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Domingo

Ramiro Llona: “Los moderados serán los que nos salvarán del abismo salga quien salga”

El artista se negó a participar del proyecto Bicentenario, que recuerda los 200 años de la vida republicana del Perú. Enfatiza que no hay nada que celebrar, que aún somos una república fallida.

Ramiro Llona es artista visual, pintor, escultor, fotógrafo, grabador. Expone sus obras en Estados Unidos, Europa y Latinoamérica. Fotografía: Félix Contreras.
Ramiro Llona es artista visual, pintor, escultor, fotógrafo, grabador. Expone sus obras en Estados Unidos, Europa y Latinoamérica. Fotografía: Félix Contreras.

Limitadas las reuniones cara a cara por la pandemia, las redes sociales se han convertido en espacios de discusión, de intercambio de opiniones y de mucho más. Movido por la necesidad de expresarse, el reconocido pintor Ramiro Llona usa su Facebook activamente para opinar sobre política. Las elecciones se han vuelto su leitmotiv. Defiende el derecho al voto en blanco o viciado, la reflexión antes que los comentarios viscerales, la información por encima del miedo. También ha sido blanco del terruqueo, el deporte nacional practicado a diario en las redes. Interrumpo a Ramiro durante el tiempo que dedica a “El buen lugar”, su próxima obra, que se compondrá de catorce cuadros, para esta entrevista.

¿Son las primeras elecciones en las que opinas activamente sobre política?

Creo que no. Aunque en las elecciones pasadas no me cuestioné tanto porque tenía clarísimo que iba a votar por Humala. Pero hoy estamos ante un proceso muy particular y yo, como la mayoría de los peruanos, estoy muy lleno de conflictos. Tenemos dos candidatos que han pasado con menos del 30% de legitimidad. Comencé a escribir en mis redes no tanto para decir algo sino para reflexinar sobre las posibilidades democráticas que nos ofrecen ambos. No he querido convencer a nadie ni criticarlo por su elección.

En un largo post de Facebook defiendes el derecho a dudar de los dos candidatos, a no sentar posición por ninguno. ¿Cómo llegaste a esta conclusión?

Yo contesto esto porque en las redes me han dicho que soy un cobarde, que no tomo posición, que es fácil estar con los dos candidatos o votar en blanco, y a mí eso me irritó mucho. Yo sigo prestando atención, y buscando esa luz, esa palabra, ese equipo, ese programa, que me dé cierta claridad acerca de alguno de los dos candidatos. Pero también he pensado que, entre las posibilidades que te abre la segunda vuelta, está el voto en blanco, el viciado o el ausentismo. ¿Qué tal un voto ausente militante? No ausente como un boicot a las elecciones, sino militante en el sentido de conferirle poca legitimidad a los candidatos, es como decir: estamos acá, presentes y vigilantes.

Dices que te han enviado mensajes ofensivos llamándote a votar por Keiko Fujimori “señoras o jóvenes de muy particulares estratos socioeconómicos”. ¿A qué estratos te refieres?

Si tú lees a cualquier corresponsal extranjero que está escribiendo sobre el Perú te va a decir que el ruido, el volumen de rechazo a Castillo, está situado en el segmento A, eso no es un misterio. Si tú sales de Lima y vas a provincia, te darás cuenta que la gente puede tener dudas, pero no está tan contaminada por las campañas de miedo.

¿Qué te dicen los que te reclaman votar por Fujimori?

Yo quisiera despersonalizar esto, lo que piense o diga, incluso mi voto, tiene muy poca importancia, soy uno de los veinte millones que votarán. Lo que a mí me asombra es que la gente no lee lo que uno escribe. Lo único que lee es que no votaré por Keiko. Puedo decir que tenemos que pensar y reflexionar, que la segunda vuelta es para eso, que hay que exigir compromisos, que hay que precisar los planes. Pero no, ¿entonces qué te dicen? Comunista, terruco...

¿Te han terruqueado?

