Desorden financiero, receta de fracaso

Patricio Quintanilla Rector de la U. La Salle. En procesos de incertidumbre e inestabilidad económica, uno de los peores errores que se puede cometer es llevar las cuentas en desorden, porque no se tiene elementos de juicio oportunos y veraces para la toma de decisiones. Este principio es aplicable tanto a nivel macroeconómico, en un país, como a nivel microeconómico, en una empresa o una familia. PUEDES VER: EXPECTATIVAS RACIONALES En los países La historia reciente muestra casos reiterados de manejo irresponsable de la política económica, que sólo ha conducido a desorden e inestabilidad, generando un círculo vicioso: manejo desordenado origina problemas económicos que a su vez originan decisiones improvisadas que llevan a un mayor desorden y así sucesivamente, en un proceso de retroalimentación. Es el caso de un país latinoamericano cercano que cuenta con grandes recursos naturales y que en la actualidad tiene gravísimos problemas económicos que afectan a la población; muchas de estas medidas se establecen en nombre de “las grandes mayorías”, que son las más afectadas. En nombre del pueblo se castiga al pueblo. El libre mercado El mercado, a pesar de sus imperfecciones, es el mejor asignador de recursos, cuya gestión eficiente beneficia a la economía en su conjunto; sin embargo, es error general que se “culpe” al mercado de situaciones no deseadas. Se suele decir “la empresa tal tiene una posición dominante por culpa del libre mercado”; nada más inexacto, es una contradicción en sí misma porque el libre mercado está basado en la competencia, sistema en el cual un agente económico no puede tener una posición de dominio. En el libre mercado los precios se fijan por oferta y demanda y no por una empresa o autoridad. PUEDES VER: La inflación no es un problema A nivel empresa Es penoso conocer que algunas empresas eficientes, con capacidad de generar utilidades operativas y un buen posicionamiento en el mercado, estén pasando por una grave situación financiera, generada en muchos casos sólo por un manejo desordenado de sus cuentas. La crisis empresarial se genera por problemas financieros antes que económicos. Aclaremos: la situación económica está relacionada con la capacidad de la empresa de generar utilidades, que es consecuencia de sus ingresos y costos; el aspecto financiero está relacionado con deudas y capacidad de pago, lo que requiere contar con flujos de efectivo suficientes para cumplir con sus obligaciones. Para lograr esto último, se debe programar las operaciones de la empresa, en un Flujo de Caja, que considere tanto los ingresos como los egresos operativos y el pago de pasivos, de instituciones financieras y de proveedores así como el financiamiento adicional que se pueda requerir y obtener; este debe ser un manejo cuidadoso, ordenado y con un control estricto.

Desorden financiero, receta de fracaso

La crisis empresarial se genera por problemas financieros antes que económicos. Algunas empresas eficientes, con capacidad de generar utilidades operativas y un buen posicionamiento en el mercado, pasan por una grave situación financiera a causa de malos manejos.

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