No más errores

Esta semana se cumple un mes de nuestro estado de emergencia. El viacrucis continúa para muchísimos peruanos sumidos en la incertidumbre y en la pobreza. Estamos hablando de casi 7 millones de peruanos que no tienen ni para la canasta básica, y que ahora no pueden valerse ni de su ingenio para salir adelante, día a día.

Hoy es momento de hacer un balance y darnos cuenta de dónde están puestas nuestras prioridades. ¿Cómo pedirle a las personas resignarse frente a sus escasos o nulos ingresos y quedarse en casa, mientras que las AFP y bancos aprovechan cualquier espacio para seguir lucrando? Del gran plan de estímulo fiscal (12% PBI), a las familias vulnerables solo se ha entregado 1.200 millones de soles, equivalentes al 0,16% del PBI. El enfoque de “focalización” del MIDIS ha quedado evidentemente corto, demasiadas personas han quedado fuera y enfrentan esta cuarentena sin dinero, sin trabajo y sin bono; ergo sin alimentos.

Lo mismo sucede con el plan de estímulos del MEF, cuyo paquete total es de 90 mil millones de soles, de los cuales solo 1,2 mil millones están asignados a la gente, a través del bono de 380 soles por grupo familiar. Similar preocupación existe por Reactiva Perú. Esperemos que los créditos garantizados por el gobierno vayan a las micro y pequeñas empresas que generan millones de empleos en el país. Es momento de darles el respaldo financiero que las grandes empresas ya tienen.

Fuimos y seguimos lentos en el tema salud. A fines de marzo, 30 millones de mascarillas salieron de Perú al mercado extranjero. Cuando algunos países europeos ya estaban en cuarentena desde finales de enero, nosotros continuamos exportando insumos que ahora nos son escasos. Ahora tenemos un protocolo para la elaboración de mascarillas caseras, pero no se sabe cómo llegarán a las personas más pobres y más vulnerables. La salud pública en el Perú recibe el porcentaje más bajo del PBI de la región… ¿estaremos aprendiendo la lección?

La ministra de Trabajo, por su parte, ha encabezado un discurso lleno de ambigüedades. Primero, anunciando que no está habilitada la “suspensión perfecta” de labores (dejar al trabajador sin sueldo por 90 días) y luego aclarando que sí podrá usarse esta fi gura, solo en casos excepcionales.

Dejemos de jugar con la salud y la economía de la gente. A un mes de esta situación, ya estuvo bueno del “ensayo, error”. Necesitamos un gran paquete de estímulos económicos centrado en la gente y una dirección firme y clara por parte del gobierno. Todos los días exhortamos a las personas a que se queden en casa, es momento de exhortar al gobierno a que cumpla con su papel.