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Domingo

¿El show puede continuar?

El colapso del evento virtual organizado por el cantante Marc Anthony plantea un reto para los realizadores de tecnología. ¿Cuál es el horizonte de las plataformas de streaming en un mundo dominado por el encierro y la pandemia?

Iba a ser el primer concierto global trasmitido en vivo y de manera virtual desde Miami, a través de la página Livepassplay. Había vendido entradas en más de 85 países. El invitado especial de Marc Anthony sería Daddy Yankee y juntos prometían una noche con orquesta completa y show de luces. Pero la velada acabó en fiasco: miles de fans se quedaron refrescando la web por horas –sin éxito–, las redes se inundaron de reproches y Marc debió ordenar el reembolso y endosar un concierto gratuito en YouTube.

“Fue un pequeño problema que pudo solucionarse en minutos –dice Diego Laura, director de Marketing de Joinnus–. El mundo del streaming mide la capacidad de sus servidores. Cuando uno tiene un concierto así, calcula esto sobre la base de sus entradas. Hubo un imprevisto al momento del cálculo y entonces la plataforma cayó”.

Creada en 2013, Joinnus es la única plataforma de streaming peruana con equipo tecnológico en el país. Surgió como un espacio para agrupar los eventos de la ciudad y también como una forma de escape. Encontrar soluciones ha sido la fórmula de su despegue: un día un organizador emprendió un evento pagado para 20 usuarios y ellos idearon la logística; otro día les pidieron que las entradas de un evento estuvieran enumeradas y crearon una app para controlar el ingreso con código QR.

Esto último “fue un cambio para el mercado peruano, acostumbrado a las entradas de papel”, comenta Laura. Sobre todo, volvió más organizado e interactivo el ingreso a eventos masivos (como el último partido de Perú antes del Mundial, en 2017). El camino devenía alentador hasta que estalló la pandemia y, con ella, el fenómeno de la virtualidad. De pronto, las obras de teatro, monólogos, conferencias, cursos, talleres y conciertos se empezaron a vivir entre cuatro paredes, para sacarnos de la realidad por un momento apenas.

Domingo Seminario y Carolina Botto, creadores de Joinuss.

Domingo Seminario y Carolina Botto, creadores de Joinuss.

“La pandemia nos tumbó de cien a cero en tres días –recuerda Diego Laura–. Además, no había plataforma de streaming para eventos en el Perú ni en la región. Simplemente no había habido necesidad de explotarlo ni masificarlo”. El dilema era cerrar o sobrevivir, y salvar de paso la industria del entretenimiento, una de las más golpeadas. En diez días, Joinuss tuvo lista una plataforma de streaming “cien por ciento peruana”.

El primer evento del encierro fue un conversatorio y un curso de maquillaje. “La acogida fue bastante buena, al punto que empezamos a llevar nuestra propuesta a los organizadores. Todo era muy casero al principio”, apunta Laura. Si antes realizaban unos 800 eventos mensuales, en pandemia eran casi 600. “Es una caída, claro, pero no tan abrumadora. En verdad pensamos que tendríamos apenas veinte eventos mensuales, pero la gente quiere consumir entretenimiento de cualquier manera y mira que no es una necesidad básica”.

Servidores colapsados

Guardando las distancias, Joinuss también ha tenido problemas de saturación como el ocurrido con Marc Anthony. En eventos similares, es importante identificar la calidad del contenido, el público aproximado y la duración. Son datos que dan una idea de cuántos servidores se necesitarán para que sea exitoso. En algunos casos puede que haga falta uno solo. En otros, con más público, una cantidad mayor de servidores que puedan atender el tráfico en tiempo real. Los realizadores de tecnología vienen trabajando arduamente en esto último.

¿Estamos ante el futuro de los conciertos o una adaptación provisional de los mismos? Laura cree que están lejos de desaparecer, que se quedarán al menos dos años más, o se integrarán al modelo de shows mixtos (imaginen, por ejemplo, a los monstruos de AC/ DC rugiendo para un puñado en vivo, mientras que otros los ven desde casa).

De hecho, Joinuss ya ha tomado algunas medidas tras organizar conciertos como el de Mar de Copas y Gianmarco, o como el de Agua Marina, Josimar y Susan Ochoa en San Valentín, o eventos como ‘Cuerda’, de Wendy Ramos, que convocó a unos 30 mil usuarios, incluso de Europa y Asia.

Estos desafíos, señala Laura, los han involucrado en la producción de eventos. Antes simplemente eran intermediarios, es decir, se encargaban de vender las entradas y pagar al organizador. “Ahora los eventos se dan en nuestra plataforma, de modo que debemos coordinar el ancho de banda, las luces, la disposición del o los artistas. Es la única plataforma del país que hace esto, una chamba más fuerte para garantizar que el evento se vea correctamente”.