Uy, de alma. Mira, yo creo que Vargas Llosa se apresuró al apoyar a Keiko, lo hizo a cambio de nada, y canceló todo espacio de reflexión. Al no existir ese espacio, quedan estos odios enlatados, el terruqueo, esos abismos portátiles que llevas en la mochila. Y bueno, en mi caso, comenzaron a hablar de mis hijos, de los colegios donde están, soltando unas fantasías numéricas. Entonces yo ya comienzo a sentir que peligran mi familia y mi persona.

Percibo que estas personas se sienten defraudadas por ti...

Es que hay una falsa percepción de que pertenezco a ese segmento alto de la pirámide social, piensan que yo soy un pintor de las élites, cuando mi lenguaje está desarrollado en contra de esa percepción. Creo que la gente hace un equivalente errado entre éxito y posición social. Pero, también, siento que hay algo más feo en el fondo, es un como un ‘oye, te hemos comprado cuadros, ¿qué te pasa? ¿por qué no votarás por Keiko?’, y me dan en la yema del gusto porque a mí no hay cosa que me guste más que ser un rebelde.

En su último ensayo “Cómo votan los muertos”, el historiador José Carlos Agüero hace una lectura muy interesante sobre la violencia de ciertos sectores en estas elecciones y dice que detrás de la agresión hay mucho miedo...

Si me permites voy a rescatar una imagen del debate: Rospigliosi vociferando frente a un Guillén calmado, igual Nano Guerra y Bruce con menos decibeles, me dio la impresión de que ese grupo hace tal ruido para tapar otra cosa. Pero respondiendo a tu pregunta, si ves los comentarios de las redes, te darás cuenta de que la gente no está pensando, está reaccionando. Las campañas del miedo están siendo efectivas y cancelan toda posibilidad de reflexión. Yo he leído poquísimas reflexiones de gente que está a favor de Keiko salvo de que defendamos el modelo o no seamos Venezuela o Cuba.

Agüero también sostiene que el miedo a Pedro Castillo es el miedo “al que se imagina distinto”, ”al que se supone resentido” y “al que se espera que cobre venganza”, y solo teme una venganza el que sabe que ha hecho algo mal...

La capacidad de negación de la realidad peruana, de la pobreza, de la miseria, es tan sólida que parece que está anclada en una estructura inamovible, que tiene como uno de sus pilares a esa culpa de la que habla Agüero. A mí siempre me ha llamado la atención cuando la gente habla de progreso, de disminución de pobreza, de cifras macroeconómicas, y de repente hay un huayco a ocho minutos de Palacio y el barro sube hasta las ventanas de la casa de las personas. ¿Cómo haces para no ver eso?

Volvamos al llamamiento que haces en tu post del derecho al voto en blanco o viciado...

¿Puedo hacer una corrección? No hago un llamamiento, hago una presentación de una de las posibilidades de voto en esta segunda vuelta. No estoy en campaña, no soy Bayly con Álvaro Vargas Llosa en las elecciones del 2001. Hago una reflexión a acerca de cómo y por qué se podría tomar esta decisión.

Algunos creen que estarías desperdiciando tu voto...

Es un voto que busca minimizar el empoderamiento del candidato que saldrá elegido. Es una opción válida y absolutamente consecuente porque de pronto no te conviene ninguno de los dos. Mira, yo leo a gente decir: ‘Yo he detestado a Keiko toda mi vida, y ahora, por el país y en contra del comunismo, votaré por ella’. Francamente, yo no he hecho ese tránsito, no puedo, no me sale. Si uno no logra hacer ese canje entonces lo que te queda es el voto en blanco o viciado.

Muchos hablamos del ocaso del modelo económico. ¿Podrías explicarnos de qué hablamos cuando criticamos el modelo?

Me voy a permitir citar a Biden, en uno de sus discursos dijo que hace tiempo que sabemos que la economía de goteo no funciona, y yo pienso lo mismo. Ya te expliqué que no me interesan los números macroeconómicos. Hay personas que me dicen que estamos mejor porque más gente tiene celulares o señalan que el número de pobres ha bajado, y anda a ver cuánto gana una familia para que no sea considerada pobre. El Estado tiene una pésima gestión, los recursos no llegan a los segmentos más desfavorecidos, el sistema no funciona, y ha colapsado, tenemos ejemplos aquí cerca en Chile y Colombia.

