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De vender mangos, ser estafado para jugar en Europa, trabajar en un circo a ganar la Copa Sudamericana

Jorge Pinos, arquero de Independiente del Valle, tapó un penal decisivo en la final de la Copa Sudamericana. Su historia es un ejemplo de vida y conmueve al mundo entero.

Una nueva historia de superación y lucha nos regala el fútbol. La final de la Copa Sudamericana 2019 dio como ganador a Independiente de Valle de Ecuador tras vencer a Colón de Santa Fe. En el plantel del club norteño destacó el arquero Jorge Pinos, quien atajó un penal clave en la pelea de la corona. Detrás del golero se esconde una vida de esfuerzo contra viento y marea. A continuación te contamos la travesía que le tocó vivir al arquero antes de lograr la gloria.

A Pinos le costó sudor y lágrimas hacerse un espacio en el fútbol. En el 2012 llegó al Barcelona SC de su país, pero el club no lo tomó en cuenta y fue excluido del plantel. Tras el fallido intento de debutar en Primera División, terminó participando en la liga de ascenso del fútbol ecuatoriano donde llegó a ponerse la camiseta del Delfín SC.

En 2015 sintió que la puerta del fútbol europeo se le había abierto. Ese año fue contactado por un empresario futbolístico que le prometió hacerlo entrar al fútbol Húngaro, para esto le hizo pagar varias sumas de dinero y nunca le consiguió equipo, todo se trató de una estafa. Jorge Pinos fue llevado a Brasil, como paso previo y de trámites para irse al Viejo Continente. En el país de la Verdeamarela fue abandonado y tuvo que trabajar por un mes como chofer en la ciudad de Jacarezinho para recaudar fondos y poder regresar a su país.

A suelo norteño regresó endeudado y sin equipo para la temporada 2016. En casa le esperaban su esposa y su pequeño hijo, razón por lo que optó en realizar oficios del momento. Fue chofer en un circo de su tierra natal, Quevedo. Allí aprovechada los shows para vender mango.

“La primera vez jamás la olvidaré. Cogí las fundas y comencé a recorrer el circo, tenía el charol en mis manos, gritaba ‘¡mangos, mangos, mangos!´ Nadie me compró nada. Y ni siquiera me hicieron señas para preguntar cuánto valía. Ya cuando me iba a dejar las funditas, una señora me llamó y me compró uno. Así fue la primera vez. Luego si vendía”, contó alguna vez.

Ya en el 2017 volvió a la actividad futbolística, el Santa Rita de Vinces, de la Segunda División lo fichó pero lo que le pagaban era menos de lo que ganaba en el circo, aún así siguió jugando porque su meta era volver al fútbol profesional.

Tras sus buenas actuaciones en la liga de ascenso, el Técnico Universitario apuntó sus reflectores sobre Jorge Pinos y lo llevó a sus filas.

Al siguiente año Independiente del Valle lo contrató, lo demás es historia. Pinos fue uno de los gestores para que su equipo llegue a la cumbre de la Copa Sudamericana 2019, en la final tapó un penal y fue considerado el jugador del partido.

A sus 30 años de edad consiguió hacerse del título sudamericano, un logro que pocos futbolistas ecuatorianos pueden mencionar en su record. Y eso no fue todo, ahora ha sido llamado a la selección ecuatoriana para los amistosos de la Fecha FIFA de este mes.

Tras firmar la hazaña en la Copa Sudamericana 2019, la misma noche en que levantó el trofeo en Asunción, Pinos llamó a Carlos Loor, dueño del circo donde trabajó tiempo atrás para expresarle la alegría que estaba viviendo. “Lloraba de emoción y me decía que lo habíamos logrado. Todo se lo ha merecido”, contó el artista.

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