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Mi nombre es Bagdá: poder femenino

Caru Alves de Souza. La directora brasileña compite en el Festival de Cine de Lima con una cinta reveladora e inclusiva.

Mi nombre es Bagdá es la historia de una skater de 17 años, quien junto a su madre y sus dos hermanas se abre camino en la vida en medio de la pobreza, pero, sobre todo, del machismo, la discriminación, el acoso y la desigualdad de género.

Caru Alves de Souza, directora de la cinta que compite en la categoría ficción en el Festival de Cine de Lima, conversó con La República sobre esta historia, pero también sobre el papel de las mujeres cineastas en una industria que sigue siendo casi exclusiva para hombres.

¿Cuál fue la motivación principal que tuviste para rodar una película como Mi nombre es Bagdá?

Reflexiones sobre el papel de la mujer en el campo audiovisual aquí en Brasil. Nos dimos cuenta de que las mujeres, especialmente las negras y trans, están subrepresentadas. Y en relación a nosotras como profesionales, ocupamos un porcentaje muy pequeño de puestos como directora, directora de fotografía, etc. Entonces, para mí era muy importante que la película tuviera personajes femeninos complejos y reales y mujeres en la mayoría de las funciones técnicas y creativas.

La película expone temas como el machismo, el acoso, el abuso, la desigualdad de género. Como directora de cine, ¿te has sentido alguna vez excluida o con mayores dificultades de hacer tu trabajo en relación a tus colegas hombres?

Soy hija de cineastas, por lo que tuve muchas facilidades de poder trabajar en proyectos personales donde podía elegir el equipo. Aun así, no es casualidad que para hacer esta película me tomó muchos años conseguir fondos y que no pude completar el presupuesto. En Brasil, las mujeres tienen menos acceso a los fondos públicos que los hombres. Lo que nos dicen las estadísticas es: “Ustedes pueden hacer películas, pero de bajo presupuesto porque no confiamos en que puedan manejar grandes sumas de dinero”. Este es solo un ejemplo de cómo podemos ser excluidas o de las dificultades que enfrentamos .

Algo que destaca la cinta es que ‘la unión hace la fuerza’ porque Bagdá vive rodeada de mujeres fuertes que la empoderan y cuando sufre acoso recibe el respaldo de su hermana y de sus amigas.

El hecho de que las mujeres compitan “naturalmente” entre sí es una de las mayores mentiras que el patriarcado inventó. Esto se debe a que cualquier población “minoritaria” (ya sean mujeres, mujeres y hombres negros, indígenas, LGBT) se fortalece a través de la unidad y la solidaridad. Y una vez fortalecidos, podemos luchar contra las injusticias y los opresores. Y los que están en el poder no quieren eso. Hoy en día las mujeres entienden que no hay razón para competir entre sí, al contrario. Mi nombre es Bagdá nos muestra que las mujeres pueden convivir y apoyarse, divertirse juntas y luchar contra las opresiones de la vida cotidiana.

¿Consideras que estos problemas son más latentes en los países latinoamericanos?

Creo que son problemas globales, pero en los países latinoamericanos están más latentes. Somos un continente muy cristiano, muy violento, muy desigual, donde los derechos fundamentales son constantemente negados a la mayoría de la población. Y todo esto favorece la violencia de género y también otras violencias.

¿Cómo fue el casting para elegir el grupo de jóvenes que participan en el filme?

Paula Pretta armó un casting interesante mezclando actores profesionales (algunos de los cuales nunca habían actuado en películas o tenían más experiencia en el teatro) y actores no profesionales, como los skaters. Pasó semanas visitando pistas de skaters e invitando a skaters a realizar pruebas de casting. A partir de entonces, fuimos seleccionando el elenco entre los skaters que Paula encontraba en las pistas y otras actrices y actores con más experiencia.

¿La protagonista sabía montar skate o tuvo que aprender?

Grace Orsato fue una de las skaters que Paula encontró en skatepark, la pista de la Plaza Roosevelt, un lugar histórico para el skate en São Paulo. Grace es parte de un colectivo de skaters que actúan de una manera muy política y combativa en la escena del skate. De hecho, todas las chicas de la película son skaters y forman parte de este colectivo.

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Editora de la página de espectáculos de la edición impresa de La República. Cronista y entrevistadora. Licenciada en periodismo con Maestría en Periodismo y Multimedia.