Champions League: Bayern Múnich, el rey de Europa
Soberano. Bávaros vencieron 1-0 al PSG y se coronaron campeones de la Champions League. Kingsley Coman marcó el gol que le dio al cuadro alemán el sexto título de su historia en este torneo.
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Luego de 90 minutos, Lisboa fue testigo de una coronación. El fútbol del Viejo Continente se arrodilló ante un monarca que volvió por un cetro que había dejado hace 7 años. Al final, la celebración se extendió hasta la ciudad de Múnich y la ansiada copa de asas anchas prefirió llenarse de la más fuerte cerveza alemana por sobre el más fino vino de Francia.
Bayern Múnich cerró una campaña perfecta, término que no se usa a la ligera en este sentido, ya que el club ‘bávaro’ consiguió su sexta Champions League sin perder ningún solo partido (11 de 11 con 43 goles a favor), único club en la historia en lograrlo. Solo ese dato podría servir para hablar de la grandeza mostrada por el equipo alemán en este torneo, pero nos quedaríamos cortos.
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La victoria por 1-0 sobre el PSG en esta final fue una que se fue construyendo a partir de un eficiente trabajo colectivo, constante en esta temporada. Los dirigidos por Hans-Dieter Flick aguantaron el embate inicial de los parisinos, quienes tuvieron varias opciones para abrir el marcador como la que Neymar tuvo en un mano a mano con Neuer y la que Mbappé falló clamorosamente al final del primer tiempo.
En la segunda mitad, despertó el monstruo de Múnich. Con su tridente de ataque anulado, el PSG tuvo que sufrir la buena conducción de balón de Thiago Alcántara, la presencia peligrosa de Lewandowski y la velocidad de Gnabry y Coman por los extremos, todos conjugados por un director de orquesta llamado Thomas Muller. Hasta el portero Manuel Neuer brilló, tapando todo, incluso las que llegaban en posición adelantada.
Kingsley Coman, quien reemplazó a Perišić en el once titular, fue el invitado a bañarse en gloria. A los 59′, atropelló en el área rival para hacer con la cabeza lo que no pudo con los pies. Tras un certero centro de Kimmich, marcó el 1-0 que terminaría dándole el título a su equipo y condenando a sus paisanos.
Del PSG se pueden rescatar muchas cosas, no obstante, y pese al esfuerzo de Ander Herrera y Di María que fueron los más destacados, Neymar y Mbappé se vieron sometidos a una solidez con la que no están acostumbrados a lidiar en casa.
Un triunfo merecido que grafica el renacimiento de un gigante, uno que llegó a los 500 goles en Champions League, que lleva 21 victorias seguidas en partidos oficiales, que consigue dos tripletes en su historia, y demás logros que seguramente están por venir. El Bayern Múnich volvió y ocupó el trono que se han ganado por derecho de conquista e inició un reinado que promete gobernar con guante de hierro.
Del interinato a la Champions
En noviembre del año pasado y tras la salida del croata Niko Kovac del banquillo del Bayern Múnich, Hans-Dieter Flick tomó un equipo que andaba perdido en la Bundesliga. El resultado de su buen trabajo habla por sí solo: 33 triunfos en 36 partidos con una efectividad de un 92%, además del segundo triplete en la historia del club, nada mal para un director técnico interino. “Estoy orgulloso del equipo, de cómo ha sido completamente consecuente con el partido que nos habíamos trazado. Fue sensacional”, señaló el alemán tras conseguir la primera Champions League de su carrera.
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