Los bebés ausentes y el pintor

#Incubadoras. ¿Es posible entrar al debate de la tragedia ocurrida en hospitales públicos de Chiclayo y Arequipa, por la falta de incubadoras en la sección de recién nacidos, sin tomar partido por nadie? Parece que hay que gritar que uno está con el gobierno o en contra de él, o ponerse una camiseta, antes de dar una opinión. Y la verdad es que el asunto ha sido usado de manera oportunista por los políticos que solo quieren restarle puntos al gobierno. Basta ver al congresista fujimorista que entró al área de neonatología del hospital de Chiclayo con el único fin de hacerse fotos junto a las cunas de los menores y luego difundirlas en sus redes. Ese es el espectáculo de la política y así aborda temas tan importantes y duros como la muerte de bebés prematuros por falta de equipo médico. Habiendo dicho esto, hay que exigir una solución inmediata. Si las administraciones regionales no han sido capaces de ejecutar el presupuesto que se les asigna cada año y hacer las compras más urgentes en áreas de alto riesgo, el gobierno central debe encontrar una salida: destinar una partida para compras de emergencia, identificar cuanto antes en qué se emplea el dinero destinado al sector Salud. Esa debe ser una prioridad. En esta edición, el expresidente regional de Ica y probable candidato presidencial, Fernando Cilloniz, dice que en la administración pública existe una suerte de corrupción menuda que es capaz de sabotear instrumental médico para ganar algo arreglando los procesos de adquisición y compras. ¿Ocurrió eso en el caso de las incubadoras? La respuesta la debe dar el gobierno, en el plazo más corto posible.

#JoséTola. “Yo creo que más que felicidad el asunto es maravillarse. Eso es lo que más me llena. Cuando estás pintando y de pronto retrocedes para ver el cuadro y observas que está muy bien, ¡carajo!, dices, de dónde me salió todo esto, es una maravilla. Eso para mí es la felicidad. La felicidad está en crear”, así definía su trabajo el pintor José Tola. Así se lo dijo a La República en marzo de 2006. Con su muerte deja una obra que vale la pena revisitar: lienzos, grabados, vitrales y El Tiempo, la famosa escultura que ocupa un lugar especual en el malecón de Miraflores. Se extrañará su creatividad y su capac