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¿Cuál es la estructura de un texto argumentativo y en qué consiste?

Descubre aquí qué es y cuál es la estructura de un texto argumentativo, así como los modelos que puede presentar y algunas recomendaciones para elaborarlo.

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En el texto argumentativo, una idea central es sostenida con varios argumentos. Foto: EFE

Los textos argumentativos son herramientas comunicativas muy útiles para distintos aspectos de la vida diaria, como presentar un reclamo, explicar un tema complejo o vender un producto. Por ello, es necesario conocer cuál es su estructura y cómo redactarlo adecuadamente.

Debe tenerse en cuenta que existen muchos tipos de textos argumentativos, cada uno con sus propios fines y particularidades. No obstante, hay elementos que podrás encontrar en la mayoría de ellos. Conoce aquí cuáles son y cómo reconocerlos.

¿Qué son los textos argumentativos?

Son textos que tienen por objetivo expresar o rebatir una opinión, con la finalidad de convencer o persuadir al lector sobre una idea o postura específica respecto a un tema polémico.

Estos pueden ofrecer argumentos que ratifiquen y refuercen las ideas del lector (si estas coinciden con las del autor), o que las cambien en caso este piense diferente. También pueden refutar una tesis determinada para confirmar otra.

La tesis es la idea central que el autor intenta defender, mientras que los argumentos son las pruebas, hechos o datos que sostendrán dicha tesis al ser estructurados por el razonamiento del autor.

¿Cuál es la estructura de un texto argumentativo?

Por lo general, un texto argumentativo estará estructurado de la siguiente manera:

  • Introducción: Presenta de forma breve la tesis que el autor intenta defender. Expone las ideas principales que aparecerán posteriormente e intenta crear una actitud favorable inicial hacia la temática a desarrollar, por lo que deberá ser atractiva y precisa.
  • Desarrollo: Contiene los argumentos con los cuales el autor intenta persuadir o convencer al lector. Mediante datos, pruebas, inferencias y demás recursos, se intenta exponer y argumentar las distintas ideas, con el propósito de respaldar o rebatir una tesis.
  • Conclusión: Consiste en una suerte de síntesis o resumen que recoge la tesis inicial y los argumentos principales, la cual trata de demostrar que la idea defendida tiene fundamentos argumentales sólidos; y cierra con la conclusión o conclusiones a las cuales se llega después de todo lo desarrollado. En algunos casos, también puede incluir propuestas de solución.

¿Cuáles son los modelos de los textos argumentativos?

Existen múltiples modelos de textos argumentativos. Los más comunes incluyen:

  • Ensayo: Muy usado por los autores para expresar sus argumentos. Se centra en el estilo del escritor y la forma en que este construye sus razones para exponer un punto de vista sobre un tema. Puede ser periodístico, científico, literario o académico.
  • Artículo de fondo: Texto académico o científico que intenta probar la validez de un postulado en base a pruebas o razones.
  • Editorial: Comunica la opinión de un medio de comunicación respecto a un tema de interés público.

Ejemplo de una editorial. Foto: La República

  • Columna: El periodista expone su punto de vista sobre un tema, personaje o entidad específica. Debe sustentarse en una buena investigación, y puede tener un toque entretenido.
  • Reseña crítica: Contiene una reseña del contenido de una obra y de sus ideas y aspectos principales, y hace una valoración crítica de estos.
  • Pautas publicitarias: Tienen por principal objetivo inducir al consumo de un producto o servicio.
  • Reclamaciones: Aporta argumentos que sustentan el reclamo de un individuo o colectivo ante una persona o institución.

¿Cómo identificar las partes de un texto argumentativo?

La introducción es la parte inicial del texto argumentativo y, por lo general, incluye recursos para despertar la atención de los lectores, como la narración de hechos relacionados o citas de personalidades famosas.

Aquí se encuentra la tesis o idea principal, que expresa lo que se intenta demostrar y puede estar enunciada de manera explícita (escrita tal cual) o implícita (no se lee, pero es insinuada).

La siguiente parte es el desarrollo o argumentación. En él se exponen una a una las razones que dan fuerza a la tesis. Veremos que, por lo general, cada párrafo habla de una idea en específico mediante citas de autoridad, ejemplos, preguntas retóricas, analogías, entre otros recursos.

Finalmente, encontraremos a la conclusión al final de todo el texto. Suele consistir en una versión resumida de las ideas principales y de una afirmación final.

Identificar las partes de un texto argumentativo. Foto: Universidad de La Punta

¿Cómo se elabora un texto argumentativo?

  • Elige el tema del cual escribirás; de preferencia, debe ser uno que conozcas y manejes con facilidad.
  • Piensa en las posibles ideas que te permitan elaborar el texto. Haz una lista de ellas y selecciona la que veas más convenientes como idea central o tesis que defenderás con tu argumentación. Esta tesis inicial puede cambiar en el transcurso del trabajo.
  • Explora los distintos argumentos que existen sobre la cuestión, incluidos aquellos a favor y en contra de la tesis; esto también te permitirá formular los tuyos propios.
  • Piensa en la forma de organizar los argumentos que vas a utilizar. Discrimina los fuertes de los débiles.
  • Desglosa la idea central o tesis en los elementos que la componen. Cada uno se convertirá en una afirmación que debe probarse con argumentos en el texto. Por ejemplo, si la tesis es “La ley 40165 tiene un propósito válido y un punto de partida correcto, pero su formulación es equivocada”, hay al menos tres elementos a desarrollar (propósito, punto de partida, formulación).
  • Selecciona el orden en que presentarás cada argumento. No existe uno específico, sino que dependerá de tu criterio.
  • Anticípate a los principales cuestionamientos a tu tesis y trata de responderlos. Argumenta que las ventajas de tu tesis superan a sus desventajas y asegúrate de que así lo hagan.
  • Escribe la introducción. Debe ser breve, pero también precisa. Expón la afirmación de forma simple y luego añade los detalles que creas necesarios.
  • Formula los argumentos. Asegúrate que cada párrafo contenga uno, pues incluir muchos a la vez confundirá al lector y hará perder detalles importantes.
  • No olvides explicar la forma en que una idea se relaciona con otra, de modo que dicha relación quede clara para los lectores.
  • Desarrolla también los contraargumentos, aunque no de forma tan completa como los argumentos regulares.
  • Redacta la conclusión. Esta no se limita a repetir lo expuesto en la tesis, sino que debe reflejar el cambio en la visión del tema por parte del autor tras el análisis realizado. Asimismo, deberá indicar el impacto de la comprobación de la tesis en estudios posteriores.

Ejemplos de textos argumentativos

  • Textos publicitarios: Su misión es convencer al potencial cliente de las ventajas y beneficios de un producto o servicio por encima de sus competidores, e incentivarlo a adquirirlo. Suele usar la hipérbole y los argumentos emocionales.
  • Textos científicos: Emplean argumentos en base a hechos probados o demostrables y datos estadísticos para sustentar los nuevos conocimientos que aportan. Las tesinas, los informes de investigación y los artículos científicos son algunos ejemplos.
  • Textos legales: Buscan la reacción y respuesta del lector sobre algún asunto de carácter legal. Suelen ser elaborados por abogados, jueces o notarios; y entre ellos encontramos a las sentencias, declaraciones, apelaciones, notificaciones judiciales, etc.
  • Discursos políticos: En la política es frecuente el uso de argumentos para sustentar propuestas o cumplir intereses partidarios.

Ejemplo de texto argumentativo. Foto: Pinterest

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