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Parte de Guerra: El Pronunciamiento de Aznapuquio. El virrey Pezuela es derrocado en incruento golpe militar y la guerra cambia de curso

El virrey Pezuela, en el poder desde 1816, renuncia al cargo tras un pronunciamiento del alto mando militar realista que le retiró su respaldo el 29 de enero de 1821. El poder es asumido por el brigadier La Serna. El Pronunciamiento de Aznapuquio –como se llama el cuartel general realista ubicado en el valle de Chillón– constituye el primer golpe militar, técnicamente hablando, en el Perú. Nuestro corresponsal Víctor Peralta narra las horas de incertidumbre que cambiarían el curso de la guerra.

PRIMER GOLPE MILITAR. El virrey Pezuela
se enteró del Pronunciamiento de Aznapuquio a primera hora del 29 de enero de 1821. En el curso de la mañana
convocó a la Junta General Directiva de la Guerra. A las seis de la tarde abandonó Palacio de Gobierno sin ofrecer resistencia.
PRIMER GOLPE MILITAR. El virrey Pezuela se enteró del Pronunciamiento de Aznapuquio a primera hora del 29 de enero de 1821. En el curso de la mañana convocó a la Junta General Directiva de la Guerra. A las seis de la tarde abandonó Palacio de Gobierno sin ofrecer resistencia.

Escribe: Víctor Peralta (*)

A las nueve de la mañana del 29 de enero de 1821 se presentó en el palacio virreinal un oficial portando un pronunciamiento suscrito por los máximos jefes del ejército realista acantonado en Aznapuquio, localidad ubicada siete kilómetros al norte de Lima. El oficio fue firmado por el brigadier José de Canterac y secundado por los coroneles Jerónimo Valdés y Pedro José de Zavala, los comandantes Andrés García Camba y Antonio Seoane, así como por otros trece altos oficiales.

Los conjurados de Aznapuquio declaraban que ellos no podían seguir asistiendo impasibles al desmoronamiento del “edificio político” virreinal. Advertían como inevitable este destino al notar un progresivo avance del enemigo y “una decadencia rápida de nuestros medios de defensa”. Las motivaciones del descontento de estos oficiales se hacían extensivas a la carencia de un plan de ataque coordinado entre el virrey y sus generales; a las delaciones al enemigo atribuidas a personajes del entorno de Pezuela; y en general a la falta de energía de un gobierno afectado además por la malversación de fondos y los favoritismos. Aducían que todo ello ha llevado a la pérdida de confianza en el virrey por parte del ejército y de la población civil.

El pronunciamiento enumeraba los principales errores militares cometidos por Pezuela. Entre ellos, el haber nombrado al inoperante brigadier Manuel Quimper para combatir al Ejército Libertador del general José de San Martín; segundo, no haber luchado contra la división del general Juan Antonio Álvarez de Arenales en la sierra central; tercero, haber ordenado el retroceso de la vanguardia realista cuando se dirigía a impedir la reunión entre las divisiones patriotas de Alvarado y Rudecindo Arenales; y cuarto, no haber separado del batallón Numancia a los oficiales cuya sospecha de infidencia era pública y notoria, lo que finalmente provocó la deserción de este regimiento y su paso al bando patriota. El escrito de los oficiales liderados por Canterac también culpaba a Pezuela del fracaso de la expedición militar a Chile en 1818, de la pérdida de la fragata María Isabel y, por último, pero no menos importante, de la equivocada designación del brigadier José Pascual de Vivero como gobernador de Guayaquil y del marqués de Torre Tagle como intendente interino de Trujillo, plazas que se perdieron en agosto y diciembre de 1820, respectivamente, por incapacidad del primero y deslealtad del segundo.

Ante hechos consumados como los que se denunciaban, los militares alzados en armas exigían al virrey Pezuela su renuncia y que depositara “en otras manos el Gobierno de un país que en las suyas está perdido”. Concretamente, señalaban que la máxima autoridad debía recaer en José de la Serna. Seguidamente, los jefes militares conminaron a Pezuela a aceptar este sacrificio en aras de evitar una guerra civil en las filas del rey. Por último, concedían cuatro horas para dar respuesta afirmativa, exigiendo además su inmediata partida hacia Panamá.

Tras el ultimátum recibido, Pezuela convocó a la Junta General Directiva de Guerra a las 11 de la mañana. A la misma acudió el brigadier La Serna, quien preparaba su retorno a España y había estado un día antes en Aznapuquio. A pesar de manifestar su sorpresa inicial, lejos de respaldar al virrey, todos los asistentes dejaron a su arbitrio la decisión a tomar. Pezuela comprobó así su orfandad ante la Junta. Su renuncia y el nombramiento de La Serna como nuevo virrey ocurrió simultáneamente a las 2 de la tarde. A las 6 de la tarde, Pezuela y su familia abandonaron el palacio virreinal y se dirigieron a su residencia ubicada en el pueblo de Magdalena.

Cronología de la independencia del Perú 1821

4 de ene. Piura jura su independencia.

6 de ene. Cajamarca jura su independencia.

7 de ene. Tumbes y Chachapoyas proclaman su independencia. Acciones de Álvarez de Arenales en la sierra central.

24 de ene. Agustín Gamarra se une a las fuerzas patriotas, junto con los tenientes coroneles José Miguel Velasco y Juan Bautista Eléspuru.

29 de ene. Dieciocho jefes realistas, en Aznapuquio, conminan al virrey Pezuela a entregar el mando al general José de la Serna y a dejar el Perú en un plazo de 24 horas. El virrey dimitió.

12 de feb. En Huaura, San Martín dicta un reglamento provisorio. El territorio libre es dividido en cuatro departamentos: Trujillo, Tarma, Huaylas y la Costa, que después tomó el nombre de la capital.

13 de feb. Se publica el periódico realista El triunfo de la Nación hasta el 29 de junio. El editor fue Guillermo del Río.

17 de mar. En Paita, los patriotas capturan el buque Sacramento.

►Fuente: M. Guerra, coord., Cronología de la independencia del Perú, 2016.

(*) Científico titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Madrid, director de la Revista de Indias y colaborador del Instituto Riva Agüero. Su última publicación, con Ivana Frasquet, se titula La revolución política. Entre autonomías e independencias en Hispanoamérica (2020).

►Edición y coordinación: Marco Zileri. Diseño: Ricardo cervera. Fuente de ilustraciones: Galería de retratos de los Gobernadores y Virreyes del Perú (1532-1824) publicada por Domingo de Vivero, texto por Don José Antonio de Lavalle, láminas por Don Evaristo San Cristóbal, Lima, Librería Clásica y Científica, 1891.

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