El acoso y la campeona

#Acoso. En abril de este año se publicó la Ley que previene y sanciona el acoso contra las mujeres en la vida política. Fue el fruto de un trabajo de muchos años de las organizaciones feministas y las asociaciones de mujeres autoridades. Pero, aunque está vigente, sigue sin poder hacer mucho ante los casos de acoso político que se siguen dando en el país. Como el que habría protagonizado el premier Guido Bellido al decirle a la congresista Patricia Chirinos que, después de haber estado soltera, casada, viuda y divorciada, solo le faltaba que la violen. Si el caso es investigado y corroborado por la Comisión de Ética, probablemente la sanción sea un saludo a la bandera mientras Bellido siga ejerciendo como premier antes que como congresista. La única forma de combatir en la práctica estas conductas discriminadoras sería hacer del acoso político un delito. Eso es lo que pretendían algunos de los proyectos originales que precedieron a la ley, pero en el debate en comisiones esa parte fue eliminada. Mala decisión.

#AngélicaEspinoza. Hacía diecisiete años que el Perú no ganaba una medalla en los Juegos Paralímpicos, la campeona Angélica Espinoza nos ha regalado una de oro en la categoría de para taekwondo de Tokio 2020. Angélica, de 23 años, ha coronado con este triunfo su rápido ascenso en este arte marcial, al que se dedica desde el 2017, antes practicaba la paranatación. Es tricampeona panamericana y en 2019 fue reconocida como la mejor mujer para atleta del continente por el Comité Paralímpico de las Américas. Su triunfo es recompensa de semanas de preparación en la Videna donde entrenaba a doble turno. Ángelica, que nació sin una parte de su brazo izquierdo, combina velocidad y explosión para dar dos patadas por segundo. Su madre saltó de emoción cuando se enteró de que su hija es la mejor del mundo, dijo que espera premiarla con un rico cau cau a su regreso. Un orgullo, Angélica.