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Parte de Guerra: 1821: La ilusión de la libertad

Numerosos afrodescendientes –tanto libres como esclavos– se han enrolado en los ejércitos realistas y patriotas; en el caso de los esclavos, bajo la promesa de la libertad. La posibilidad de ganar un salario, adquirir prestigio y ascender socialmente es otro incentivo para hacerlo. En esta guerra, muchos destacan por su constancia y valentía.

AL SON DE LA GUERRA. 
La independencia fue doblemente
celebrada por la población negra que se sumó a la guerra a cambio de la libertad. El ejército realista también contó con batallones “pardos” reclutados con la misma promesa.
AL SON DE LA GUERRA. La independencia fue doblemente celebrada por la población negra que se sumó a la guerra a cambio de la libertad. El ejército realista también contó con batallones “pardos” reclutados con la misma promesa.

Escribe: Maribel Arrelucea Barrantes. *

El virreinato pasa del millón de habitantes, de los cuales un 3,7% son esclavizados y un 3,8% son miembros de castas conocidos como “zambos” y “mulatos”. Son una minoría, pero su presencia e influencia cultural se extienden por casi todo el territorio. Trabajan en haciendas, talleres, casonas, conventos, panaderías, trapiches, entre otros espacios urbanos y rurales. Algunos sufren un trato inhumano, como en las panaderías y en ciertas haciendas. Otros esclavizados, en cambio, pagan un jornal al amo y viven de manera independiente. Otros más huyen, forman palenques donde se refugian o ejercen el bandolerismo en grupo. No faltan motines y rebeliones. Libres y esclavizados son ahora conscientes de que tienen derechos y presentan quejas y demandas en los tribunales civiles y eclesiásticos.

La población afrodescendiente, tanto en esclavitud como libre, está participando en las guerras de independencia, algunos en el bando patriota y otros en el realista.

El ejército español tiene batallones de infantería y caballería de negros, pardos y mulatos. Como soldados, ganan un salario y adquieren prestigio. Para atraer a más esclavizados, se ha empezado a prometer la libertad. El virrey Joaquín de la Pezuela ofreció vestirlos, alimentarlos, pagarles y darles los mismos privilegios que los que gozan los soldados libres, y después de cinco años de servicio, liberarlos. A su vez, cuando estaba por llegar el Ejército Libertador al Perú, el virrey José de La Serna enroló a 1.500 esclavizados de la ciudad y las haciendas de los alrededores, prometiéndoles la libertad después de seis años de servicio.

Así, según la Gaceta de Lima, la mayor parte del ejército español está compuesto por negros, mulatos y pardos, algunos de los cuales se han presentado voluntariamente, como Manuel Santiago, quien en un juicio exclamó: “Prefiero servir al rey y no a mi amo”. De hecho, este año de 1821 hay varios juicios en la Real Audiencia, en los que se ven casos de afros que han huido de sus batallones para vivir libres en los montes. Aunque algunos temen que los afros organicen una rebelión. Basil Hall, un viajero inglés que anda de visita en Lima, se muestra escéptico con la idea.

En lo que respecta al bando patriota, el 2 de setiembre pasado, San Martín decretó que daría la libertad a todos los esclavizados que sirvieran en el Ejército Libertador. Al desembarcar en Pisco el 8 de setiembre, cientos de esclavos de Cañete, Ica, Chincha y Nazca se unieron a sus huestes. Se dice que 500 de la hacienda Caucato se presentaron con gorras y ponchos rojos, por lo cual se les llama “los infernales”, y se incorporaron a los batallones de mulatos y pardos argentinos y chilenos. Según el general británico Guillermo Miller, los soldados afros de Argentina son negros criollos, la mayoría han sido anteriormente empleados domésticos, han aprendido rápido y hoy se distinguen por su valor, constancia y patriotismo; hay uno apodado “Falucho” que llegó con San Martín y que se encuentra ahora en Lima.

Para acabar, hace poco circuló la noticia de la muerte de Ildefonso, un esclavo de Chincha, espía del ejército patriota, que fue descubierto por los españoles en Pisco y que antes de ser atrapado decidió arrojarse al mar. Se cuenta que gritó que prefería “morir mil veces por la causa de la patria que obedecer a un español”.

(*) Historiadora y docente de la Universidad de Lima y la Pontificia Universidad Católica del Perú, es autora de Lima afroperuana. Historia de los africanos y afrodescendientes en la capital (Municipalidad Metropolitana de Lima 2020).

Cronología de la independencia del Perú 1821

7 de abr. Victoria bolivariana de Bomboná.

21 de abr. Llega al Perú el comisionado español Manuel Abreu. Segunda campaña de Álvarez de Arenales a la sierra.

4-18 de may. Los negociadores del general San Martín y del virrey La Serna se reúnen en Punchauca. Se negocia un armisticio vigente hasta el 4 de junio. San Martín propuso el establecimiento de una monarquía con un príncipe español, previo reconocimiento de la independencia del Perú. No hubo acuerdo.

20 de may. Combate de Mirave en Puno. Victoria de Miller. Arenales ocupa Jauja.

23 de may. Se firma un armisticio entre realistas y patriotas. Arenales ocupa Tarma.

24 de may. El general Antonio José de Sucre vence al jefe realista Aymerich en Pichincha.

1 de jun. Batalla de Higos Urco, cerca de Chachapoyas.

2 de jun. Entrevista de San Martín con La Serna en Punchauca.

Fuente: M. Guerra, coord., Cronología de la independencia del Perú, 2016.

Edición y coordinación: Marco Zileri. Diseño: brian tejeda. Fuente: Ilustración de Pancho Fierro. Blanco y negro, Asociación de Historiadores de América Latina y el Caribe.

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