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Lecciones para vacunar bien

Escasez de personal, falta de materiales, dificultades para registrarse, burocracia... Los errores que han afectado el inicio de la vacunación contra el coronavirus en varios países son lecciones que el Perú debe aprender a tiempo. En esta nota, expertos advierten algunas de las complicaciones que se podrían presentar en el país.

Estaban sentados en sillas de jardín, abrigados con mantas e, incluso, algunos habían llevado carpas para pasar la noche.

Las imágenes fueron propaladas por varios noticieros norteamericanos: el 30 de diciembre, decenas de ancianos del condado de Lee, en Florida, acamparon en las afueras de un centro de vacunación esperando alcanzar una de las dosis de la vacuna contra el coronavirus.

Días después, una situación similar se vivió en el condado de Clay, unos cuantos kilómetros al norte. Esta vez fueron cientos de adultos mayores los que pasaron la noche haciendo fila en sus autos para asegurarse de que les tocara la vacuna.

Florida fue uno de los primeros estados que comenzó la vacunación a personas mayores de 65 años y, según lo que han reportado los medios norteamericanos, lo que se ha vivido allí en estas primeras semanas ha sido caos y desconcierto.

El principal error fue que el gobierno estatal dejó que las autoridades de cada condado decidieran cómo organizar la aplicación de las inyecciones: algunas establecieron un sistema de citas en línea, pero otras decidieron vacunar por orden de llegada, lo que llevó a muchos ancianos a hacer filas muchas horas antes de que se abrieran los puestos de vacunación.

El condado de Palm Beach estuvo registrando solicitudes de vacuna por teléfono, pero tuvo que cambiar y aceptar solicitudes solo por correo electrónico debido a que su sistema telefónico simplemente colapsó a causa de la enorme demanda.

Eso ocurría en Florida hasta hace unos pocos días. Pero no solo allí. Un reportaje de The New York Times mostraba recientemente las dificultades que los neoyorquinos de mayor edad tenían para conseguir una cita para la vacuna. Un sistema de registros desordenado y sitios web con errores, además de las propias dificultades de muchos ancianos que viven solos para navegar en las confusas aguas de Internet.

Es verdad que el sistema de aplicación de la vacuna en Perú no será necesariamente igual al de los Estados Unidos. Pero viendo que estos problemas están ocurriendo en una de las naciones más desarrolladas del mundo, es lícito preguntarse ¿qué pasará en nuestro país cuando llegue la vacuna y nuestras autoridades regionales queden a cargo de la vacunación?

Lentitud injustificada

Burocracia. La burocracia es lo que está ralentizando los procesos de vacunación en varias partes del mundo. Quizás el ejemplo más emblemático ha sido Francia: comenzó a vacunar el 27 de diciembre y cinco días después había aplicado la primera dosis a solo 500 personas.

En ese país, las autoridades decidieron vacunar primero a las personas vulnerables, gran parte de ellas ancianos que viven en residencias. El problema fue que para vacunarse cada una debía pasar un examen médico y debía leer y firmar un documento de consentimiento informado de 45 páginas.

Por esa razón, el ritmo de vacunación de los primeros días fue muy lento, al punto de que el propio Emmanuel Macron, tuvo que salir a jalarle las orejas públicamente a sus funcionarios y decirles que no tolerará una “lentitud” injustificada. Y, aunque después de ese rapapolvo, la velocidad se incrementó, el país galo sigue lejos del ritmo de vacunación de vecinos como Alemania y Reino Unido.

La situación en España, otro de los países con un sistema sanitario modelo, también es para mirar. Si bien en general la vacunación en el país avanza a buen paso, algunas comunidades han presentado una lentitud que desespera a sus ciudadanos. Es el caso de la Comunidad de Madrid, una de las que menos ha vacunado y eso, entre otras razones, porque no está usando a todo el personal sanitario que debería. El Colegio de Enfermería ha denunciado la falta de enfermeras para vacunar. Los ancianos de las residencias, donde la gente se muere a montones, deben esperar a que los visiten los sanitarios de la Cruz Roja para recibir su vacuna.

Otra situación que constituye un problema latente es la falta de materiales. Concretamente, jeringas. En Brasil, la vacunación con la controvertida vacuna de Sinovac comenzará en unos días, pero el gobierno de Jair Bolsonaro no ha podido comprar los más de 300 millones de jeringas que necesita. En la última licitación que hizo solo pudo adquirir 8 millones, y eso debido a que ofreció poco dinero a las empresas proveedoras.

Personal y transporte

La campaña de vacunación en Perú tendrá sus propias características y, en consecuencia, sus propios desafíos.

–Es el mayor reto de vacunación de nuestra historia– dice Mariana Mendoza, que fue directora de Inmunización del Minsa del 2005 al 2012 y dirigió la aplaudida campaña de vacunación contra la rubeola de 2006. –Y eso es por las condiciones en las que se va a vacunar. Nosotros no vacunábamos con EPP, no vacunábamos con distanciamiento social, no habíamos visto tanta muerte.

Para Mendoza, hay dos situaciones a las que hay que prestar atención desde ahora para que no se conviertan en problemas una vez que lleguen las vacunas: la contratación de enfermeras y el transporte de la vacuna en las regiones.

El personal que tenemos va a ser insuficiente. En vacunación regular ya tenemos una brecha, ¿qué va a pasar con esta campaña, que tiene que ser intensiva? Necesitamos entre un 30 y un 45% más de personal.

De similar opinión es el infectólogo Eduardo Verne, presidente del Comité de Expertos en Inmunizaciones del Minsa.

–No vamos a tener el personal que se tenía en otras campañas. Parte del personal de vacunación ha pasado a áreas Covid. Tenemos que ver la forma de incorporar a internos de Medicina o estudiantes del último año de Enfermería– dice.

Mariana Mendoza cree que los gobiernos regionales no solo ya deberían tener en su presupuesto partidas asignadas para la contratación de enfermeras y enfermeros, sino que ya debería estar contratándolas para que vayan siendo capacitadas.

El otro punto crítico de la vacunación, en opinión de estos especialistas, será el transporte de la vacuna, no necesariamente desde el Cenares hasta las Diris, Diresas y Geresas, fase que parece haber planificado bien el Minsa, sino desde estas instituciones hasta los centros de vacunación en las provincias.

La experiencia de Mariana Mendoza dirigiendo campañas de vacunación nacionales le dice que si una unidad ejecutora no tiene listos sus contratos y sus recursos para pagar a tiempo a quienes distribuirán las vacunas, estas se quedarán en los almacenes por varios días.

–Hay regiones que son muy proactivas, pero hay otras que no lo son– dice, por su parte, Eduardo Verne. –Allí el Minsa va a tener que imponer su autoridad cuando vea que la vacunación no avanza, como lo ha hecho antes. La situación es muy crítica y es importante que las regiones se involucren en esto.

Reportero. Comunicador social por la UNMSM. Especializado en conservación, cambio climático y desarrollo sostenible. Antes en IDL Reporteros y Perú.21. Premio Periodismo Sustentable 2016. Premio Especial Cáritas del Perú. Finalista del Premio Latinoamericano de Periodismo de Investigación 2011.