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Ciencia

Segunda ola en Perú: jóvenes se convierten en grupo de riesgo por COVID-19

Descuido y automedicación. En Perú y el resto de Latinoamérica, los casos por coronavirus entre los adultos jóvenes han aumentado significativamente.

Dafne Moreno señaló exhortó a la población a respetar el distanciamiento y el uso de la mascarilla. Foto: La República
Dafne Moreno señaló exhortó a la población a respetar el distanciamiento y el uso de la mascarilla. Foto: La República

A inicios de enero, el Seguro Social de Salud (EsSalud) comunicó sobre un inusual caso de COVID-19. Un paciente de solo 33 años se convirtió en el más joven en ingresar a UCI en el hospital II Huánuco. En su sala de hospitalización, la edad se reducía a 19 años.

Los reportes no son aislados. En los días posteriores, las autoridades sanitarias del país informaban sobre un significativo y preocupante aumento de contagios en los jóvenes.

“Aumentan los contagios en adolescentes de 12 a 17 años en 59% en nuevos casos semanales. Otros grupos etarios que aumentaron por encima del 40% de nuevos casos semanales son los jóvenes y adultos”, reveló el pasado 21 de enero la presidenta de EsSalud, Fiorella Molinelli.

Más jóvenes en UCI que en la primera ola

La ministra de Salud, Pilar Mazzetti, confirmó a comienzos del mes algo que ya se sospechaba en el país: el inicio de una segunda ola de COVID-19 en Perú. Los reportes de su cartera evidenciaron un ascenso similar a los primeros meses de la pandemia, en 2020.

“Hemos hecho algunos cálculos y nos encontramos más o menos cuando estábamos en quincena de abril, y las cifras siguen subiendo”, declaró.

Para el médico e investigador principal de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), Germán Málaga, esta tendencia se viene registrando desde diciembre. Pero no solo los casos de infecciones se han visto empeorados, las unidades de cuidados intensivos (UCI) en los hospitales registran el mismo problema.

“Hemos llegado a niveles históricos en UCI”, admite. “Creo que el récord histórico fue de 1.580 (pacientes) en la primera ola. Ahora hemos pasado los 1.700 y preocupa porque proporcionalmente se ha llenado mucho más rápido que en la primera vez. Hemos tenido pacientes más graves mucho más rápido”, agrega Málaga.

Disponibilidad de camas UCI en el Perú. Foto: Sala situacional del MINSA

Disponibilidad de camas UCI en el Perú. Foto: Sala situacional del MINSA

Ahí no acaba todo. Jesús Valverde, presidente de la Sociedad Peruana de Medicina Intensiva (SOPEMI), observa que hay más pacientes entre 30 y 40 años en cuidados intensivos, es decir, adultos jóvenes.

“En la primera ola era un 80% a favor de adultos mayores en UCI. Hoy es casi 50% para cada grupo”, explica.

El intensivista aclara que si bien es común que en este sector de infectados hayan pacientes con comorbilidades, también hay casos de jóvenes sanos. “No encontramos explicación”, dice.

Un informe elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) adelantó a fines de diciembre esta situación. La entidad alertó que los países latinoamericanos estaban registrando una proporción significativamente mayor en las muertes por COVID-19 entre los jóvenes en comparación con las naciones desarrolladas.

Los adultos jóvenes y de mediana edad en América Latina y el Caribe tienen una mayor probabilidad de morir o enfermarse gravemente de COVID-19 que sus pares en regiones más desarrolladas, incluso cuando los riesgos para otros grupos de edad son más similares”, describe un comunicado de prensa del BID.

De acuerdo con el mismo informe, Perú lidera las muertes por COVID-19 en jóvenes de la región. Esta razón se cumple en los grupos etarios desde los 10 hasta los 49 años.

Perú lidera el número de muertes de jóvenes por COVID-19 en Latinoamérica.

Perú lidera el número de muertes de jóvenes por COVID-19 en Latinoamérica.

Falsa idea de seguridad

En los últimos meses, luego de que Reino Unido y Sudáfrica anunciaran la detección de dos nuevas variantes de SARS-CoV-2 con mayor capacidad de transmisibilidad, la incertidumbre en torno al mayor peligro del coronavirus se generalizó. Esto sumado al creciente número de infecciones en grupos etarios que antes se consideraban de menor riesgo ha provocado una mayor alerta. No obstante, no necesariamente este fenómeno se relaciona con la aparición de dichas variantes.

Para Fernando Mejía, investigador e infectólogo de la UPCH, hay más de una explicación. Por un lado, los jóvenes tienden a minimizar sus síntomas, lo cual deriva en un descuido y, posteriormente, en la gravedad de la enfermedad.

