Las puertas de la Polinesia
Al Perú el viaje le abrió o le confirmó muchas puertas. Demostró la navegabilidad a través del Océano Pacífico con balsas de tiempos incaicos.
Estamos a 70 años de la publicación de Kon-tiki, cruzando el Pacífico en balsa (Chicago, Rand McNally), del noruego Thor Heyerdahl. El libro agotó siete ediciones en ese año 1950, y siete más al año siguiente, y nunca ha dejado de venderse. La famosa travesía, de 1947, comenzó en el Callao y concluyó en la isla polinesia de PukaPuka, no muy lejos de Tahití.
Al Perú el viaje le abrió o le confirmó muchas puertas. Demostró la navegabilidad a través del Océano Pacífico con balsas de tiempos incaicos. Dio peso a las teorías del intercambio entre algunas culturas peruanas y las lejanas islas del Pacífico Sur. Relanzó la búsqueda de relaciones entre las dos culturas de la antigüedad.
Sin embargo la teoría de Heyerdahl y su demostración nunca alcanzaron un reconocimiento científico. Recién en estos últimos años una corriente de investigadores empieza a considerar posibles desembarcos de balsas polinesias en las costas de Sudamérica hacia el siglo XII de nuestra era, y su retorno al punto de partida. Que sería el mismo viaje en el sentido contrario.
Heyerdahl mismo precisa en un apéndice: “Mi teoría migratoria no fue necesariamente demostrada por el éxito de la expedición Kon-Tiki. Lo que sí quedó demostrado fue que la balsa sudamericana posee calidades antes desconocidas para los científicos de nuestro tiempo, y que las islas están dentro del alcance de esas naves”. Con los años algunos han intentado repetir su hazaña.
Quizás lo más importante que nos aportó la expedición de Heyerdahl (en total seis personas y un loro) fue una nueva curiosidad por el Pacífico Sur, que se ha ido incrementando con el tiempo. Las expediciones enviadas por el virrey Amat a Tahití, hacia el final del siglo XVIII, no lograron encender nuestra imaginación, acaso por no lograr incorporar la isla al virreinato del Perú.
Lo que terminó de remachar las proximidades en el imaginario peruano fue la aparición de la tabla hawaiana en Lima, traída de Hawái en 1937. No fue parte del bagaje ni del interés de Heyerdahl, pero como si lo hubiera sido. Por ese camino deportivo es que José Antonio Schiaffino ha escrito en Lima algunos importantes libros sobre Polinesia en estos años.
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