El aislamiento social como clave para preservar la economía durante una pandemia

La gripe española de 1918 – según hipótesis, originada en Estados Unidos cuando se apagaba la Primera Guerra Mundial – arrasó con más de 50 millones de personas en todo el mundo.

Ahora que la pandemia del COVID-19 lacera al mundo, algunos especialistas destacan las medidas que tomaron los países para disminuir el impacto de la enfermedad del siglo pasado en sus economías.

Según los investigadores Sergio Correia, Stephan Luck y Emil Verner, las ciudades que se adelantaron en medidas de distanciamiento social y fueron más agresivas en su aplicación ‘’no solo no tuvieron un desempeño peor, sino que crecieron más rápido cuando la pandemia pasó’’, recoge El País.

Asimismo, “las intervenciones no farmacológicas [entre ellas, el cierre de colegios, teatros e iglesias; la prohibición de reuniones públicas y funerales; la puesta en cuarentena de los casos sospechosos y la restricción en los horarios de apertura de negocios] no solo redujeron la mortalidad: también mitigaron las consecuencias económicas adversas de la pandemia”, señala el estudio.

Según los investigadores, la pandemia de la gripe española ‘’deprimió la economía pero las intervenciones de salud pública, no’’.

Cabe resaltar que en aquel entonces el espectro económico estaba golpeado por el final de la Primera Guerra Mundial, y que dicho mal es más mortal que el actual COVID-19, además de atacar principalmente a los trabajadores jóvenes, por lo que en primera instancia la consecuencia habría sido mayor a la actual.

A diferencia de hoy, donde tenemos una economía interconectada afectada por las cadenas de suministro transnacionales y un peso gigante de los servicios y tecnologías de la información, ‘’factores que no se pueden capturar en el análisis’’, subrayan los académicos.

La gripe española infectó a la tercera parte de la población mundial de aquella época, y las zonas más expuestas sufrieron un intenso nivel de quiebras de empresas y hogares.

¿Por qué la restricción contribuye al resurgimiento?

El aislamiento y distanciamiento social ‘’constriñen la actividad económica – alegan – pero en una pandemia esta también se ve reducida sin ellas, dado que los hogares reducen el consumo y la oferta de trabajo para evitar ser contagiados. Por lo que estas medidas pueden solventar problemas de coordinación asociados con la lucha contra la transmisión de la enfermedad y mitigar la disrupción económica vinculada a la pandemia”, aseveran Correia, Luck y Verner.

Según sus cálculos, una reacción 10 días antes de la llegada de la gripe aumentó el empleo manufacturero cerca de un 5% en el periodo posterior a la enfermedad. Y la extensión de las medidas de distanciamiento social durante 50 días más potenció esa tasa de empleo industrial en un 6,5%.

Accidentada salida en ‘V’ de la crisis

“La lógica económica en tiempos de pandemia, ahora y entonces, sencillamente difiere de la lógica económica en tiempos normales”, sustenta Verner. “Una pandemia es económicamente tan destructiva por sí misma que las medidas restrictivas, si están bien diseñadas, ayudan a que el golpe sea menor”.

En cuanto a la salida en V (rápida caída, rápida recuperación), será difícil lograrlo – apunta el estudio - el impacto probablemente será más duradero y la salida, más bien en forma de U o de W’’, dice Verner, del Massachusetts Institute of Technology (MIT).