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Economía

El que reparte se lleva la peor parte

Falsos autónomos. El Gobierno cambió su discurso sobre los aplicativos por delivery. El informe final del grupo de trabajo del MTPE señala que hay una evidente relación laboral. Expertos señalan que la economía de las plataformas digitales se debe formalizar y fiscalizar. Uber Eats decidió retirarse del mercado a fines del próximo mes.

Glovo dejará de operar durante estado de emergencia.
Glovo dejará de operar durante estado de emergencia.

Si usted desea un pollo a la brasa acompañado de papitas fritas y no quiere salir de casa en plena pandemia, no se preocupe, alguno de los casi 20.000 repartidores, de los tres principales aplicativos de delivery (Glovo, Uber Eats y Rappi) que funcionan en el país, arriesgará su vida por usted, gracias a la autorización del Gobierno.

De esta manera, desde la semana pasada cientos de motorizados recorren nuevamente la ciudad, a pesar de que en un primer momento las ministras de la Producción, Rocío Barrios, y de Trabajo, Sylvia Cáceres, indicaron que estos no podían funcionar porque no eran regulados y no garantizaban la seguridad y salud de sus repartidores.

Rappi fue la primera en reiniciar y no pasó más de un día para que sea multada por aglomeración. Glovo reinició con mayor cautela luego del ejemplo anterior y Uber Eats se retirará del mercado a fines de junio.

"¿Si no nos protegieron antes, qué nos asegura que ahora sí lo harán?", cuestionan sus repartidores.

En los primeros días de la pandemia, Glovo llamó a Víctor (25). A él y a otros 500 motorizados les entregaron 3 mascarillas, 2 pares de guantes, un pequeño envase de alcohol en gel y un buzo impermeable incómodo. Solo para una semana.

En 3 días –con los recortes salariales– solo hizo S/ 6,00. A la semana siguiente realizaron otra convocatoria, pero no se entregaron implementos de bioseguridad.

Al observar lo insostenible que era permanecer allí y con los riesgos que implicaba, decidió dejar la app.

“Ahora te ofrecen un seguro contra la COVID-19, pero si vas a las letras pequeñas, para tener dicha cobertura tienes que demostrar cómo te contagiaste. ¡¿Cómo voy a saber en qué momento me contagié?! Su seguro es una gran mentira”, expresa.

Jorge (28) cuenta que el pedido es más importante que la vida del motorizado. “Cuando había accidentes, Glovo hasta te humillaba, si te partías la pierna te pedían una foto del pedido para verificar que esté en buen estado y una foto de ti lastimado. Su mensaje era: Espero que te recuperes pronto”.

A ello, añade que el seguro contra accidentes inicia su cobertura cuando se recoge la mercadería y termina cuando el repartidor la deja. No cubre si ocurre un accidente en los traslados hacia los puntos de recojo después de los puntos de entrega.

En Rappi señalan que la situación es similar. En Uber Eats también, sus repartidores señalan que esta app se va del país, pero solo les dio S/ 140 como CTS por 2 años de trabajo.

Ellos señalan que pagan para trabajar. Solo la caja térmica les cuesta S/ 150. En Glovo te cobran más de S/ 500 para tener ciertos equipos.

Ellos asumen el costo del internet para estar conectados a la app, así como el SOAT y el mantenimiento del vehículo. Hay quienes alquilan las cuentas para ganar más al menos entre dos repartidores.

Otros alquilan sus cuentas a S/ 10 por día a los “bloqueados”. Los repartidores en su mayoría son extranjeros, venezolanos, que recurren a estas apps porque no tienen otro ingreso, menos en esta pandemia porque no recibieron ningún bono del Gobierno.

Todos coinciden en esta frase: "El que reparte se lleva la peor parte". Seguido de eso resaltan que no solo se trata de estas tres apps sino de todas las plataformas digitales, las cuales no tienen una regulación y no tributan. "El problema es mayor, y el Gobierno hasta ahora permanece ciego y mudo", sostienen.

El informe

En diciembre del 2017, Glovo llegó a Perú. En mayo del 2018 aterrizó Uber Eats y, seis meses después, Rappi estaba en nuestros celulares.

En el 2019 estallaron las protestas de los trabajadores porque se les recortó la comisión por entrega (S/ 2,50 a S/ 1,20) y el monto por espera (S/ 0,10 a S/ 0,02). A raíz de ello, el MTPE creó un grupo de trabajo para evaluar la condición laboral de las personas que prestan servicios no solo en estas apps, sino en todas las plataformas digitales.

La República tuvo acceso al informe final de este grupo en el que se señala que el MTPE debería asumir su rol como ente que vela por el empleo, inclusive en las formas de trabajo atípico. En el documento se evidencia también la relación laboral (ver infografía).

En las últimas páginas hay una serie de recomendaciones, entre ellas, la libertad sindical, un sistema de réplica para los repartidores con mecanismos de protección y sanción, un límite de jornada diaria y semanal.