“Si sienten alguna molestia (relacionada con infecciones respiratorias), creen que no es COVID. Y si piensan que lo es, creen que no les pasará nada y continúan haciendo sus actividades normales. Cuando realmente se sienten mal, recién llegan al hospital y muchas veces requieren UCI porque ya es tarde”, refiere Mejía.

Casos detectados desde el inicio de la pandemia por mes y por grupo etario.

Casos detectados desde el inicio de la pandemia por mes y por grupo etario.

Casos detectados desde el inicio de la pandemia por mes y por grupo etario.

Casos detectados desde el inicio de la pandemia por mes y por grupo etario.

Casos detectados desde el inicio de la pandemia por mes y por grupo etario.

Casos detectados desde el inicio de la pandemia por mes y por grupo etario.

La falsa idea de seguridad que tiene este grupo etario provoca también la imprudencia y el incumplimiento de las medidas sanitarias básicas. Las noticias sobre detenciones en fiestas y constantes negaciones a utilizar mascarilla lo confirman. Mejía apunta que en estas acciones se encuentra otra explicación para entender por qué los jóvenes pueden desarrollar gravemente la enfermedad.

“Está demostrado que cuanto más cantidad de virus hay al momento de infectarse, lo que se conoce como carga viral, hay más probabilidad de desarrollar la COVID-19 de forma severa. Por eso es importante usar mascarilla y evitar aglomeraciones”, señala.

El médico intensivista del hospital Alberto Sabogal, Alan Tufino, describe que el aumento de casos moderados y graves en jóvenes se debe también a que conforman la población económicamente activa. La percepción del especialista es que la mayoría de los que llegan a los centros de salud por coronavirus son trabajadores expuestos a masas de personas.

“Son los que trabajan de a pie, panaderos, mototaxistas, vendedores, etc. Han tenido que salir a trabajar por la necesidad, obviamente, y han estado más expuestos al virus en las aglomeraciones de los medios de transportes, de los terminales terrestres, de los mercados y de los paraderos”, expresa Tufino.

Automedicación

Otro factor que podría estar orientando a los jóvenes a formar también el grupo de riesgo en el Perú es la automedicación. Los médicos consultados por La República coinciden en que una gran proporción de estos pacientes llegan a hospitalización después de haberse administrado medicamentos y fármacos como la ivermectina, corticoides y antibióticos.

“Toman antigripales, antiinflamatorios y piensan que con eso mejorarán. Es algo común en los otros grupos etarios, pero en los jóvenes provoca que la enfermedad se complique y mueran”, manifiesta Fernando Mejía.

La acción de los corticoides, detalla, puede generar incapacidad en el sistema inmune para defenderse cuando se administra en etapas tempranas de la COVID-19. Esto facilita al coronavirus su proliferación y una mayor capacidad de infectar al organismo. Además, los corticoides están relacionados con una mayor incidencia de mortalidad e infecciones bacterianas, según el Acta Médica Peruana.

“Con mucha pena vemos que hay personas infectadas que están siendo mantenidas en sus casas y llevan 10 o 12 días con antibióticos muy potentes intravenosos y con corticoides desde etapas tempranas de la enfermedad. Y cuando llegan al hospital, ya no hay nada por hacer porque ha habido mucha expansión de la infección”, lamenta Málaga.

“Los corticoides no ayudan a cualquier paciente infectado que no requiera oxígeno. La gran mayoría cursa la COVID-19 como asintomático o como una gripe leve y ellos no deben automedicarse porque predisponen a sobreinfecciones y hacen que la enfermedad evolucione”, resalta Alan Tufino.

Distritos que lideran los casos de COVID-19 en Lima Metropolitana por edad.

Distritos que lideran los casos de COVID-19 en Lima Metropolitana por edad.

Distritos que lideran los casos de COVID-19 en Lima Metropolitana por edad.

Distritos que lideran los casos de COVID-19 en Lima Metropolitana por edad.

Los especialistas advierten que el tiempo de desarrollo del coronavirus ha disminuido en esta segunda ola. Mientras que el año pasado el tiempo promediaba entre 10 y 15 días, ahora se ha reducido a solo una semana. Frente a estos desalentadores giros, recomiendan a las personas, independientemente de su edad, retomar las medidas de seguridad necesarias: lavarse las manos seguido, usar correctamente la mascarilla, evitar aglomeraciones, aislarse si presenta síntomas y no automedicarse.

De seguir esta tendencia, los hospitales van a colapsar. Ya no hay camas libres prácticamente a nivel nacional. Cuando alguien fallece o sale de alta y desocupa la cama, a lo mucho se queda libre ese sitio por dos horas (el tiempo que demora en desinfectarse), porque hay una lista de personas que esperan para ocuparla y la mayoría son jóvenes”, precisa Tufino.