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Ciencia

SpaceX y sus intenciones de crear leyes propias en Marte cuando se afirme la colonización

La empresa aeroespacial de Elon Musk quiere empezar enviando 1.000 naves al Planeta Rojo con 100 personas en cada una y en lapsos de dos años.

Ilustración de Space X con cohetes despegando desde la superficie de Marte | Foto: SpaceX / Youtube
Ilustración de Space X con cohetes despegando desde la superficie de Marte | Foto: SpaceX / Youtube

El sueño de que Marte sea el segundo planeta habitado por la humanidad es tomado muy en serio por el magnate Elon Musk. A los sobrevuelos de la constelación artificial de Starlink, los implantes de Neuralink y la pronta partida de Crew Dragon, se suma una idea de la empresa SpaceX que parece haber sido escrita en un libro de Ray Bradbury o Arthur C. Clarke: imponer su propio marco legal autónomo en el Planeta Rojo.

Ante esta posibilidad, Frans von der Dunk, director de Relaciones Públicas del Instituto Internacional de Derecho Espacial (IISL) y comisionado en varias instituciones afines, indicó que SpaceX deberá tener una diplomacia destacable para que la Tierra reconozca la soberanía de los futuros estados marcianos, según el medio digital estadounidense Business Insider.

“Esta es ciertamente una empresa seria con un respaldo serio y una ingeniería seria detrás de ella”, señaló el experto de la Facultad de Derecho de Nebraska.

Así imagina Elon Musk un proyecto de ciudad en Marte | Foto: SpaceX

Así imagina Elon Musk un proyecto de ciudad en Marte | Foto: SpaceX

El 14 de octubre, David Anderman, abogado general de SpaceX, reveló que está redactando una constitución para Marte. El otrora director de operaciones de la productora cinematográfica Lucasfilm Ltd. (Star Wars) participó en una sesión digital de preguntas y respuestas a cargo de la Sociedad de Derecho Espacial de la Universidad de California en Berkeley.

Cuando le preguntaron si el Planeta Rojo estaría bajo la jurisdicción de los Estados Unidos, Anderman aclaró: “Creo que SpaceX actuará para imponer nuestro propio régimen legal. Creo que será interesante ver cómo funciona con los gobiernos terrestres ejerciendo el control. Creo que vamos a tener un papel muy importante que desempeñar en lo que funciona y en las leyes que se aplican”.

El proyecto aeroespacial del millonario sudafricano quiere comenzar mandando 1.000 naves a Marte con 100 personas en cada una y en lapsos de dos años.

Es bien sabido, por otra parte, que ningún país puede reclamar la soberanía en un cuerpo celeste. Si ponemos en tela de juicio una potencial independencia de ambientes del sistema solar habitados por nosotros, para eso ya existe el Tratado del Espacio Ultraterrestre.

Dicha norma jurídica entró en juego desde el 10 de octubre de 1967, en cuya época ningún jefe de Estado o comunidad científica habría predicho la tecnología disponible de hoy. En total, 110 países han firmado el documento y faltan otros 23 en ratificarlo.

SpaceX se fundó en el 2002. Creó la constelación de satélites Starlink para brindar internet a todo el mundo | Foto: NASA

SpaceX se fundó en el 2002. Creó la constelación de satélites Starlink para brindar internet a todo el mundo | Foto: NASA

Elon Musk propuso varias veces bombardear marte con misiles nucleares para terraformarlo | Foto: SpaceX / Twitter

Elon Musk propuso varias veces bombardear marte con misiles nucleares para terraformarlo | Foto: SpaceX / Twitter

Von der Dunk precisó: “Si (SpaceX) tiene éxito en la construcción de asentamientos, (Musk) y las personas que viven allí, ciertamente si son estadounidenses, seguirán cayendo bajo la jurisdicción de Estados Unidos”. “No porque sea territorio de Estados Unidos, sino porque son ciudadanos estadounidenses”, añadió el exasesor de la Agencia Espacial Europea (ESA) y del Gobierno de los Países Bajos.

En el artículo V del tratado de las Naciones Unidas (apartado A, primera parte), se establece: “Los Estados Partes en el Tratado considerarán a todos los astronautas como enviados de la humanidad en el espacio ultraterrestre”. Después, en el artículo VI, se destaca que las actividades de las entidades en la Luna u otros cuerpos celestes deberán ser fiscalizadas por el Estado Parte.

La exploración y utilización de territorio distinto a la Tierra, según el artículo 1 del documento internacional, incumbe a toda la humanidad, “sea cual sea su grado de desarrollo económico o científico”. También se recalca de manera oficial que el espacio ultraterrestre no podrá ser objeto de apropiación por uso, ocupación o reivindicación de soberanía.

El profesor Von der Dunk, quien ha publicado cerca de 180 artículos científicos y organizado unos 50 talleres o simposios, de igual modo, deja entrever una posible existencia futura de lagunas legales. De eliminar o modificar el artículo II, la empresa de Elon Musk evadiría las normas y tendría autonomía en el cuarto planeta que orbita alrededor del Sol. Aunque cree que es inviable y no sucedería pronto.

A su vez, hay otra arista a tomar en cuenta en relación al surgimiento de un asentamiento independiente: algunos términos de condición de Starlink Beta compartidos por cibernautas de Reddit, un sitio web de marcadores sociales donde se puede votar a favor o en contra de innumerables contenidos (Massachussetts, Estados Unidos).

Starlink promete no ocasionar más desechos en la órbita terrestre | Fotocaptura: starlink.com

Starlink promete no ocasionar más desechos en la órbita terrestre | Fotocaptura: starlink.com

“Ley que rige: Para los Servicios prestados en Marte, o en tránsito a Marte a través de Starship u otra nave espacial de colonización, las partes reconocen a Marte como un planeta libre y que ningún gobierno terrestre tiene autoridad o soberanía sobre las actividades marcianas. En consecuencia, las Disputas se resolverán mediante principios de autogobierno, establecidos de buena fe, en el momento del arreglo marciano”, se lee.

Esta cita parece contrastar con el artículo III de los principios de la ONU analizados líneas atrás: “(El Tratado se dará) de conformidad con el derecho internacional (...) en interés del mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales”.

Cada quien jugará sus fichas a partir de ahora, tanto los gobiernos como los inversionistas y empresas unidas a SpaceX. Habrá que estar atento a cualquier consenso, aunque antes se tendrán que trabajar otras prioridades en el contexto de los viajes espaciales.

Bachiller en Periodismo por la Universidad Jaime Bausate y Meza. Periodista de las secciones Ciencia y Culturales. Corrector de estilo de la web de La República. Elabora reseñas de libros y crónicas en suplemento Domingo. Escritor de ciencia ficción, terror y misterio. Sus cuentos han aparecido en diversas antologías nacionales e internacionales.