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Ciencia

Detectan potente emisión de radio a 13.000 millones de años luz

El chorro de materia y energía puede proporcionar información valiosa sobre los inicios del universo, una de las búsquedas más difíciles de la ciencia moderna.

El cuásar recibió el nombre de P172+18 y se ha observado cómo se manifestaba su energía cuando el universo tenía solo 780 millones de años. Foto: Observatorio Europeo Austral (ESO) / M. Kornmesser
El cuásar recibió el nombre de P172+18 y se ha observado cómo se manifestaba su energía cuando el universo tenía solo 780 millones de años. Foto: Observatorio Europeo Austral (ESO) / M. Kornmesser

Los fenómenos más violentos del universo, por fortuna, se originan a distancias inconcebibles. La única forma de detectarlos es mediante sus rastros espectrales que llegan a la Tierra; por lo que, al menos, podemos estudiarlos basados en cómo fueron hace millones de años.

Ahora, el cuásar denominado P172+18 se ha convertido en la emisión de energía y materia más lejana que jamás hayamos analizado: proviene de una región del cosmos que se ubica a 13.000 millones de años luz, es decir, de las primeras etapas del cosmos. Este evento conllevaría a tener más pistas sobre el origen del todo, una de las búsquedas más difíciles de la ciencia moderna, conocimiento negado, por ejemplo, al fallecido astrofísico Stephen Hawking (1942-2018), quien solía ensayar respuestas hacia las preguntas más grandes.

Los hallazgos de este reciente estudio, conformado por un numeroso equipo de investigadores internacionales, se alojan en la revista The Astrophysical Journal.

Los cuásares son la radiación surgida de los agujeros negros supermasivos, aquellos que equilibran una galaxia desde su centro, y miden aproximadamente 1.000 parsecs de ancho (solo una unidad de medida equivale a 3,26 años luz). Además de lo descrito, liberan energía en ondas electromagnéticas, como la luz ultravioleta, ondas infrarrojas, rayos X y rayos Gamma.

Según la NASA, estos chorros galácticos resultan ser tan luminosos —comparados a un billón de veces el brillo del sol— que opacan a las estrellas de su alrededor.

En este estudio, se ha identificado cómo se manifestaba la energía del cuásar cuando el universo tenía, según los cálculos, 780 millones de años, etapa de colapso de la materia para la formación de galaxias.

El equipo de Eduardo Bañados del Instituto Max Planck de Astronomía (Alemania) y autor principal del documento científico, sostuvo que el agujero negro de donde nace el cuásar registra una masa 300 millones de veces mayor a la del Sol.

En 2015, los mismos científicos habían propuesto a P172+18 como candidato a cuásar y no se equivocaron.

“Este descubrimiento me pone optimista. Y creo, y espero, que el récord de distancia se batirá pronto”, acotó Bañados.

Por otro lado, Chiara Mazzucchelli, astrónoma del Observatorio Europeo Austral (ESO) en Chile, aseguró que le parece emocionante descubrir agujeros negros para comprender el universo primordial, “de dónde venimos y, en última instancia, a nosotros mismos”.

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