tratar de desarrollar sus terrenos ya comprados.

“Las inmobiliarias que desarrollan edificios en Lima van a tratar de darle fuerza a proyectos que ya habían iniciado, van comenzar a construir para poder entregarlos porque les genera mucho más ingresos, van a tratar de darle curso a las tierras que ya tienen, es probable que en el primer trimestre del próximo año se comience a buscar nuevos proyectos”, apuntó Montero.

Según cifras de la Asociación de Empresas Inmobiliarias (ASEI), la cartera de proyectos inmobiliarios pasó de 584 en enero a 618 en junio con S/ 11.687 millones.

Ricardo Arbulú, presidente del comité de análisis del mercado de la ASEI, señaló que los nuevos proyectos inmobiliarios se debe a que ya se tenían los terrenos comprados e incluso ya se había elaborado la campaña, por lo que debían lanzarse.

“Percibo que los promotores, a pesar de la crisis actual, han seguido apostando por el desarrollo inmobiliario porque la demanda efectiva en Lima Metropolitana es bastante significativa”, agregó.

Newsletter Economía LR

Suscríbete aquí al boletín de Economía LR y recibe en tu correo electrónico, de lunes a viernes, las noticias más relevantes del sector y los temas que marcarán la agenda.