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Ciencia

Descubren una nueva defensa natural contra el coronavirus

Científicos japoneses detectaron que una molécula dentro de las células humanas impide que el coronavirus se multiplique. La presencia de esta defensa varía en cada persona.

Partículas de SARS-CoV-2 emergen de una célula infectada después de haberse multiplicado. Foto: NIAiD
Partículas de SARS-CoV-2 emergen de una célula infectada después de haberse multiplicado. Foto: NIAiD

En los más de 167 millones de infectados por el virus de la COVID-19 hasta la fecha, se ha registrado gran cantidad de casos asintomáticos, leves, moderados y graves. Esta situación pone de manifiesto las distintas respuestas del organismo de las personas al coronavirus (SARS-CoV-2).

Un equipo de científicos de la Universidad de Hokkaido (Japón) ha descubierto un nuevo mecanismo de defensa empleado por el sistema inmunitario para detener la propagación del SARS-CoV-2 en el cuerpo. El estudio ha sido publicado en la revista Nature Immunology.

Se trata de una molécula biológica, llamada RGI-I, que se halla dentro de las células y es especialista en detectar virus de ARN, como el de la influenza y los coronavirus.

Los investigadores, liderados por el profesor Akinori Takaoka del Instituto de Medicina Genética, examinaron células pulmonares infectadas con SARS-CoV-2 y detectaron que la deficiencia de RIG-I provocaba un aumento de la replicación viral.

El equipo sabía que las personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), un factor de riesgo ante la COVID-19, se caracterizan por una baja expresión de RIG-I en las células del pulmón. Por ello, analizaron células de dos pacientes que padecían dicha afección y comprobaron que el coronavirus se multiplicaba en cuestión de días.

Sin embargo, al tratar estas células con una sustancia —denominada ATRA, por sus siglas en inglés— que aumenta la presencia de moléculas RIG-I, resultó en una reducción significativa de la cantidad de virus.

Al continuar con los experimentos, lograron entender qué estaba sucediendo.

Cuando el SARS-CoV-2 ingresa a la célula, libera su genoma (ARN), que contiene las instrucciones para que la célula fabrique miles de estos invasores. Pero el RIG-I interactúa con el ARN viral y bloquea la lectura de las instrucciones que producen copias del virus. Por tanto, impide que el virus se multiplique.

A la luz de estos hallazgos, los autores indican que los niveles de expresión de RIG-I son uno de los parámetros potenciales para el pronóstico de los pacientes con COVID-19.

Asimismo, señalan que se debe investigar más para descubrir factores o condiciones que modulen los niveles de expresión de RIG-I y así poder elaborar nuevas estrategias para controlar la infección por SARS-CoV-2.

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