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Domingo

Electra vive en Caracas

El clásico griego es llevado al Teatro La Plaza y ambientado en Venezuela. En medio de la crisis, una familia revivirá el círculo de sangre y venganza que tiene como protagonista a Electra, la joven caraqueña que vengará la muerte de su padre.

Alejandra Guerra (Clitemnestra) y Morelis Rodríguez (Electra). Foto: Mauricio Malca
Alejandra Guerra (Clitemnestra) y Morelis Rodríguez (Electra). Foto: Mauricio Malca

Por: Juana Gallegos

¿Tres mujeres que se cachetean sin parar durante cinco minutos?

La gente no entendía nada. Era marzo de este año y el dramaturgo venezolano, Alejandro Clavier, hacía un ensayo de su nueva obra teatral titulada Electra, frente al público de la Casa de la Literatura de Lima.

Nadie salió con certezas de esa excéntrica puesta en escena, ni el propio creador.

La nueva obra de Clavier (29) tenía que contar una historia potente sobre Venezuela y se estrenaría en tres meses en el Teatro La Plaza de Larcomar.

El joven dramaturgo estaba en pleno proceso de creación de su guion. Escribiendo a contrarreloj. Y como un cocinero que invita a sus comensales a degustar su plato antes de ser servido, mostraba a la gente su obra de teatro antes de estar finiquitada para ver sus reacciones.

Lo único que tenía claro, Jano -como lo conocen en la escena- era que su pieza teatral sería la adaptación de la tragedia de Sófocles a la realidad caraqueña. Cumplía a rajatabla lo pedido por la directora de La Plaza, Chela de Ferrari.

Así es que de marzo hacia adelante, Jano siguió experimentando. Escribiendo y borrando el guion de su obra, imaginando y desechando escenas: en algún momento pensó pedirle a los actores que se desnuden por completo en el clímax de la historia, luego pensó en subir al tabladillo una estatua de cera de Nicolás Maduro muerto.

Al igual que la escena de las mujeres que se dan cachetadas, estas ideas no prosperaron. Tras varias presentaciones de ensayo-error, el guion de Electra fue terminado hace poco, a cuatro días de su estreno, el 20 de junio pasado.

¿Electra será una historia sobre xenofobia?, le preguntamos al director de teatro.

- No. Tiene que ver con lo que está pasando ahora mismo en mi país, con el círculo de violencia que los venezolanos viven a diario.

Clavier emigró de su país por la crisis, al igual que los 768,000 venezolanos que se han refugiado en el Perú hasta la fecha. Solo que él llegó el 2009, cuando escuchar a alguien decir arepa, o chamo era rarísimo en una ciudad poco cosmopolita como Lima.

"Electra" es su forma de reflexionar sobre su patria, sobre el incremento de asaltos a mano armada, sobre los bebés que se mueren por inanición, sobre la represión de la policía bolivariana contra los civiles, sobre porqué su país se ha convertido en el más violento de América Latina. Al 2018, más de 23 mil venezolanos habían muerto por la violencia urbana.

Pero Clavier asegura que esta no es una obra teatral panfletaria. La pertinencia de haberse apoyado en la tragedia de Sófocles es que en una tragedia no hay buenos ni malos. Todos los personajes han sido trastocados y afectados por un destino cruel, y parece que la sed de venganza de todos es justa.

Romper el círculo vicioso

Electra quiere matar a su madre, Clitemnestra, y lo hará en complicidad con su hermano expatriado, Orestes, que llegará pronto a su encuentro. Día y noche piensa Electra en su venganza, que considera justa, pues su madre, en complicidad con su amante Egisto, mató años atrás a su padre Agamenón, rey de Micenas. Clitemnestra no se arrepiente del crimen porque su exmarido fue el asesino de la pequeña Ifigenia, la tercera y última hija de la familia.

Ese es a grandes rasgos el esqueleto de este mito griego que inspiró a Sófocles (496-406 a.C) a escribir su tragedia. Como se lee, la familia está inmersa en un fatídico círculo de sangre.

Cambiamos de escenario. Caracas 2019, en pleno auge del régimen chavista de Nicolás Maduro. Una familia venezolana de clase alta, que resiste la miseria de su país vendiendo los últimos enseres de la casa, está conformada por personajes con los mismos nombres que los de la tragedia griega.

La madre, Clitemnestra, ha organizado una fiesta sorpresa para celebrar el cumpleaños de Egisto, su amante. Electra vive con ellos y no soporta la idea de que los perpetradores de la muerte de su padre no paguen por lo que hicieron.

La despechada joven espera la llegada de su hermano, Orestes, que emigró varios años atrás al Perú, por la crisis. De allá, de la tierra de su madre (sí Clitemnestra es peruana y huyó en los ochenta del terrorismo de Sendero Luminoso y se refugió en Venezuela) vuelve el muchacho para saciar la venganza de su hermana.

- ¿Cómo se te ocurrió relacionar la historia de Electra con la crisis de su país?

- Viendo a Venezuela desde la distancia soy capaz de entender que todos tienen la razón, por eso mi país es hoy una tragedia griega como Electra. Entiendo que la revolución chavista fue producto del cúmulo de injusticias que se vivía en mi país. Pero la revolución también nos ha hecho entrar a los venezolanos en un círculo de sangre que parece que no acabará nunca como ocurre en Electra. El uso de la violencia solo trae más violencia.

Pero la Electra de Clavier, que se exhibirá hasta el 23 de julio, plantea un final distinto. Alguien se rebelará ante el destino cruel y pondrá un coto a la seguidilla de muertes.

Volver a la actuación

Morelis Rodríguez recuerda muy bien la noticia: dos bebés habían sido hallados muertos en una caja de cartón que alguien arrojó a la basura.

Eran cuerpos consumidos por la falta de alimento. Ver ese crudo retrato fue definitivo para que la actriz y productora de teatro venezolana de 31 años se decidiera por el éxodo.

Partió de Caracas y llegó a Lima hace un año y medio y, como sus paisanos, se dedicó al comercio ambulatorio para solventar su nueva vida. Hoy trabaja en un call center de ventas internacionales.

Ella fue una de los ochenta actores venezolanos que pasaron casting para integrar el elenco de Electra, formado, además, por la actriz peruana Alejandra Guerra (Clitemnestra).

Clavier le pidió aprender de memoria y recitar el discurso que leyó la hija de Hugo Chávez, María Gabriela, el día de su muerte:

"Papito, qué difícil se me puso la vida sin ti, he llorado, he gritado, me he calmado y he vuelto a llorar. Adiós mi amado amor eterno".

Después de pasar varias pruebas más, Morelis fue elegida como la Electra caraqueña: “La obra da un mensaje de reconciliación. A pesar de que cada personaje considera justa su venganza, se plantea la necesidad del conseso para resurgir como sociedad”, dice la actriz, nerviosa ante su incursión en las tablas limeñas.

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