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Domingo

“La indignación es contra el sistema político, contra todos los políticos, incluso contra mí”

Rocío Silva-Santisteban es congresista del Frente Amplio, maestra universitaria y poeta.

Rocío Silva-Santisteban
Rocío Silva-Santisteban

En menos de una semana, la congresista Rocío Silva-Santisteban pasó de ser una voz disidente dentro de su bancada a la probable presidenta provisional del país. En este diálogo resume lo que fueron para ella estos convulsos días de caos político y define el perfil de lo que ahora llamamos “Generación del Bicentenario”.

¿Su bancada sabía que votaría en contra de la vacancia?

Por supuesto. Ellos me pasaron la moción de vacancia, pero yo no la firmé. Desde allí empezó un debate interno en la bancada. Había un peso muy fuerte sobre el tema de la corrupción, ya no se trataba de Richard Swing o de audios, sino de denuncias de colaboradores eficaces. Eran indicios razonables para pensar que allí (durante la gestión de Martín Vizcarra como gobernador regional de Moquegua) se había dado un acto de corrupción. La diferencia era la oportunidad. Mirtha Vásquez y yo decíamos que no era el momento. Que fuera procesado inmediatamente después de ser presidente. Es más, presentamos una moción para formar una comisión que investigara a Vizcarra, pero no tuvimos respaldo de la bancada. Ahora, yo he sido periodista. Todos los días leo El Comercio, La República, Diario Uno y Gestión, y allí se veía algo. La gente decía: “No lo vaquen”. Cómo podíamos insistir en eso, mientras la gente pensaba en comer, vivir y sobrevivir.

De acuerdo, usted dice que había en la calle una sensación contraria a la vacancia, además una encuesta de Ipsos decía que un 78% de peruanos pensaba que Vizcarra debía continuar en el cargo. ¿Por qué si usted lo tenía claro, no lo tenían igual de claro sus colegas del Frente Amplio?

Esa es una pregunta, Emilio, que se la debes hacer a los colegas de mi bancada. Y lo que sí te digo es que cuando se han discutido las posiciones, posteriormente, algunos siguen pensando que hicieron bien. Otros no, otros están meditando. Lenin Bazán ha hecho un mea culpa público, por ejemplo. En un momento me dijo: “¿Por qué no nos explicaron tan bien?”. Y yo le dije: “Ustedes no nos creían”. Y creo que eso se da en parte porque somos mujeres.

¿Todavía hay esas cosas en el Frente Amplio?

No es que esas cosas todavía se dan en el Frente Amplio, sino que los hombres en este país tienen un núcleo duro machista. Y esos estereotipos te dicen que las mujeres, además de chismosas, son mentirosas, eso es lo que pasa.

¿Qué hizo inmediatamente después de que se aprobó la vacancia? ¿Cuál fue su primera reacción?

Pues, yo pensé: “Ay, y ahora qué hicieron”. Mira, en la mañana yo estuve hablando con varios congresistas y no había ánimo de vacarlo. Hasta que en su discurso habló de los 64 congresistas que tenían investigaciones fiscales. Allí escuché un ruido. Y desde allí todo se puso más hostil. Y así lo vacaron. Yo me quedé con la gente de mi despacho a ver qué iba a pasar. Y lo que pasó fue que Merino convocó a su juramentación para el día siguiente.

¿Cómo se organizó desde su despacho para seguir lo que ocurría en la calle, en las comisarías, a donde llevaban a los detenidos, y en los hospitales?

Bueno, yo he estado en las calles en los últimos diez años. Y la gente de mi despacho son personas que están relacionadas con el movimiento popular, con las organizaciones, todos salimos. Y la movilización fue inmediata. Se armaron chats, corrían los flyers. Y al inicio no era una movilización. Había grupos aquí y allá. El martes por la mañana nos juntamos frente a El Comercio, estuvimos buen rato allí, tiraron bombas lacrimógenas, lo clásico. Para eso ya me había articulado con el movimiento de derechos humanos, con la coordinadora, con las feministas, con los jóvenes. Todos tenían diferentes ideas. Todo se armó a partir de las redes sociales. El martes por la noche todo escaló. Daniel Olivares veía a los heridos y Mirtha Vásquez a los detenidos. Y el miércoles tuve una maratón de comisiones en el Congreso. Se evitó que el ministro del Interior fuera al Congreso, para responder por las acciones de la Policía. Y el jueves se hizo una movilización muy grande. Mira, no era un movimiento organizado, era una cosa medio anárquica. Si llegaban los estudiantes a la plaza San Martín, se quedaban en un grupo. Y de pronto llegaba la barra de la ‘U’, que iba a otro lado. Había algo en Lima y también en el parque Kennedy, en Miraflores, en Arequipa, en Cajamarca, en Chachapoyas. Pero todos eran grupos que no articulaban completamente, era medio desorganizado, pero en un momento comenzaron a salir y a marchar. Eso se armó allí, en la calle.

¿Qué es lo más duro que vio en esas horas?

La represión de la Policía. Ha sido muy fuerte. A ver, yo trabajo hace años el uso abusivo que la Policía le puede dar a la fuerza en el caso de contención de movilizaciones. Y algo que sucedía en Lima es que se podían contener con bombas lacrimógenas, con los pinochitos o con los balines de goma, pero, desde la Marcha de los Cuatro Suyos, nunca había ocurrido una muerte, se cuidaban más. En espacios rurales como Celendín, Espinar, Bambamarca, Tía María, la Policía ha utilizado fusiles, pero eso no ocurría en Lima.

