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Cultural

Francisco Brines: “La poesía ha llegado a su destino”

El vate español, de la generación del 50, ganó el Premio Cervantes 2020 por su poesía “intimista” y “entrañable”, según el jurado.

Francisco Brines
Francisco Brines

Madrid

El respeto a lo desconocido fue la “mejor lección” que le dio su padre porque fue lo que le llevó a amar la literatura a Francisco Brines, el poeta de las emociones, el hacedor de todo un catálogo de versos llenos de tolerancia donde disecciona la soledad, el amor, el tiempo, la vejez o la muerte.

Francisco Brines (Oliva, Valencia, 1932), Premio Cervantes 2020, es uno de los últimos supervivientes de la generación del 50, pero no se puede hablar de poesía social cuando se habla de él, pese a que este sea el santo y seña de esta generación. Brines es solo Brines. Es un poeta “intimista” y “entrañable”, ha subrayado el jurado del premio.

Miembro de la Real Academia Española –elegido en 2001 aunque no tomó posesión hasta 2006–, Premio Nacional Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, defiende la poesía como un “ejercicio de tolerancia” fruto de la identificación emotiva del lector con el poema, aunque su contenido sea ajeno a sus convicciones.

Una convicción que le ha llevado a escribir versos como este: “Como si se tratase de algo ajeno hablamos de nosotros y nos vimos inciertos, unas sombras”.

Versos con una mirada poética metafísica, ese arte que ayuda a “vivir mejor, pues educa y afina la sensibilidad para percibir el goce y experimentar el dolor, y podemos vivir gracias a ella experiencias que no nos corresponderían”, según sus palabras.

Justo eso, indagar en lo que no sabemos si viviremos. Una constante en su poesía gracias a la mejor lección que aprendió de su padre: el respeto a lo desconocido, una enseñanza que le permitió desarrollar su trayectoria como escritor.

Porque en la obra de Brines, el paso del tiempo es una pieza clave. Lo es porque considera que la vida es un “don de la existencia, pero no indica que el gozo sea eterno ni la desdicha tampoco”.

Canto diverso

La vida para el poeta “es gozar y penar”. “Somos por lo que hemos amado, y tenemos que aceptar lo vivido. Hay que resistir y creo que el éxito reside en aceptar la vida como viene. Yo nunca veo la botella medio llena o medio vacía. Veo lo justo, como está”, según dijo a Efe en 2010.

El poeta español celebró su reconocimiento con el Premio Cervantes pero, sobre todo, haber conseguido con su poesía “un canto diverso”, que llega a los lectores “como lo hicieron los versos de Berceo o Manrique”, a los que “desearía acercarse”.

Para el poeta, la poesía debe servir además en un momento tan difícil como el actual, ante la crisis generada por la pandemia del Covid-19, de “un refugio” porque tiene el poder de “sanar” el alma.

“El premio no es lo importante, lo importante es la poesía”, ha señalado el escritor valenciano, y ha asegurado que es un galardón que “no esperaba” a estas alturas de su vida pero que lo recibe “con mucha emoción y abraza mucho”.

“Estoy muy contento de que mi poesía haya llegado a su destino que son los lectores y no solo la poesía en castellano sino también la traducida al castellano”, añadió.

El vate ha publicado Las brasas, Palabras en la oscuridad, Muerte de Sócrates, El rumor del tiempo, entre otros libros en su larga vida.

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