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Ciencia

La humanidad está desarrollando una arteria adicional que fluye debajo de la muñeca

La arteria mediana del antebrazo continúa evolucionando. De mantenerse esta tendencia, “dentro de 80 años” la mayoría de los recién nacidos la tendrán en su anatomía.

Tres arterias principales en el antebrazo, incluida la mediana, vista en el centro. Foto: Ilbusca / Vectores de visión digital
Tres arterias principales en el antebrazo, incluida la mediana, vista en el centro. Foto: Ilbusca / Vectores de visión digital

Evolución. Considerada como una “estructura embrionaria”, la arteria mediana normalmente detiene su madurez alrededor de la octava semana de embarazo. Estas indagaciones empezaron con un estudio escrito en 1995 por los investigadores M. Henneberg y B. J. George, que se encuentra en la plataforma de la National Library of Medicine.

“Los datos (…) indicaron que la incidencia de la arteria mediana estaba entre 4,4 y 8,3% en cadáveres adultos estudiados antes de 1960, mientras que nuestro estudio reciente encontró una frecuencia del 27,2%”, habían afirmado los citados expertos en la década de los noventas.

Un artículo complementario publicado en la revista Journal of Anatomy terminó de plantear que la proporción de individuos caracterizados por tener este tipo de transporte sanguíneo ha ido aumentando en los humanos.

Específicamente, los autores del trabajo científico —Thegan Lucas, de la Universidad Flinders; Jaliya Kumaratilake, de la Universidad de Adelaide; y Maciej Henneberg, de la Universidad de Zurich— señalaron que la arteria mediana, a través de un modelo de análisis de regresión, está presente en un 35% de las personas y, asimismo, se calcula que dentro de 80 años los recién nacidos la albergarán en su anatomía.

“Cuando la prevalencia de la arteria mediana alcanza el 50% o más, no debe considerarse como una variante, sino como una estructura humana normal”, agregaron los expertos.

Arteria mediana (Median artery) del brazo de un cadáver. Foto: Journal of Anatomy

Arteria mediana (Median artery) del brazo de un cadáver. Foto: Journal of Anatomy

Según los análisis propuestos, la aparición de la arteria mediana sigue manifestándose “significativamente”. Muestra de ello es que, en un principio, el 10% de las personas nacidas a mediados de la década de 1880 la tenían, incluso, esa tendencia subió a un 30% a fines del siglo XX.

La muestra actual comprendió 78 miembros superiores disecados, de los cuales, se observaron 26 que tenían estos vasos circulatorios especiales. Por otro lado, la edad promedio de las personas fallecidas fue de 80, lo que, en otras palabras, corresponde a las décadas de nacimiento, de 1910 hasta la de 1960. Adicionalmente, se incluyeron las tasas de prevalencia de otros estudios publicados en “los dos últimos siglos”.

El aumento sustancial en esta evolución podría relacionarse a mutaciones genéticas o problemas de salud de las mujeres durante el embarazo, expuso Thegan Lucas.

Este caso ha sido comparado, por coyuntura, con la reaparición de la fabela, un hueso de la rodilla que era raro en los humanos modernos, y ahora es tres veces más común que hace más de un siglo.

La flecha señala dónde se encuentra el hueso fabela, en la parte posterior de la rodilla. Foto: Imperial College London

La flecha señala dónde se encuentra el hueso fabela, en la parte posterior de la rodilla. Foto: Imperial College London

El 17 de abril de 2019, el doctor Michael Berthaume, del Departamento de Bioingeniería en la Imperial College London, y su equipo publicaron un artículo en Journal of Anatomy para informar sobre el resurgimiento de las fabelas, revisando literatura médica de 27 países. Allí dijeron que en 1918 el 11% de la población mundial las llevaban en sus extremidades inferiores; en 2018, aumentó su prevalencia en el 39% de personas.

El cuerpo humano es un templo misterioso al que hay que internarse cada cierto tiempo con el fin de saber cómo va cambiando al pasar los años y averiguar si nuestro estilo de vida influye directamente.

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