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Ciencia

Astrónomos captan la muerte de una estrella en una imagen sin precedentes

Los investigadores usaron una nueva supercomputadora en Australia para procesar cada detalle de este evento cósmico de nuestra galaxia.

El remanente de supernova fue observado por los radiotelescopios ASKAP y procesado con la supercomputadora Setonix. Foto: CSIRO
El remanente de supernova fue observado por los radiotelescopios ASKAP y procesado con la supercomputadora Setonix. Foto: CSIRO

Un equipo de astrónomos y otros especialistas de Australia ha conseguido una imagen sin precedentes de un remanente de supernova (SNR), lo que queda tras la explosión y muerte de una estrella gigante. El suceso cósmico ocurrió en la Vía Láctea entre 10.000 y 15.000 años luz de distancia de la Tierra.

Los investigadores primero usaron las 36 antenas que forman el radiotelescopio ASKAP (Australian Square Kilometer Array Pathfinder) para observar este SNR, catalogado como G261.9+5.5, y estos datos fueron procesados, por primera vez, con una nueva supercomputadora recién desarrollada llamada Setonix, ubicada en el Centro de Supercomputación de Pawsey, en Australia.

El resultado dejó maravillado a todo el equipo de la agencia australiana de investigación científica (CSIRO).

Las antenas de ASKAP funcionan como un solo radiotelescopio. Foto: CSIRO

Las antenas de ASKAP funcionan como un solo radiotelescopio. Foto: CSIRO

Después de que una estrella al menos 10 veces más masiva que el Sol agotara su combustible y explotara como supernova, su material salió expulsado a velocidades supersónicas. Esto genera una onda de choque que barre el gas y cualquier material cósmico en su camino, comprimiéndolos y calentándolos al mismo tiempo.

“La onda de choque también comprimiría los campos magnéticos interestelares. Las emisiones que vemos en nuestra imagen de radio de G261.9+5.5 son de electrones altamente energéticos atrapados en estos campos comprimidos. Contienen información sobre la historia de la estrella que explotó y aspectos del medio interestelar circundante”, explicaron los científicos del CSIRO.

Asimismo, el equipo destacó el arduo trabajo realizado para lograr captar cada detalle de este evento cósmico.

“El procesamiento de datos, incluso con una supercomputadora, es un ejercicio complejo, con diferentes modos de procesamiento que desencadenan varios problemas potenciales”, señalaron.

El remanente de supernova fue observado por los radiotelescopios ASKAP y procesado con la supercomputadora Setonix. Foto: CSIRO

El remanente de supernova fue observado por los radiotelescopios ASKAP y procesado con la supercomputadora Setonix. Foto: CSIRO

“Por ejemplo, la imagen de la SNR se creó combinando datos recopilados en cientos de frecuencias diferentes (o colores, si lo prefiere), lo que nos permitió obtener una vista compuesta del objeto”, añadieron.

En tanto esperan que, con la segunda etapa de instalación de la supercomputadora Setonix, programada para finales del 2022, se procese una mayor cantidad de datos para revelar eventos cósmicos aún más complejos.

“El remanente de supernova es solo una de las muchas características que hemos revelado ahora, y podemos esperar muchas más imágenes impresionantes y el descubrimiento de muchos objetos celestes nuevos”, finalizaron.

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