Pronosticas un panorama inestable después del 6 de junio: “El perdedor gritará fraude. El Congreso será fraccionado y complicará la labor del Ejecutivo”. Eres un pesimista gane quien gane...

Algunos piensan que si gana su candidato, al día siguiente de las elecciones o el 28 de julio, se van a despertar en un país diferente y no será así. Nosotros estamos donde estamos porque el país está en crisis, porque somos una República fallida, porque la economía está quebrada, porque el sistema de salud es ineficiente. Nada cambiará de un día para el otro, te encontrarás con los problemas del país de antes de la primera vuelta, un país con expresidentes implicados en corrupción, gente por la que apostamos y que está en la cárcel, presa, muerta o a punto de ser extraditada, y ahora tenemos a una candidata que tiene orden de inamovilidad y un juicio pendiente. Salga quien salga el panorama es muy complicado.

Has posteado: “Cualquiera sea tu candidato, sé una mejor persona”. Haces responsable al individuo del futuro del país, pero ¿será suficiente ser un peruano honesto para reconstruir un país como el que describes?

Mira yo creo que sí, suena un poco absurdo, ¿no?, pero creo, sinceramente, que, si toda esta encrucijada deviene en un proceso de reflexión que te haga mejor persona, habremos avanzado muchísimo. Si lograste sustraerte del miedo y de las ideas totalitarias, habrás dado un gran paso hacia la democracia, porque esa es la gran tarea del peruano, desarrollarse de manera individual e irradiarlo a la comunidad.

Volviendo a las redes sociales. Muchos han perdido seguidores en estas elecciones. ¿Has eliminado amigos en Facebook?

La verdad es que he tratado de dialogar a pesar de las agresiones, pero he terminado eliminando a algunos personajes tóxicos. Me ha dado pena con un par de buenos amigos, y es que yo jamás entro al muro de otra persona a criticar, a corregir y menos a insultar. Me llama la atención la gente que lo hace y conmigo lo ha hecho gente que conozco, por eso me atrevo a decir que son de cierto estrato social. Y claro, como te dije, la traición de clase aquí es imperdonable, pasas por el callejón oscuro, en Lima “se perdona el pecado, pero no el escándalo”, dice el refrán.

Ya que el país está tan polarizado, ¿cómo haremos para entendernos en los almuerzos familiares?

En mi casa no hay un pensamiento homogéneo. Hablamos de política, pero de forma dosificada.

El politólogo Alberto Vergara dice que los moderados o de centro cumplirán un rol importantísimo en el Congreso sea cual sea el gobierno.

Si sacamos la calculadora, los moderados serán los que nos salvarán del abismo salga quien salga. La derecha ya tiene una suma importante de representantes en el Congreso, será la izquierda la que los necesitará si es que Castillo decide implementar de forma democrática sus reformas.

“Mario Vargas Llosa nos deja huérfanos”, publicaste también. ¿Te sentiste traicionado con su apoyo a Fujimori?

No personalmente, sentí que traicionó al Perú. Y es que somos un país huérfano de referentes, como dije, nuestros seis padres de la patria [los últimos presidentes], y subrayo “padres”, nos han fallado de la manera más terrible. Vargas Llosa con sus idas y venidas, era un referente, y era quien estructuraba la narrativa del antifujimorismo, y de un plumazo lo ha cancelado todo diciendo: ”Metamos la corrupción debajo de la alfombra, vamos a pelear contra el comunismo”.

¿Crees que su opinión influye en el voto de los peruanos?

Creo en el daño político que ha hecho. Con su apoyo apresurado a Keiko canceló la posibilidad de que la candidata hiciera una limpieza en su partido. Imaginemos que Vargas Llosa se sentaba a conversar con ella y la comprometía a hacer cosas. Ahora parece que ya es muy tarde.

Periodista en el suplemento Domingo de La República. Licenciada en comunicación social por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y magíster por la Universidad de Valladolid, España. Ganadora del Premio Periodismo que llega sin violencia 2019 y el Premio Nacional de Periodismo Cardenal Juan Landázuri Ricketts 2017. Escribe crónicas, perfiles y reportajes sobre violencia de género, feminismo, salud mental y tribus urbanas.