Hasta esta semana.

Sí. O sea, yo he estado en muchas movilizaciones. A mí me ha caído una bomba lacrimógena en la pierna, de rebote, porque antes golpeó el suelo. Me dejó un hematoma, pero no me quemó. Y los chicos cuentan que las bombas los han quemado, porque las dispararon de frente a las piernas. Allí hay un tema. Y el otro asunto es la presencia de los ternas. Mira, Mirtha Vásquez me ha comentado que cuando ella fue a la comisaría de Alfonso Ugarte vio que había como 20 personas. Y les preguntó: “¿Todos ustedes están detenidos?”. Y el propio grupo les respondió: “No, nosotros no, porque somos ternas”. (sonríe). Los detenidos eran ocho. Pero la Policía se llevó a todos, entre termas y marchantes.

¿Debe desactivarse el Grupo Terna?

Es que ese grupo tiene un sentido dentro del trabajo que se hace para seguir al crimen organizado. Tiene sentido en el tema de paqueteros, narcotráfico pequeño, pero poner ternas en una protesta pacífica es un completo error.

¿Esta indignación ciudadana puede ser canalizada por algún grupo político de cara a las elecciones de 2021 o se va a disolver?

No se va a disolver, pero no va a ser capitalizada por los políticos. La indignación es contra el sistema político, contra todos los políticos, incluso contra mí. No nos tienen confianza. Yo soy profesora universitaria, y de alguna manera puedo medir las percepciones, y esta generación, que está muy preparada, tiene una agenda muy clara. Yo me reuní con algunos jóvenes en mi despacho y el primer punto de su agenda era reparación en salud y salud mental a los heridos y a los deudos de las víctimas. La tienen clara. Son muy articulados. Su análisis de la realidad es más articulado que el de muchos congresistas.

¿Y eso no le preocupa? Este divorcio entre jóvenes y partidos debería preocuparle a alguien que se dedica a la política.

Bueno, eso es últimamente. Pero más me he dedicado a los jóvenes, desde hace 30 años, desde que yo era joven. No me preocupa. Los partidos deben sintonizar con los jóvenes. El partido que lo haga será el que gane las próximas elecciones.

¿La sorprendió que su nombre se propusiera como probable presidenta de la transición?

Ya, lo de la Mesa Directiva fue porque cuando una mesa anterior renuncia, tiene que asumir la lista que perdió. Y nosotros en marzo, como un gesto político, presentamos una lista solo del Frente Amplio, que obviamente perdió. Y bueno pues, resulta que el destino da vueltas. Y ese día tuve que manejar la mesa directiva. Y otra cosa que sucedió es que en un momento determinado los voceros de las bancadas deciden que yo era la candidata del consenso. Yo les dije: “Oigan, yo soy una mujer de izquierda. Y veo todo esto muy complicado”. Incluso se lo dije a Francisco Sagasti. “¿Qué va a pasar con la Confiep? Se van a poner nerviosos”, le pregunté. Todo estaba empantanado. Y lo que percibía era que había sectores que no querían al Partido Morado, porque habían votado en bloque en contra de la vacancia.

En los minutos que se voceó su nombre como presidenta de la transición, mucha gente dijo que eso solo podía ocurrir si usted renunciaba al Frente Amplio. Rápidamente, usted aclaró que eso no era necesario porque usted es una invitada en ese grupo. ¿Ahora mismo qué la une al Frente Amplio?

(Se queda en silencio unos segundos) ¿Por qué me haces esas preguntas? (se ríe). En este momento, desde la bancada estamos evaluando muchas cosas. Cochero, el congresista Fernández, del partido Unidos, se ha retirado del Frente Amplio, pero se queda en la bancada. Mi grupo político, que se llama Comité Ana Tallada, también debe tomar una decisión. Aunque nosotros ya habíamos sacado un pronunciamiento bastante fuerte cuando se expulsó a 54 personas del Frente Amplio. Ese fue un tema de discusión. Yo creo que desde hace un tiempo estamos lejos del Frente Amplio. Pero eso no significa que no respete a las personas. Yo disiento políticamente, aunque (Alberto) Flores Galindo dice que “disentir es una forma de aproximarse”.

¿Votará en abril por el candidato que presente el Frente Amplio?

Yo pienso que no debería presentarse ninguna candidatura en abril.

Cada vez que la izquierda se aproxima a puestos de poder, mucha gente empieza a hablar de sus cercanías con el terrorismo y la subversión. Y eso ocurrió esta semana con usted, ¿cómo puede hacer la izquierda para sacudirse de esas acusaciones?

A ver, el terruqueo es una estrategia de grupos diversos que tiene como objetivo desprestigiarnos. Pero hoy los jóvenes se dan cuenta de las cosas. En mis últimos tuits he hecho un poco de pedagogía explicando qué es terrorismo y qué es terruqueo. Y hay chicos que me dicen que el terruqueo es otra forma de terrorismo. Lo que quieren es generar terror sobre una figura inexistente, convierten a una persona como yo en un monstruo, con información muy sesgada. Y yo he estudiado en la Universidad de Boston, así, ¿qué soy?, ¿una terruca capitalista? Que me lo expliquen.

Periodista formado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Es editor y reportero del suplemento Domingo de La República. También ha publicado en el diario El Tiempo de Colombia y La Tercera de Chile. Fue reportero de la sección política de este diario. Tiene un blog sobre fantasía (cuervosobrepalas.wordpress.com) y otro en el que comenta su trabajo periodístico (cambiodetitulares.wordpress.com)