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Terror en la arcilla: el día que Monica Seles fue apuñalada en pleno partido

Hace 27 años, la tenista serbia sufría el ataque de un desquiciado fan de Steffi Graf. Monica Seles nunca más volvería a Alemania ni al primer lugar del ranking en solitario.

Con solo 19 años, la serbia Monica Seles ya era la número 1 del mundo, destronando a Steffi Graf y perfilándose para convertirse en una leyenda del tenis mundial. Sin embargo, todo cambió durante el WTA de Hamburgo cuando sufrió un atentado que cambió su vida y su carrera para siempre.

Seles llegaba al torneo alemán con 8 Grand Slams ganados bajo el brazo, el último de ellos fue el Abierto de Australia, sumando su tercera victoria sobre Graf en cuatro finales. Su imponente estilo de juego hacía que el mundo se prepare para ver a la nueva gran estrella del tenis cada vez que ella saltaba al campo.

El 30 de abril de 1993, durante el encuentro por cuartos de final del WTA de Hamburgo ante la búlgara Magdalena Maleeva, el marcador reflejaba un 6-4, 4-3 para la serbia. Durante un receso, la confusión reinó cuando Monica Seles cayó desplomada en la cancha mientras un tumulto se armaba en las graderías.

"Tras un juego, apuré hasta el final porque no había bebido nada de agua y de pronto sentí un dolor horrible en mi espalda. Me giré buscando de dónde venía el dolor y vi a un hombre detrás de mí levantando un cuchillo contra mí", relató Monica tiempo después.

Monica lució desorientada durante los minutos de tensión que tomó su asistencia médica y la reprensión del agresor. Por momentos parecía que se iba a desvanecer, pero la tenista pudo mantener la entereza aún con una herida de dos centímetros de profundidad.

Monica Seles.

Monica Seles.

El agresor era un alemán de 38 años llamado Günter Parche, quien dentro de su delirio, no encontró mejor manera para ayudar a su idolatrada Steffi Graf a recuperar el puesto uno que apuñalar cobardemente a Seles con un cuchillo de cocina.

Crimen sin castigo

Monica Seles fue trasladada rápidamente a un hospital en el que dieron cuenta de la fortuna de la tenista. El cuchillo estuvo cerca de perforarle un pulmón, pero solo fue herido un músculo. Sin embargo, el daño a la larga fue mayor.

Pasaron dos años para que Seles volviera a competir. Le tomó mucho tiempo recuperarse del trauma psicológico que el ataque le causó. Las pesadillas y ataques de ansiedad se volvieron una moneda común en su vida. Para colmo de males, la muerte de su padre debido al cáncer la sumió en una profunda depresión.

El regreso no fue fácil, tuvo que batallar con otra de las secuelas del ataque: su adicción a la comida. “La comida era mi única terapia. Dime cualquier ciudad del mundo y te diré cuál es su mejor restaurante italiano. No era la comida en sí, sino la emoción que me producía”, confesó la tenista que a los 21 años pasaba sus noches comiendo galletas y llorando.

Pese a eso, se las arregló para ganar 21 títulos más en su carrera, incluyendo el Abierto de Australia de 1996. Pero todo era distinto, su juego ya no era el mismo y los periodistas no tardaron en notar que su característica y provocadora sonrisa había desaparecido en todas las ruedas de prensa.

Y en cuanto a Günter Parche, no fue a prisión y hasta el día de hoy se mantiene internado en una institución mental en Turingia (Alemania), donde ha sufrido varios infartos. En el colmo de la ironía (o la injusticia), Parche logró su cometido, pues Steffi Graf, que visitó a Seles en el hospital por unos minutos, ganó 6 torneos de 8 durante los 2 años de ausencia de la serbia.

Seles se retiró oficialmente en el 2008, luego de 5 años de inactividad por una lesión en el pie. Nunca recuperó en solitario el número uno, ya que, al volver, la reinstalaron en ese sitial, pero a la par de Steffi Graf. Además, una propuesta para mantenerla en el número uno hasta su regreso fue rechazada por las tenistas de esa época, algo que le dolió mucho. Solo la argentina Gabriela Sabatini se mostró a favor.

Hoy vive en Estados Unidos, país del cual adquirió la nacionalidad, y se dedica a dar charlas motivacionales y a hacer esporádicas apariciones televisivas (como la vez que compitió en el famoso programa Bailando con las estrellas). Pero lo más importante es que parece haber reencontrado aquella sonrisa que perdió hace 27 años.

“Hoy estaríamos hablando de Monica como la tenista con más títulos de la historia por delante de Margaret Court (24 Grand Slams). Steffi tiene 22, pero es que no tenía a nadie contra quien jugar. Günther Parche cambió el curso de la historia del tenis, sin duda alguna”, asegura Martina Navratilova, tal vez, con toda la razón del mundo.

Monica Seles.

Monica Seles.

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