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Domingo

Stephen King, el horror en los huesos

Con 71 años, el célebre escritor de novelas de suspenso sigue vigente. En esta nota recordamos el accidente carretero que casi le cuesta la vida.

1.	It, estrenada en 2017, es una película basada en la novela del mismo nombre, escrita por King en 1986.
1. It, estrenada en 2017, es una película basada en la novela del mismo nombre, escrita por King en 1986.

En el mundo de los bestseller, el nombre del escritor estadounidense Stephen King es garantía de éxito. Exactamente desde 1974, cuando se publicó su novela de terror metafísico Carrie, que trata de una adolescente atormentada que descubre sus poderes telequinéticos.

Desde entonces, más de cincuenta novelas y libros de relatos del escritor nacido en Portland, en 1947, han inundado las mesas de noche de los amantes del miedo en todo el mundo. Obras como El resplandor, La zona muerta, Misery, La milla verde y En el umbral de la noche forman parte de la cultura popular gracias a su nivel de ventas y a sus taquilleras versiones en la pantalla grande.

En la actualidad, el septuagenario King sigue tan productivo como antes y goza de una renovada fama gracias al remake cinematográfico de su novela It, de 2017, y a sus constantes declaraciones contra el presidente de los EEUU, Donald Trump.

King es un reconocido partidario demócrata que durante las pasadas elecciones presidenciales le recomendó al entonces candidato republicano, a través de su cuenta de Twitter, un slogan que consideraba más sensato con el pensamiento del empresario hotelero: “Si eres blanco, ¡estás bien! Si eres de otro tipo, no te tengo confianza”.

Pero no todo fue un camino ascendente en la vida del escritor. Un suceso estuvo a punto de retirarlo del juego antes de tiempo. Un hecho que bien podría ser el argumento de uno de sus cuentos de terror.

El accidente

En junio de 1999, King se hallaba en su casa ubicada en un paraje al oeste de la ciudad de Maine, un lugar tranquilo rodeado de un bosque. Era el ambiente que prefería para las caminatas que le ayudaban a ordenar ideas y ahuyentar los posibles bloqueos. King y su esposa, Tabitha Spruce, estaban felices porque habían recibido la visita de sus tres hijos y de su primer nieto.

El 19 de junio, el escritor se disponía a dar una vuelta mientras esperaba la noche para ir al cine con la familia. Al promediar las cuatro de la tarde, luego de caminar un largo trecho, llegó hasta la carretera y se dispuso a continuar su trayecto por el arcén hecho de grava. Iba por un tramo empinado que impedía ver lo que había del otro lado.

Justo antes de llegar a la cima, King tuvo una décima de segundo para percatarse de que algo venía a velocidad por el arcén y no por la carretera. Se trataba de una camioneta celeste, marca Dodge, que lo hizo volar por los aires.

El primer recuerdo que tiene el escritor es la borrosa placa de la camioneta y la espeluznante visión de tener la mitad de su cuerpo torcida hacia la derecha. Intentando comprender lo que había pasado, buscó con la mirada hasta dar con un hombre sentado cerca de él. Se trataba de Bryan Smith, un desprolijo conductor con varias infracciones de tránsito, que le aseguró que ya había pedido auxilio a las autoridades y que no se moviera porque tenía las piernas rotas en varias partes.

Pero ¿qué había distraído a Bryan Smith? Según investigaciones posteriores, todo se debió a su rottweiler, de nombre Bullet. El perro, que acompañaba a Bryan ese día, había olido la carne que el conductor guardaba en una nevera en la parte trasera del vehículo y había ido por ella. Bryan Smith trató de ahuyentarlo como pudo. El conductor tenía la cara medio volteada, una mano en el timón y la otra hacia el perro cuando se adentró imprudentemente en el margen de la carretera ocasionando el accidente.

King fue llevado al hospital más cercano donde pidieron que fuese trasladado en helicóptero al centro médico de Maine por la gravedad de sus heridas. En el trayecto aéreo, el escritor tuvo un colapso de pulmones que casi acaba con su vida. Ya en sala de emergencias, adormecido por la morfina y demás analgésicos, fue sometido a una operación para salvarle la pierna derecha, la que tenía fracturada en nueve partes. Además, presentaba una rodilla partida en dos, una fractura de cadera, la columna astillada en ocho partes, cuatro costillas quebradas, un desgarro en el cuero cabelludo y otro en la piel que cubría la clavícula.

A pesar del diagnóstico inicial, y tras varias operaciones para colocarle y retirarle varillas de acero de la pierna, King pudo abandonar el hospital tres semanas después del accidente. El resto de la dolorosa rehabilitación física y emocional lo hizo en su hogar.

Por su parte, Bryan Smith fue condenado a seis meses de prisión no efectiva y se le confiscó su licencia de conducir por un año.

Stephen King hace una descripción detallada de esta tragedia en un capítulo de su libro autobiográfico On writing (Mientras escribo), en el que, al conocer que Bryan Smith iba a toda velocidad por la carretera porque quería comprar una barra de chocolate, escribió: “Me entero del detalle después de unas semanas y pienso que ha estado a punto de matarme un personaje de una novela mía”.

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