Sueños sobre rieles

Faltan pocas semanas para el Railway Challenge, una competición que desafía a jóvenes ingenieros de las universidades más prestigiosas del Reino Unido a construir locomotoras ferroviarias en miniatura, prototipos que parecen trenes de juguete, pero que tranquilamente podríamos ver circular en alguna gran ciudad en el futuro.

Le pusimos el ojo a este concurso porque participará en él la peruana Andrea Altamirano (31), una ingeniería civil que está estudiando una maestría en ingeniería e integración de sistemas ferroviarios en la Universidad de Birmingham, una de las más reputadas en la materia, que ha desarrollado el primer tren de hidrógeno del mundo, algo que revolucionará la industria y reducirá la contaminación.

Andrea, egresada de la universidad San Luis Gonzaga de Ica, ganó en agosto pasado la Beca Generación del Bicentenario de Pronabec, que subvenciona totalmente sus estudios en el país que tiene una de las redes de trenes más modernas y seguras del planeta, y que mueve más de un billón de pasajeros al año.

La joven iquiteña viajó en plena pandemia a especializarse en ingeniería ferroviaria, un campo que en el Perú aún está en pañales, aunque, según dice, el sueño de un sistema integrado de trenes en Lima está más cerca de lo que creemos: “Tenemos los proyectos de las líneas del Metro, está el tren de alta velocidad que irá de Ica a Lima, por mi experiencia he visto que siempre llaman a ingenieros españoles franceses o chinos, necesitamos a los nuestros”.

Altaminaro está muy entusiasmada con el Railway Challenge. Su equipo, formado por estdiantes de pregrado, maestría y doctorado ultima detalles de su propuesta a través de videoconferencias. Su minilocomotora aún está en la fase del diseño en modelado digital: “Deberá ser amigable con el medioambiente y será propulsada con baterías, no con cables eléctricos”. Debido a la segunda ola del coronavirus no pudieron reunirse para ensamblarla, pero pronto, conforme todos estén vacunados, pondrán manos a la obra.

Competirán entre diez universidades a fines de junio. Si ganan, el Centro de Investigación y Educación Ferroviaria de Birmingham recibirá un financiamiento para reproducir cincuenta prototipos: “Lo que busca el Institution of Mechanical Ingineers, que es como el colegio de ingenieros de Reino Unido y organiza la competencia, es impulsar modelos de nuevas energías para proteger el medioambiente”.

El apasionamiento de Andrea por los trenes no surgió del azar. Previamente a ser becaria, trabajó en el equipo de ingenieros de la ampliación de la Línea 1 del Metro de Lima. Fue todo un desafío, trabajaban de corrido en la noche, cuando las actividades se paralizaban, con el objetivo de adaptar las vías ferroviarias para que puedan adicionar más trenes y se puedan movilizar más personas: “Antes de la ampliación se movilizaban 300 mil, después, más de medio millón; se adicionaron, además, 20 trenes y 39 vagones”.

Dos intentos

Esta experiencia delineó mejor el camino de su especialización. Por ello, se le hizo sencillo buscar un programa en una universidad del extranjero que se ajustara a sus objetivos. Y cuando encontró el de ingenería ferroviaria de la Universidad de Birmingham, no lo dudó. Se planteó perfeccionar su inglés, un requisito para ser aceptada en el campus, y, tras ser rechazada una vez en Pronabec, obtuvo la beca al año siguiente.

La joven ingeniera civil, que retornará al Perú en setiembre próximo, afila sus sentidos para aprender todas las bondades del sistema de transporte ferroviario inglés para reproducirlas aquí: “Sí, nuestro país tiene deficiencias, pero estoy aquí para llevar conocimiento y afianzar un mejor sistema de transporte. El hecho de que mis compañeros tengan una red de trenes mas desarrollado me permite tener una mejor visión para dar solución a nuestros problemas”, dice Andrea, convencida.