Así como equipos de protección entregados por la plataforma, un seguro de accidentes con cobertura total, un canal de diálogo cuando se modifiquen las tarifas, un seguro de salud financiado por el Estado o por la app y, por último, un protocolo de fiscalización especializado de Sunafil.

En un párrafo se cita a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la cual concluye que esta actividad tiene características semejantes a otras modalidades laborales que existen desde hace tiempo, con la diferencia de que cuentan con una herramienta digital que sirve de intermediario.

Falsos autónomos

Alejandra Dinegro, socióloga e investigadora del rubro, sostiene que estamos ante una nueva forma de explotación, ya que estas apps niegan los derechos laborales a sus repartidores.

Los aplicativos señalan que ellos son sus "propios jefes", pero, según Dinegro, los controlan mediante un algoritmo que regula sus horarios, la ruta y la tarifa. Por lo que habría una dependencia económica demostrable. "Ojalá que el Congreso tenga una propuesta al respecto. El Gobierno tenía facultades para legislar, pero no lo hizo", comenta.

Dinegro afirma que el informe del grupo de trabajo ya fue enviado al Ejecutivo. Y lo que contiene contradice a las resoluciones que autorizaron el delivery por terceros.

Christian Sánchez, exministro de Trabajo, señala que las conclusiones de este informe eran una gran oportunidad para formalizar a este sector.

Esta enfermedad no es el único riesgo para ellos, menciona Sánchez, porque se necesita urgentemente que ellos accedan a un sistema pensionario y a otros beneficios que hacen que decente a un trabajo.

"Hay una clara elusión a las normas laborales. Son dependientes. Hay varias cortes que declaran la relación de trabajo encubierta. Negarlo es un fraude a la ley", manifiesta.

El exviceministro de Empleo Fernando Cuadros sostiene que el MTPE debería aprobar una norma en la que se precise que los trabajadores de estas apps deben ser declarados en planilla. “Esta es una actividad de riesgo. [La OMS reconoce a motorizados y ciclistas como usuarios vulnerables de las vías públicas]. Todos estos detalles los convierten en uno de los grupos de empleo con mayor precariedad”, acota.

Los especialistas coinciden en que las disposiciones de las apps y del Gobierno son insuficientes y atentan contra la vida de los motorizados.

Asimismo, todos los expertos consultados señalan un hecho curioso. El documento que establece los protocolos fue escrito en primera persona, como si las apps estuvieran dando las reglas y no el Gobierno, por lo que señalaron que se debería aclarar por quién fue redactado, con tales vacíos que desprotegen al repartidor.

Además, manifiestan que Produce no tiene competencia para calificar de independientes a los repartidores, sino que eso concierne al MTPE, el cual, según Dinegro, pareciera haber abdicado de sus funciones.

Los expertos y los repartidores concluyen que estas aplicaciones deben ser reguladas ahora mismo, porque evolucionan cada día, y son astutas para encontrar vacíos.

José Bernal, gerente general de Rappi Perú, sostuvo que los repartidores son independientes porque pueden “manejar su tiempo llevando el control de sus ingresos”.

Este diario buscó la respuesta de Glovo y Uber Eats, pero los aplicativos señalaron que no declararían.

Jurisprudencia y protesta internacional en 7 países

Existen sentencias a nivel internacional. En Australia se reconoció la relación laboral en el caso de Foodora. En Brasil, EE.UU. y Reino Unido y en la Unión Europea sucedió lo mismo con Uber. En Francia ocurrió con la empresa Lecab.

En España se concluyó que los conductores de Uber eran trabajadores y se señaló como falsos autónomos a los empleados de Roofoods (Deliveroo), Take Eat Easy Spain y Glovo.

El Ministerio de Trabajo de Argentina ya presentó un proyecto para declarar como trabajadores a los riders. En Chile también se presentó una iniciativa para establecer garantías y derechos para los repartidores.

El viernes 29 se realizó el paro internacional de repartidores en Ecuador, Chile, Costa Rica, Argentina, Guatemala, España y Perú.

Datos

Flota. Según Produce, aproximadamente un 40 % de los repartidores que prestan servicio para estas plataformas se reinsertaron laboralmente en la primera etapa.

Centros. La República quiso conocer la dirección de los otros 3 locales de Rappi, pero la plataforma decidió evadir la pregunta. Lo mismo sucedió con Glovo, la cual decidió esquivar la respuesta.

Uber. La plataforma señaló que retiraría Uber Eats del mercado peruano, pero estaría manteniendo el negocio del reparto mediante Cornershop, otra app de envío de alimentos de supermercados. En el 2019 señalaron que cerrarían un acuerdo a inicios de este año. La República quiso conocer acerca de dicho acuerdo, pero no obtuvo respuesta.

Informe del grupo de trabajo

Informe delivery

El grupo de trabajo tuvo seis sesiones en las que se escuchó a los representantes de las apps y a los propios repartidores.

El grupo de trabajo tuvo seis sesiones en las que se escuchó a los representantes de las apps y a los propios repartidores.

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