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Cultural

Luto por Guido del Castillo y Mario Amano

Duelo en el mundo cultural. Guido del Castillo y Mario Amano fallecieron con solo días de diferencia. Su ausencia será difícil de llenar, por sus aportes a la gestión cultural y su defensa y respeto por las culturas del antiguo Perú.

guido del castillo mario amano
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Ahora que la muerte nos desgasta, incesante, como en el célebre poema de Borges, otro de sus versos cobra actualidad: el mundo será un poco más pobre ahora que Guido del Castillo y Mario Amano han muerto.

Y no me refiero solo al mundo cultural en el que ambos personajes se lucieron como gestores. Me refiero también al mundo empresarial y solidario que unió a Del Castillo y Amano desde sus propias experiencias de vida.

Guido del Castillo Echegaray (Cusco 1934 - Lima, 2020) fue un empresario minero de gran éxito que compartió su fortuna como gestor cultural cuando decidió fundar el Museo Andrés del Castillo (MAD), en homenaje a su hijo fallecido en un trágico accidente.

Ubicado en el perímetro de la plaza San Martín, Del Castillo transformó la célebre Casa Belén (sede de la primera embajada de los EEUU en el Perú) en un museo contenedor de una enorme colección de minerales, una selecta pinacoteca con lienzos veirreinales y una mejor colección de piezas cerámicas y textiles de la cultura Chancay. Pero por sobre todo fue una máquina cultural que dio cabida a la primera colección de minerales en el Perú y a la exposición de artistas cusqueños y de otros rincones del país, que nunca imaginaron presentar sus obras en Lima.

Su fino sentido del humor lo aplicó para justificar su reciprocidad con su alma máter, la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), donde financió la construcción del coliseo polideportivo, con capacidad para 750 personas, y del gimnasio “Andrés del Castillo”, totalmente equipado. También inauguró la nueva biblioteca de la Facultad de Ingeniería Geológica, Minera y Metalúrgica.

Por si fuera poco, contribuyó con la remodelación del Museo de Mineralogía y Paleontología de dicha facultad. Sus aportes permitieron el registro, catalogación y digitalización del archivo de la Biblioteca Central de la UNI.

Desde el MAD también se editaron libros especializados en temas tan diversos como investigaciones minero-geológicas, análisis de la iconografía mochica y arqueoastronomía inca. Un aparte mereció el financiamiento de las investigaciones arqueológicas y puesta en valor de huaca El Paraíso, en San Martín de Porres. Estos estudios también sirvieron para detener a los huaqueros y sucesivos intentos de invasión en una de las zonas arqueológicas más importantes de Lima Metropolitana.

Herencia textil

Mario Amano (Lima, 1956- 2020) fue de los primeros en reconocer nuestra herencia textil como base de nuestra identidad nacional.

La noticia de su muerte nos conmovió doce días después de conocer el fallecimiento de su madre, doña Rosa Watanabe, quien junto con su esposo, Yoshitaro Amano, se hicieron conocidos como filántropos e hicieron realidad el célebre museo textil ubicado en Miraflores.

Mario no solo remodeló el museo hasta convertirlo en visita obligada para miles de turistas nacionales y extranjeros, también lo supo transformar en una galería de arte, y expandir la influencia del museo textil con locales en las ciudades de Arequipa (previo convenio con la empresa textil Michell) y Cusco; ademas, estaba en pleno proceso para inaugurar otro local en Santiago de Chile.

Algo que extrañaremos serán esos paseos por el almacén del museo, donde se guardan sorprendentes piezas textiles, de cerámica, madera y hueso. O sus experiencias de vida y los recuerdos de esos inolvidables viajes que realizó con sus padres por Huaral y Chancay.

Guido del Castillo y Mario Amano compartieron su pasión por la gestión cultural, la conservación y difusión de nuestro arte prehispánico y, desde sus respectivos frentes, esa apuesta por mostrar al Perú como una posibilidad.

Testimonio

Un viaje al valle de los cuchimilcos, por Walter Tosso, arqueólogo

El amigo Mario Amano partió al valle de los cuchimilcos. Doce días antes falleció la Sra. Rosa de Amano, una bella y encantadora nikkei muy estimada por todos, sin excepción, quien personalmente fue la que me introdujo al valle de Chancay y a su cultura.

Ahora lo acompaña su hijo Mario Amano; que de seguro junto con su padre, el Ing. Amano, vuelve a recorrer el valle de los cuchimilcos, sitio tras sitio, formando una nueva colección, pero esta vez no solo de piezas, sino con todos sus creadores: los textileros Chancay y los ceramistas confeccionado un sinfín de cuchimilcos, chinas, curas, patones, platos y todo aquello que una vez tuvieron en su museo.

Los que te conocimos te recordaremos siempre en algún brindis cotidiano, en tu viaje por ese valle de los cuchimilcos, que ahora levantan sus brazos en señal de reverencia.

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