El ángel Gabriel llama a la final

Belo Horizonte.

El niño que pintaba calles, ahora dibuja sonrisas. En el 2014, cuando a su selección le faltaba un goleador, Gabriel Jesús tenía 17 años y solo era una promesa de Palmeiras. El ahora joven que cada vez que anota un gol hace el gesto de hablar por teléfono se convierte en el héroe de moda después de que algunos le dijeran villano. Hoy se ha vuelto la esperanza de un nuevo título del ‘Scratch’. La respuesta del futuro puede estar en el pasado.

La localía puede ser un talismán que explique fenómenos que lleven a Brasil al favoritismo dogmático pero nada de eso sirve, ni el esoterismo, si es que no tienes talento en el plantel. Tite ha potenciado a sus jugadores y demuestra su jerarquía en un clásico sudamericano donde Argentina solo pudo estar a la par por minutos y dependiendo de Lionel Messi.

Dani Alves, uno de los pocos jugadores que tiene más títulos que su edad (42 trofeos con 36 años cumplidos) buscará alargar su lista este domingo demostrando que los calendarios pueden pasar pero no la clase. Un lateral con alma de ‘10’, fue el as de los locales creando peligro desde la banda. De sus pies nace el primer gol al dejar a dos rivales en el camino y cederle el balón a Firmino, que mandó un centro al ras a Gabriel Jesús para que llame al destino glorioso. El 1-0 despejaba los fantasmas del Mineirao, escenario donde cayeron 7-1 hace cinco años en una semifinal traumática contra Alemania. Los malos recuerdos duran hasta que se crean nuevos y mejores.

Pero Argentina es una selección que desborda amor propio y con más empuje que fútbol, el empate estuvo cerca cuando el cabezazo del ‘Kun’ Agüero chocó en el travesaño. En el complemento, Messi buscaba tumbar a las estadísticas -su selección todavía no le puede ganar de visita al ‘Scratch’- pero el poste tras un zurdazo y Alisson, con ubicación y seguridad tras un tiro libre, evitaban que puedan creer en una historia épica.

A pesar de que encontró socios en este torneo liderado por Lionel Scaloni, no ha sido suficiente el aporte del ‘Kun’ y Lautaro Martínez ante una selección más cuajada y equilibrada que llega como favorita a la final. Cuando más igualado aparecía el duelo, Gabriel Jesús deslumbró con una jugada personal que dejó solo a Firmino (71’) para certificar el triunfo ante un Argentina que desesperado y sin muchos argumentos empezó a patear y pelear.

El tiempo pasó al ritmo de Brasil recordando que ser local no siempre es presión, también puede ser gozo. Más si ha encontrado en Gabriel Jesús, de solo 22 años, un delantero estelar. El que celebra haciendo una llamada, recordando que su madre siempre lo hace después de que anota. Ayer lo hizo y seguro que todos los brasileños quieren también una conexión directa para agradecerles por quedarse sin voz.

4 veces Brasil fue anfitrión de la Copa América: en todas ellas se coronó campeón.